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Una reflexión sobre "la buena época" para militar...
Por Ana Clara Orimasu - Tuesday, Jun. 26, 2012 at 9:53 PM
anaclaraorimasu@gmail.com

Leyendo la nota publicada por el diario Página 12*, me encontré con una frase del legislador Agustín Rossi que me impactó, por todo lo que engloba simbólica y políticamente: "esta es una buena época para empezar a militar", afirmó. Lanzado a inaugurar cursos de formación política, El Chivo planteó un eje importantísimo a la hora de medir cuales son los paradigmas que se busca cimentar desde este relativamente nuevo, heterogéneo, conflictivo y complejo epacio llamado kirchnerismo.

"Tenemos buenos y cercanos ejemplos de Néstor y Cristina, con liderazgos presentes y con una gestión gubernamental de jerarquía", resaltó quien es uno -sino el único- de los fieles al proyecto gubernamental desde sus inicios en 2003. Y justo hoy se cumplen 10 años de la masacre de Puente Pueyrredón, donde dos muertos y una treintena de heridos, marcaron a sangre la historia de las luchas populares de la última década. Y pienso, y reflexiono. ¿Qué significa que es una buena época para militar? ¿Cuales son las épocas no buenas? ¿Qué implica en el discurso oficial la existencia de liderazgos políticos a seguir en puestos de poder gubernamentales, a la hora de formar militantes?
Ahora, bien... Pienso el el discurso de hoy de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a mi modo de ver un brillante cuadro político, sino el mejor actualmente, que tienen los sectores de la burguesía para representarse. La oi quebrarse al hablar de lo poco que cobran los gendarmes que murieron en la ruta, un accidente lamentable más, como las decenas que se producen en el territorio a cada minuto. Con asombro, presencié la indignación que la mandataria presentaba al comentar que un científico del Conicet o un docente universitario -cuyos sueldos, vale aclarar, son pagados por el estado que ella hoy dirige-, son menores que los de los obreros petroleros que emprendieron una dura protesta en el sur. Decididamente indignada la vi transfigurar un accidente de tránsito en disputa interobrera por ver quién rasca menos la olla y en responsabilización de un grupo de obreros que -podamos estar más o menos de acuerdo con sus métodos- habían tomado su lugar de trabajo y ella había definido neutralizarlos con la Gendarmería Nacional.
Entonces recordé las palabras de Rossi y reflexioné sobre esto de que "es una buena época para militar"... ¿y la década del 90, cuando muchos de los hoy devenidos kirchneristas efectuaron la diarrea de votos para privatizar al país, no era una buena época? ¿y el año 2001, cuando había descontento con el régimen político vigente no lo era? ¿Y el 2002 cuando Eduardo Duhalde, quien impulsó a Néstor Kirchner presidente posteriormente, mandó a cazar piqueteros en Puente Pueyrredón, no era momento de militar? ¿Por qué ahora sí? Y, ahora hay líderes claros en lugares de gobierno que permitirían ver que se puede luchar por algo que puede concretarse, que tiene referentes con poder en el estado, dice El Chivo. Y me pregunto, partiendo de un profundo respeto por todos los pibes y pibas que militan donde sea sintiéndose parte del campo popular, ¿se trata de militar en la formación política de cuadros que sean capaces sólo de seguir políticas o también de expresar una mentalidad crítica hacia ellas? ¿se trata de desprestigiar a todos/as los/as referentes que no han estado en lugares de poder estatal y por ende se considera que sus propuestas y cambios son puro bla bla? Digo, un proyecto político popular de verdad no se mide por la presencia en el estado de un referente. Un proyecto popular en serio se mide por la capacidad política de generar masa crítica consciente en el pueblo, tendiente a que éste use las herramientas que posee o debe crear -sin recetas, sino como creación heroica, tal lo planteaba Mariátegui- para transformar la realidad, sea esta transformación en determinado momento de una magnitud tal que pueda el movimiento 'nuevo' gobernar desde un marco institucional particular establecido y seguramente muy distinto al lo que hoy conocemos como Estado.
No me parece mal esto de militar el 'proyecto posible' impulsado por el kirchnerismo. Me preocupa que en el marco del macartismo que he leído, escuchado y vivido por parte de militantes kirchneristas y encumbrados intelectuales que representan al sector como José Pablo Feinmann, Horacio Vervitsky -a quienes respeto su formación y tareas periodísta hasta que dejaron de investigar para pasar a buscar elementos que sólo fundamenten posicionamientos políticos ideológicos-, se vea que se puede militar, o es el momento de militar porque hay referentes 'de lo posible' en el gobierno. Sería bueno pensar por qué ahora 'es posible' y cuánto tiempo no lo fue, dónde estaban muchos de los embanderados de hoy cuando muchos que no creyeron en épocas mejores y peores para militar se embarraban las patas caminando barrios, fábricas, piquetes....
En este camino, claro veo también debilidades serias de referencias desde el campo popular, también derruído por la estrategia de quiebre que el kirchnerismo llevó a diversas construcciones sindicales, políticas, de base, etcétera. Y veo que se complica salir del consignismo y pensar en propuestas. Falta formación ideológica política no dogmática, que permita pensar en cómo accionar en un marco de realidad. No basta la consigna, está claro, hay que pensar de qué modo aplicarla. Pero ese campo popular, o 'la izquierda', es la que mejor, peor, con más y menos coincidencias, militó y milita y no dice qué momento es bueno para hacerlo. Es bueno militar. Porque lo que se busca construir es algo distinto, en algunos casos más creativo o apegado a la realidad que otros, pero es un camino que vale la pena recorrer desde la construcción de línea y no la burda bajada de líneas políticas establecidas según interpretaciones de textos históricos que sin lugar a dudas siguen teniendo plena vigencia, pero no son un "llame ya" para la revolución o el cambio social.
Sin lugar a dudas, el aspecto en el que coincido profundamente con Rossi es que la formación política es fundamental y que "ser militante es una decisión de vida, implica dejar en parte su individualidad para construir colectivamente". Lo que siempre es bueno mirar es si la construcción colectiva beneficia en la magnitud de su conformación al colectivo, o hay algunos pillos que concentran los porotos. Y con qué varas se miden las construcciones, las herramientas de lucha, los reclamos y hasta a las personas que han sido aliados, respecto al interés que se defiende en cada momento o cómo ayudan esas acciones y personas al referente de 'lo posible' a capitalizar políticamente en un momento dado. Y de qué depende que lo no posible, lo sea en algún momento...

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*http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-34411-2012-06-26.html

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