| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
Julieta Lavaggi de Ginocchio
Por Enrique R. Garbin -
Saturday, Jun. 30, 2012 at 10:08 AM
eprgarbin@hotmail.com
La destrucción del mito de que una mujer no podía ser funcionaria electa por sufragio popular, y de que los caudillos lugareños no podrían ser derrotados, allá por la década de 1930
En la década de 1920 el Estado Nacional estudiaba la conformación de una ley que otorgara a las mujeres el derecho al sufragio, considerandose incluso la opción de hacer padrones limitados a aquellas que fueran propietarias directas de la tierra, ya sea por derecho propio o por herencia.
En el año 1921, la provincia de Santa Fe analizó y sancionó una nueva Constitución provincial que fue considerada como un importante avance institucional ya que posibilitaba la facultad del voto femenino calificado, que comprendía a las mujeres que eran contribuyentes al estado provincial o estaban habilitadas para el ejercicio de alguna profesión.
Esta Constitución y la modificación de la Ley de municipios y comunas, fueron cambios tan avanzados para la época, ya que permitieron que en las elecciones para la presidencia de la Comuna de Soldini (pueblo rural en aquella época y hoy industrial, comercial y residencial que se encuentra próximo a la ciudad de Rosario), que se realizaron en el mes de marzo de 1934 con un padrón suplementario de mujeres, fuera elegida como Presidenta la señora JULIETA LAVAGGI DE GINOCCHIO.
"Su designación destruyó dos mitos: la mujer podía ser funcionaria electa por sufragio y los caudillos naturales de ciertas localidades pueden ser vencidos" según remarca sobre el tema la Sra. Norma Sanchez, licenciada en historia y docente de la UBA.
La Sra. JULIETA LAVAGGI DE GINOCCHIO ocupó el cargo de Presidenta de la Comuna de Soldini a los 42 años, en el período 1934/1935, y luego fue designada como interventora por el Gobierno provincial en el período 1936 y 1937. No pudo continuar como postulante, pues se había presentado en una lista independiente que de acuerdo a lo indicado por el Diario La Capital de entonces: "ha demostrado que merece la conquita del voto, al obtener el 73 % de los sufragios, afianzado a travez del comicio, y la popularidad de la organización democrática que la incluyera en su lista".
Este triunfo electorál conmovió a la sociedad argentina de la època, y además recibió grandes muestras de solidaridad y excepcionales comentarios periodísticos, tal como remarca la Sra. Norma Sanchez en sus investiaciones sobre el voto femenino que la historiadora publicó en la revista Desmemoria de 1996.
En su vida pública, construyó el edificio comunal, para aquella época un ejemplo arquitectónico de chalet anglosajón que aún perdura en perfecto estado, y así también el Cementerio de la localidad, ambas estructuras que fueron inauguradas conjuntamente con las autoridades provinciales.
En su vida privada, fue docente en las famosas escuelas lainez, tuvo en su quinta una escuela especial de apoyo para los hijos de los trabajadores de la zona, en la colaboraron sus hijas MARIA AMALIA GINOCCHIO y JULIETA DORA GINOCCHIO, ayudó a su marido en las tareas de dirección del campo de su propiedad, fue correspondal del Diario La Capital de Rosario, y junto con su marido ENRIQUE DOMINGO GINOCCHIO, donaron el terreno para la edificación de una escuela que hoy lleva su nombre.
Nació en el año 1892 y falleció en el año 1959.
Mujeres como ella demuestran que a pesar de la época y las condiciones de género existentes en la misma, se destacaron y triunfaron aquellas que hicieron el esfuerzo necesario y la voluntad férrea para lograr sus objetivos.
JULIETA LAVAGGI DE GINOCCHIO
Por Juan C. Montoto -
Saturday, Jun. 30, 2012 at 10:33 AM
juanchomonto@hotmail.com
He seguido el caso por internet, y he quedado sorprendido de que una mujer haya realizado una experiencia ciudadana tan interesante, surgiendo como presidenta de la comuna de Soldini (Provincia de Santa Fe) mediante el voto popular, sobre todo en un padrón que en un 90 % estaba compuesto por hombres. Es decir, según he visto, que la apodada DOÑA JULIA, no solo era popular en el pueblo, sino que era una ejecutiva por naturaleza, y aprovechó los dineros públicos en el bienestar de su pueblo.