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El pueblo nasa, la resistencia indígena frente a la guerra en Colombia
Por ABC.es - Friday, Jul. 13, 2012 at 1:34 PM

El pueblo indígena nasa, que habita en el departamento colombiano del Cauca, volvió hoy a demostrar su resistencia frente a la guerra al exigir directamente a las fuerzas de seguridad del Estado y a la guerrilla de las FARC que abandonen su territorio ancestral, en medio del fuego cruzado.

EL Cauca, considerado uno de los departamentos más conflictivos de Colombia por la fuerte presencia de las FARC y los constantes bombardeos del Ejército, es un gran teatro de operaciones para los grupos armados, tanto legales como ilegales.

Y es también la tierra ancestral de los nasa, un pueblo que ante la violencia interminable se ha propuesto desmantelar los puestos militares y policiales, y también los retenes guerrilleros.

La única arma de los nasa, un pueblo de paz, es el bastón de mando de la Guardia Indígena, elaborado en madera e inofensivo, pero que tiene un poder que va más allá de las balas.

Las agallas de los nasa crecen con este bastón en la mano y así fue como hoy exigieron a todos los grupos armados que abandonen su tierra.

Primero se lo reclamaron al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al que abuchearon en Toribío, una de las localidades más azotadas por la violencia en el Cauca y donde se celebró un consejo de ministros.

Después se dirigieron a los retenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que rodean Toribío y les pidieron que también se marcharan, en medio de ráfagas de fusiles guerrilleros y bombardeos del Ejército.

El caos vivido hoy en Toribío, donde en los últimos diez años se contabilizan más de 400 ataques de las FARC, sigue a la violencia de los últimos días que dejan en menos de una semana un niño muerto y quince personas heridas.

El lema de los nasa es claro: "no queremos más ejército ni más guerrilla acá", afirmó a Efe el consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín), Carlos Andrés Alfonso, quien dejó claro que la Guardia Indígena tiene "plena legitimidad para ejercer el control territorial".

Y es que si hay un pueblo aguerrido son los nasa, que combatieron con fiereza a los conquistadores españoles y quienes históricamente han combinado propuestas que van desde la resistencia silenciosa a las agresiones hasta inundar Colombia de coloridas manifestaciones que han llegado a congregar hasta a 30.000 nativos.

Su Guardia Indígena y sus bastones de mando no han logrado acabar con la guerra en Colombia, pero sí han puesto en jaque a todos los actores del conflicto, tal y como hoy se demostró en Toribío.

Estos nativos han llegado hasta los ocultos campamentos de las FARC en múltiples ocasiones para exigirles que respeten a sus comunidades, neutrales en el conflicto, y se han jugado la vida buscando a miembros de su pueblo secuestrados.

También han tenido arrojo para enfrentarse a terratenientes y paramilitares que les han usurpado las tierras de sus antepasados y por eso han sido víctimas de masacres durante los casi 50 años de conflicto armado en Colombia.

Y con igual claridad han exigido a los sucesivos gobiernos el cese de las hostilidades, se han expresado contrarios al incremento del pie de fuerza porque, a su juicio, eso deriva en un aumento de hombres armados y con ello a un mayor acoso hacia su pueblo.

En estos largos años, los nasa no han sido escuchados por ninguno de los actores que alimentan el conflicto colombiano, pero su lucha pacífica y su capacidad para construir vida en medio de la guerra ha sido reconocida.

En 2000 el Proyecto NASA recibió en Colombia el Premio Nacional de Paz y en 2004 fue galardonado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En 1980 los cabildos (territorios indígenas reconocidos por la Constitución) construyeron el Proyecto Nasa y desde entonces su labor se ha centrado en la defensa y construcción social a través de la democracia participativa como base de una organización autónoma y neutral frente al conflicto.

Estas comunidades trabajan para la recuperación de las tierras, el combate contra la pobreza y el rescate de su identidad y la protección del entorno, lo que consolida una cultura de paz, tal y como reconoció el PNUD.

La Guardia Indígena, quien guarda y protege al pueblo nasa, es el emblema de la resistencia pacífica en Colombia.

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