Julio López
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Colombia: 1er. Encuentro Universitario de Juegos Ancestrales Indígenas
Por (reenvio) Foro Mercosur - Wednesday, Jul. 18, 2012 at 10:14 AM

ENCUENTRO UNIVERSITARIO DE JUEGOS ANCESTRALES POR ALVARO EFREN CÓRDOBA OBANDO REPÚBLICA DE COLOMBIA

Colombia: 1er. Encue...
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Asesor – Oficina de Planeación

INDEPORTES – Antioquia – Colombia

Alvarocordoba50@hotmail.com

Un ambiente extraño se sentía en la Universidad de Antioquia el pasado domingo 24 de junio. Una tranquilidad sospechosa por la ausencia casi total de vehículos, estudiantes o vendedores; parecía que oficinas, cafeterías, corredores y salones estaban dormidos mientras sus ocupantes se iban de vacaciones.

Esa tranquilidad fue complementada con algunas prácticas no habituales para esa dimensión del conocimiento y del saber, llevadas a cabo por los y las estudiantes de la Licenciatura, quienes escogieron de sus mochilas y de su memoria oral, heredada de sus ancestros Tule, Embera y Senú, ritmos, juegos, colores y deportes. Más de cien personas con atuendos típicos de sus comunidades se encontraron para participar en una actividad de su plan de formación y de su trabajo de investigación: mostrar sus juegos y explicárselos a los demás, de manera que ellos también puedan entenderlos y jugarlos, sin mayor didáctica ni estrategia metodológica que el aprender jugando: la resistencia bajo el agua, la lucha, las carreras atléticas, el fútbol, el juego de pelota (béisbol y softbol), la tortuga o la búsqueda del tesoro; hasta quedar exhaustos a media tarde, cuando empezaba la muestra de baile y música.

Mi mirada del proceso me permitió percibir los vínculos con la tecnología, la modernización de la vida o las huellas de una relación híbrida con este occidente; por ejemplo: algunos usan portátil, celular y Ipod, tenis de marca y cachuchas de equipos de béisbol americanos, brakes en la dentadura, pintura en el pelo y cortes de moda. Algunos dicen “parce” y “güevón” al igual que otros paisas; es decir, como pausa y signo de puntuación en la forma de hablar. Algunas mujeres adolescentes usan jean y camisetas ombligueras como cualquiera de las que se ven en la ciudad, en la universidad o en cualquier centro comercial, se maquillan de manera que es difícil diferenciarlas de las capunías, (como ellos nos llaman a nosotros) se hacen tatuajes como los de un punkero o se graban en los brazos las iniciales suyas y de su novio/a o pareja; toman cocacola y bebidas energizantes, sin ninguna objeción por la marca o los ingredientes. No obstante, la mayoría se esfuerza por mantener y mostrar con naturalidad todo cuanto constituye su identidad, su lengua, vestido, danzas, música y artesanías; es decir, todo. Sin importar la edad, la etnia o el rango se integran y juegan con una alegría natural de las que se sienten cuando se está en familia o se es comunidad; no hay protocolos, ni jerarquías, ni estructuras, ni falsa solemnidad en algo tan lúdico como vivencial y espiritual, el juego como ritual, como expresión de la integración del hombre con la naturaleza, el cosmos, y consigo mismo en un ethos lúdico, sin más reglas ni reglamento que las de jugar y disfrutar, tan distante y distinto de la neurosis que cargan los juegos occidentales, tan reglados, tan regulados, tan normatizados y “normalizados” y dirigidos, tan ficticios.

Los participantes son estudiantes y profesores indígenas de la Licenciatura en Pedagogía de la Madre Tierra que en el marco del Primer Encuentro Universitario de Juegos Ancestrales Indígenas que la Facultad de Educación, con la Organización Indígena de Antioquia (OIA), el Instituto Departamental de Educación Indígena (INDEI), el grupo de investigación “Diverser” organizaron con el fin de empezar a recopilar, documentar y difundir las prácticas deportivas y recreativas de sus pueblos, como elemento esencial de su identidad y su cultura, asumiendo como tarea propia la propuesta que Indeportes les hizo hace unas semanas.

Este domingo, como cualquier lunes o miércoles de clases, los indígenas recuperaron entre los corredores y parques de la universidad ese viejo concepto griego de skole de donde derivan escuela y escolar, pero que su significado etimológico está más cerca del juego y el jugar y que para estos hermanos mayores no representa dilema ni confusión alguna, mientras nosotros nos estresamos tratando de establecer diferencias entre jugar o aprender, trabajar o estudiar, sin al fin de cuentas son un sofisma desde la cosmovisión ancestral en la América Latina.

Confieso que yo esperaba un seminario con ponencias magistrales y largos debates conceptuales sobre los juegos, los ritos, los mitos y las cosmovisiones que expresan o que los motivan, pero no, afortunadamente, el asunto fue más sencillo, más coherente, más lúdico, los capunías aprendimos jugando, los juegos de los indígenas como elementos esenciales de su cultura, o sea de su cotidianidad, de sus formas de recrearse y divertirse; posiblemente nos haga falta más tiempo de juego con ellos para empezar a entender las dimensiones que nos arrancó el occidente, la modernidad, la civilización, la educación, la televisión, el mercado y el estado. Volver a mirar desde el otro que es mi otro yo.

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