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El maltrato a los indígenas es moneda corriente
Por Morgana - Wednesday, Jul. 25, 2012 at 11:32 AM
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Nota de opinión sobre la situación en Formosa con Insfrán y los Qom

Hace casi 200 años, Juan Manuel de Rosas iniciaba la primera Campaña al Desierto, hecho que, por lo general omite mencionar la historia que te enseñan en la escuela y el revisionismo histórico que anda por ahí.
Rosas no se fue al “lejano desierto” sino a la frontera de Buenos Aires con lo que hoy sería, más o menos, La Pampa. Allí habitaban los indios, esos indeseables dueños de la tierra a los que corrieron de un plumazo para poder avanzar con el proyecto de país que se venía delineando.
Unos 40 años más tarde, Julio Argentino Roca inició lo que sería el primer genocidio de nuestra historia como país desde que se creara la Constitución.
El lema es que el desierto no era desierto, cosa que es muy real. Y se lo cuestionó a Roca en todos estos años, pero solo de manera académica: basta con andar en algunas localidades de nuestra Patagonia para encontrarse con calles con su nombre. Pero tampoco hay que viajar desde Buenos Aires unos cuantos kilómetros: la Diagonal Sur, lleva su nombre aunque lo hayan “reemplazado” por Pueblos Originarios. Así y todo, no hay que irse al Centro de la Capital para ver eso ya que muchas instituciones llevan tanto el nombre de Roca como el de Rosas.
Y ambos son moneda corriente en nuestro país: Rosas es la cara de los billetes de 20 pesos y Roca ocupa el de 100 pesos. Casualmente, ocupa el de máximo valor, no así como San Martín que, pobre Santo, quedó en el de 5 – con el que ni siquiera comprás un litro de leche- y Belgrano en el de 10. Hace 22 años, cuando se echó por tierra el Plan Austral, estos sujetos ocupan el los lugares más altos en el valor de nuestra moneda.
Cuando hablamos de la Campaña al Desierto de Roca, pensamos en algo cruel, vil, con fines económicos, parte de un modelo agroexportador en marcha, acorde a la División Internacional del Trabajo, en el que, en lugar de incorporar las economías locales al sistema, se devastó todo para los cultivos necesarios y para la cría de ganado.
Sendas campañas ocuparon terrenos habitados por aborígenes de la zona, a los que engañaron, mataron e incorporaron al sistema de modo servil y no de modo independiente. Llevaron gauchos a las “fronteras”, en primera línea de combate, para aprovechar y sacárselos de encima.
Pero resulta que, en 2012, en algunos medios alternativos de comunicación y en las redes sociales, es noticia que en Formosa golpean a los pocos habitantes del pueblo Namqom. También son noticia las condiciones de precariedad en las que viven los Tobas en el Chaco. A nadie le importan los indios. Para lo único que les importan es para llevarles la netbook número 2 millones del plan Conectar Igualdad y así, hacer demagogia, llorando cual Cavallo con los jubilados allá por los 90, abrazado a Norma Plá.
A mí que no me vengan con pavadas: ¿a quién se le ocurre pensar que a los integrantes del pueblo Qom les interesa una netbook cuando los están moliendo a golpes para que salgan de SUS tierras y dejárselas a algunos otros para explotarlas?
La tierra, sobre todo para los pueblos originarios no es una mera porción de un terreno de un lugar determinado en el cual andar. La tierra para ellos es cultura, trabajo y religión. La Pachamama no es una marca de ropa hippie chic. Es la Madre Tierra, que tampoco es una marca de productos regionales. Es la que les brinda calor, vivienda y algo de qué vivir.
Y no es cosa de decir que hay que reubicarlos, al menos. Esas son cosas del hombre blanco, leyes creadas para nuestra “civilización”. Y comillo la palabra porque el accionar da cuenta de un gobierno salvaje que poco protege a esa gente y se esconde bajo el lema de lo “Nac y Pop” y no hay nada menos popular que pegarle a la gente. Les pegan porque no saben como callarlos. Les pegan porque no pueden contener la ira que les da que no se vayan de ahí. Les pegan porque no pueden matarlos de manera directa.
La resistencia de estos pueblos es digna de respeto. Cuando alguien dice que un pueblo ignorante es fácil de dominar es porque piensa la ignorancia en términos occidentales. Ellos saben que eso les pertenece y que lo tienen que proteger hasta las últimas consecuencias. Al punto tal de que Félix Diaz, tal vez la cara más conocida o el nombre más escuchado, se despidió de una persona que viajaba diciéndole que no sabía si, al regreso, lo iban a encontrar vivo.
Así pasan los días en la comunidad Primavera: esperando sobrevivir, literalmente, los momentos de tensión.
Que alguien me explique, si es posible, que es revolucionario en estos gobernantes que tienen las mañas y los mismos deseos y ambiciones que los de hace 200 años. Que alguien me diga qué es lo moderno en este accionar impune y feudal del gobernador Insfrán. ¿Para quienes gobiernan? Porque aun no comprendo como es que ganó las elecciones con un porcentaje tan alto. ¿Cómo es posible que los formoseños votantes apoyen a un asesino y dictador como el? ¿Cómo es posible que el Gobierno Nacional no intervenga en este accionar? ¿Por qué ninguno de los artistas tan, pero tan progres que tenemos no salió a manifestarse en contra o hacer alguna acción visible para que esto sea público de veras? Cuándo León Gieco canta “5 siglos igual” ¿a quienes le canta?
Me lleno de preguntas, pero sin respuestas. Lamento seriamente no encontrarlas en ningún lado. Lo único que pienso es que, tal como viene siendo costumbre de la Casa de la Moneda, Manuel Belgrano abandonará su lugar en el billete de 10 pesos para cedérselo a Gildo Insfrán.

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