Julio López
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"Lo mataron ustedes hijos de puta"
Por Indymedia La Plata - Tuesday, Jul. 31, 2012 at 2:58 AM
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Nueve y media de la mañana. Una veintena de personas espera en un pequeño hall para entrar a la primera audiencia del juicio por la muerte de Cristian Domínguez. Tres agentes del Servicio Penitenciario apurados por ingresar a la sala interrumpen las conversaciones. Llevan esposados y casi a las corridas a los tres ex policías que pasan cabizbajos entre la gente. Se trata de Luciano Principi, Germán Cernuschi y Víctor Gómez, quienes tienen prisión preventiva por estar acusados de “torturas seguidas de muerte”. El 5 de febrero de 2005 cumplían funciones en la Comisaría 1ª de Berisso, cuando habrían intentado pasar la muerte del joven Domínguez, de 30 años, por un suicidio. En tanto, Leandro Antonelli, quién se desempeñaba como ayudante de guardia y está procesado por “encubrimiento” y “falsedad documental”, ya estaba en el banquillo cuando comenzó la audiencia.

Posteriormente, un agente del Servicio Penitenciario Bonaerense continuó asomándose por una puerta que daba a la sala para convocar uno por uno a quienes buscaban presenciar el juicio. “Es para comparar los nombres con los testigos que tienen que declarar” se excusó un agente en el hall de entrada. Es que a lo largo de las 10 audiencias, que se decidió en la jornada de ayer que se extenderá el juicio, desfilarán más de 100 personas para prestar declaración, en su mayoría policías que se desempeñaban en la Comisaría 1º de Berisso en el 2005.
Con la sala colmada tanto del lado de la familia de Domínguez como del lado de los acusados, a las diez y media el Tribunal Oral en lo Criminal –TOC- Nº3 ingresó para dar comienzo a un esperado y postergado juicio. El mismo debía iniciarse el 5 de marzo y a cargo del TOC Nº1, pero una jueza se encontraba con carpeta médica y el juez sorteado para reemplazarla se negó. Tras una apelación de los abogados de la Asociación Miguel Bru que asesora a la familia, la causa cayó en manos de los jueces Ernesto Domenech, Florencia Butiérrez y Liliana Torrisi que ayer dieron inicio al juicio.

A siete años de la muerte de Cristian Domínguez, su padre Pedro, pudo sentarse en el banquillo para declarar. Narró que en la mañana del 5 de febrero de 2005 a las ocho y media de la mañana se preparaba para ir a trabajar cuando escuchó que aplaudían fuera de su casa. Al salir se encontró con un policía que le preguntó si ahí vivía Norma Noemí Guernica a lo que respondió que era su mujer. “Entonces usted es el padre de Cristian Agustín Domínguez” indicó el oficial. Ante la respuesta afirmativa, el uniformado le dijo que su hijo había fallecido y el Comisario mandaba que se presente en la dependencia policial. Pedro Domínguez respondió que iba por su cuenta y entró a la casa para avisar a la familia. Tras prepararse y salir de la casa para ir a la Comisaría se encontró con que el patrullero seguía afuera y el uniformado insistía en llevarlos.

Siguiendo con su relato, el padre afirmó que en el viaje le preguntó al oficial la causa de la muerte a lo que se le contestaron “se mató con el cinto”. Tras pedir disculpas al tribunal por la expresión que usaría, Domínguez dijo que le respondió “no se suicidó, lo mataron ustedes hijos de puta”.

Una vez en la Comisaría, comentó que lo recibió el Comisario Miguel Ángel Chayle, quien le informó que lo habían detenido por “disturbios en la vía pública” y llevado al calabozo de contraventores donde se suicidó. Domínguez afirmó que trató al Comisario de mentiroso y al reclamar ver el cuerpo se le respondió que ya había sido llevado a la morgue. Al ver luego el cuerpo de Cristian en el funeral, afirmó que no encontró macas de ahorcamiento y decidió buscar justicia por su hijo.

Pedro Domínguez señaló que policías le insistían en que desista, “que no hiciera esto, llegar a juicio”. En aquellos encuentros participó la Jefa Distrital de Berisso Adriana Bustich e incluso el ex jefe de la policía Juan Carlos Paggi que en aquel entonces estaba al frente de la Jefatura Departamental La Plata, y deberá presentar testimonio en las próximas audiencias. Recordando el encuentro con el ex jefe de la policía, señaló que el mismo le manifestó que no le temblaría la mano para avanzar en la investigación, a lo que Domínguez señaló haberle respondido “usted se va a caer de cómo va a temblar, no van a investigar”. Por sugerencia de amigos de su hijo, Pedro indicó que se dirigió a Rosa Bru, quien con la asociación lo ayudó a llevar la causa hasta el día de hoy.

El resto de la audiencia giró entorno de la vida de Cristian y los últimos meses antes de su muerte. Entre el testimonio del padre y luego de la madre, Norma Noemí Guernica, fueron reconstruidos. Señalaron que su hijo vivía junto a su mujer con quien tenía una hija de dos años, con quien pasaba el tiempo libre. Pedro Domínguez señaló que desde los 15 años le enseñó al hijo su oficio, la gastronomía, y del cual Cristián viviría trabajando en varios bares, restoranes y cafés.
Los padres narraron que su hijo tenía problemas con el alcohol, y que al borde de perder su mujer e hija pidió ayuda. Fue así que lo internaron durante 30 días en una clínica y al salir lo recibieron en su casa. La madre indicó que el psiquiatra le encomendó una serie de medicamentos para tratarlo que debían controlar que los tomara.

En el momento que la defensa estuvo a cargo del interrogatorio insistió a Pedro Dominguez y a Noemí Guernica con preguntas sobre la internación en la clínica, en la medicación que se le había prescripto, la regularidad con que la tomaba, quién se la suministraba, quién la compraba, en si tuvo o no recaídas, en si alguna vez había manifestado la intención de suicidarse. Además, la defensa apelaba a contradicciones anecdóticas y recurrió constantemente a supuestos para formular preguntas, lo que recibió la atención reiterada del presidente del tribunal, Ernesto Doménech.

Pedro Domínguez recordó que la noche del 4 de febrero, Cristian le pidió permiso para ir al ciber siendo la última vez que lo vió. La madre señaló que lo cruzó en la puerta de la casa cuando él salía. Ella le insistió en que se quedará en la casa a ver una película, pero él le respondió que iba al centro.

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