Julio López
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Militarización del conurbano
Por reenvío red eco alternativo - Saturday, Aug. 11, 2012 at 9:23 AM

Denuncian la presencia de efectivos de distintas fuerzas de seguridad en villas y zonas carenciadas de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, en el marco de un plan lanzado por el gobierno nacional con el supuesto objetivo de favorecer el desarrollo integral de personas en situación de vulnerabilidad social.

(Red Eco) Argentina – La presidenta Cristina Fernández lanzó en 2008, el Plan Nacional de Abordaje Integral (Plan AHÍ) que continúa implementándose en la actualidad a partir del trabajo conjunto del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, que integraban originalmente lxs ministrxs de Desarrollo Social, de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, de Educación, de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de Salud, de Economía y Producción, de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Vale remarcar que en 2008 aún no existía el Ministerio de Seguridad que coordina Nilda Garré y que hoy forma parte también del Consejo.
Ninguna de las 60 líneas de acción que se enumeraban en el decreto 621/2008 (con fecha 11 de abril de 2008), hacía referencia al rol que jugarían las fuerzas de seguridad, ni el envío de efectivos a barrios y zonas carenciadas del país. Sí se señalaba que entre los objetivos específicos del Plan “se encuentra el de mejorar la calidad de vida de las comunidades a través de la realización de obras de urbanización, infraestructura y servicios públicos”, y que se buscaba favorecer “el Desarrollo Integral de las personas, familias y comunidades, priorizando las zonas en situación de alta vulnerabilidad social, localidades rurales, parajes, población dispersa, grandes aglomerados, comunidades étnicas, a través de un trabajo conjunto entre los Ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social de la Nación junto a los distintos actores de la comunidad”.
Ahora bien, desde varios sectores políticos y sociales advierten que en el marco de este Plan se está llevando adelante una militarización de villas y zonas vulnerables. Es decir, se está dando una importante presencia de efectivos de distintas fuerzas bajo la supuesta realización de tareas como la instalación de puestos móviles de asistencia sanitaria a través del Ministerio de Seguridad, el envío por parte del Ejército de tropas a cuatro barrios pobres de la localidad de San Martín, de equipos de la Armada a la Villa 31 de Retiro, o el despliegue de la Fuerza Aérea de un hospital de campaña en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores.
“Cuando se habla de militarización nos estamos refiriendo a una intervención y control militar sobre lo que es todo el desenvolvimiento social y político de una comunidad. Y empieza con una presentación de estas fuerzas como fuerzas pacifistas cuando en realidad son de ocupación. (…) Después se va naturalizando esta presencia, y luego los controles y la intervención directa de estas fuerzas pasa a ser una cuestión normal”, aseguró Ismael Jalil, integrante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), en una entrevista realizada por el programa de FM La Tribu “Los Locos de Buenos Aires”.
Y es en este sentido que puede interpretarse el discurso que la presidenta Cristina Fernández brindó la semana pasada en el marco de la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas: “También quiero especialmente agradecer tareas que han venido desarrollando, en estos últimos tiempos, de inclusión social, de ayudar a la inclusión social, conjuntamente con otras áreas del Gobierno, como el ministerio de Seguridad, como el ministerio de Desarrollo Social, que han trabajando y están interviniendo en nuestras villas precisamente para participar activamente no en tareas de seguridad interna, que por supuesto le están vedadas por la Ley de Defensa, pero sí en las tareas en que todo argentino – vista uniforme o no vista uniforme – está obligado a hacer si tiene buen corazón de argentino y que es ayudar en las tareas de inclusión social. Quiero también agradecer a la Fuerza esa colaboración que yo creo que debemos ir articulando cada vez más y mejor, como lo hemos hecho, lo estamos haciendo y lo vamos a seguir haciendo en la otra área que era la ciencia y la tecnología”.
La Ley de Defensa a la que hace referencia Cristina Fernández forma parte de una legislación nacional que prohíbe la intervención en materia de seguridad interior de las fuerzas armadas; pero la presencia de efectivos en zonas necesitadas bajo el fundamento de objetivos loables genera, según explicó Jalil, que empiece a ser común “el ejercicio de actividades vinculadas a la seguridad interior aún en violación de la propia ley de la cual se ufanaron muchos de que no se iba a violar”.
Para Jalil, estos planes y medidas deberían contextualizarse con “algunas cuestiones que vinieron pasando casi desapercibidas, como la instalación de bases estadounidenses en el continente”: “Me parece que esto es un claro ejemplo del seguimiento de una política en materia de represión interior que sigue los dictados de Estados Unidos. Esto que nosotros estamos viendo acá, tras la falsa imagen de policía o fuerzas armadas pacificadoras, comisiones subsidiarias de defensa civil, de apoyo a la comunidad, responden en realidad al criterio de fuerzas de ocupación, como un paradigma bélico mundial que se instaló desde hace un tiempo (…) y que implica la literal destrucción total de aquellos lugares que pasan a ser factores de posible conflicto social”, señaló.
Jalil afirmó también que desde los Estados Unidos se alienta permanentemente el uso de la seguridad interior en consonancia con una campaña de pánico social que se va instalando y que busca re-legitimar las fuerzas armadas, totalmente desprestigiadas: “Estas imágenes candorosas de que van a prestar asistencia médica, las fotos que muestran de soldados que van entregando vasitos de leche, en realidad lo que están haciendo es recomponer el poder de fuego de un Estado, y no es casual que sea en este preciso momento donde hay un aumento de la conflictividad social, lo que están planteando concretamente es la posibilidad de responder ante cualquier levantamiento”, manifestó Jalil en “Los Locos de Buenos Aires”.
Este tipo de medidas va en una línea similar al Operativo Centinela y los planes Cinturón Sur y Norte, a través de los que la cartera de Seguridad envió 9200 efectivos de Gendarmería y Prefectura a villas del conurbano y barrios de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. En este sentido, desde Correpi informaron que han estado recibiendo consultas porque en barriadas de Morón los chicos ya tienen naturalizado e internalizado que en determinados lugares sólo les puede pegar la Gendarmería. Una clara demostración de la función de esta fuerza y de lo que también puede estar ya pasando en las zonas donde la presencia policial y militar se ha incrementado.

Fuentes: Los Locos de Buenos Aires (FM La Tribu) / PTS / sitios web de Presidencia de la Nación y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

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