Julio López
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Por la pista del encubrimiento
Por Indymedia La Plata - Monday, Aug. 13, 2012 at 1:58 AM

Mientras que la primera semana del juicio estuvo marcada por la declaración de los peritos médicos, quienes determinaron que se trataba de un homicidio y no de un suicidio, la segunda lo estuvo por el reclamo de la Asociación Miguel Brú (AMB), y de la familia de Domínguez, para que se devele el encubrimiento y la complicidad detrás del hecho. Éste lunes 13, continúan las audiencias en los tribunales de La Plata, en 8 entre 56 y 57.

En el juicio oral, que comenzó el 30 de julio, se juzga a Luciano Príncipi, Germán Cernuschi y Víctor Gómez por “tortura seguida de muerte”, y al ayudante de guardia, Leandro Antonelli, acusado por encubrimiento y falsedad documental. Christian Domínguez habría sido asesinado en la Comisaría Primera de Berisso, el 5 de febrero de 2005. La causa estuvo plagada de irregularidades que contribuyeron al intento de ocultar cómo ocurrió la muerte de Christian, y que posibilitaron que, según declaró la mamá de la víctima al portal de la AMB, luego “se arme la escena del crimen con la versión policial de que mi hijo se suicidó”.

Una de las novedades de la semana, fue que el TOC n° 3, integrado por Ernesto Domenech, Florencia Butierrez y Liliana Torrisi, resolvió no llamar a declarar a quien estaba a cargo de la fiscalía de turno en ese momento, Luciano Heredia. La Defensa apoyó esa decisión. Mientras, Pedro Domínguez, padre de la víctima dijo, en conversación con Indymedia La Plata, que el testimonio de Heredia era “importante” para la fiscal Rosalía Sánchez, “porque es la única forma para determinar si, como dicen los policías y el comisario Chayle, el fiscal les dio la plena autorización para que ellos pudieran hacer todas la actuaciones correspondientes respecto a la muerte de mi hijo”.

Según declaraciones de Rosa Brú, vicepresidenta de la AMBRU, a través del portal de esa Asociación: “Esperamos que los jueces garanticen que se rompa el pacto de silencio para desentrañar como se armó la versión policial del supuesto suicidio. Es necesario que en el debate se brinden las garantías para que se cumpla con el derecho de la familia y la sociedad a saber la verdad. Y esto va ser posible si se profundiza sobre las gravísimas irregularidades que cometió la policía, en connivencia con el Ministerio Público Fiscal, y se desentraña la red de encubrimiento”. Cabe recordar que de la causa fueron removidos tres fiscales debido a distintas irregularidades.

En tanto, uno de los testimonios claves de la semana fue el de un hombre que estaba demorado en la madrugada en que ocurrió el hecho. Afirmó que escuchó cómo un hombre gritaba “me pegás porque estoy esposado” y pedía que lo soltaran. Y relató cómo, a la mañana siguiente, personal policial entró a la celda y les dijeron a todos los detenidos: “acá no pasó nada… el que llega a saber trate de no decir nada porque pueden perjudicarnos”.

Por su parte, otro hombre que estuvo detenido en esa comisaría, pero hasta el 4 de mayo de 2005, había pedido custodia para él y su familia, y que no estén los imputados al momento de declarar, ya que había recibido amenazas cuando en una ocasión anterior fue citado para declarar por la fiscalía.

Los testimonios de los policías

“Hasta el día de la fecha todos los que han declarado han dejado falencias, mayormente los policías que estaban esa noche”, afirmó Pedro Domínguez. Así, el testimonio de Raúl Roberto Rodríguez, uno de los policías en funciones en la 1° de Berisso la noche del 5 de febrero de 2005, estuvo plagada de contradicciones, lo que generó dudas en la partes. Sin embargo, finalmente no fue procesado por falso testimonio. Rodríguez fue quien detuvo a la víctima en la calle junto a Príncipi.

Otros policías que cumplían funciones el día de la muerte de Christian, y que declararon, fueron Héctor Rivas y Juan Carlos Aleman. En su testimonio, Rivas dijo que vio cuando Domínguez entró detenido en la Comisaría 1° por Rodríguez, y que ese agente le habría dicho que “iban a ver por qué lo ingresaban”. Rivas declaró, además, que modificó el libro de guardias porque “quería ver si figuraba todo tal cual había declarado, y no constaba”. Por su parte, Aleman atestiguó que Christian había pedido que llamaran a su médico y a su abogado, derecho que no le fue concedido.

Otro testimonio clave fue el del tío de la víctima, policía de la 1°, que ese día no estaba en esa dependencia porque estaba haciendo horas extras en otro lugar. Mario Abelardo Solís, narró cómo los policías involucrados habían omitido avisarle que un familiar suyo había sido detenido. Además, declaró que “no me cerró que no le hayan sacado el cinto” y dijo que Christian era muy alto como para haberse colgado de la puerta de la celda de contraventores.

Por su parte, el papá de Christian dijo, en entrevista con ((I)) La Plata: “Creemos que ya tenemos una ventaja porque ya los peritos dijeron que Christian no se suicidó, que fue un homicidio. Lo que sí falta comprobar es quién es el autor material, y quiénes los cómplices. No hay que olvidarse que Christian medía 1,78 y pesaba 78kgs. Una bolsa de cemento pesa 50 kg, y a los albañiles que tienen experiencia les cuesta levantarlo; imagínese para levantar 78 kg, un peso muerto y colgarlo de 1,80mtrs. Hay participación de una o dos personas más”.

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