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La policía judicial contra la “demagogia punitiva”
Por Indymedia La Plata - Monday, Aug. 13, 2012 at 11:29 AM

Rodrigo Pomares, Director del Programa de Justicia y Seguridad Democrática de la Comisión Provincial por la Memoria continúa introduciendo en el proyecto de ley para la creación de la policía judicial. En esta segunda entrevista realizada por Indymedia La Plata cuenta el lugar de las organizaciones sociales y el golpe que representaría este nuevo cuerpo a la Policía de Buenos Aires.

Indymedia La Plata: ¿Qué lugar le cabe a la sociedad civil en la policía judicial?

Rodrigo Pomares: Más que el rol de la sociedad civil, nos planteamos el rol de otras estructuras del Estado y otras estructuras que no son propiamente ONG; las estructuras de la sociedad en general. Porque no consideramos esa idea de los noventa de constituir las políticas públicas a través de la ONG, creemos que lo que hay que hacer es reforzar el rol del Estado, la intervención es el deber del Estado no de las ONG. Pero es fundamental que intervengan otros actores en instancias de propuestas, monitoreos, relevamientos, aportes concretos al control de la experiencia de la policía judicial. Se han dado fundamentalmente dos instancias, la de la audiencia pública para que puedan participar actores de la sociedad en general, y la creación del observatorio de la policía judicial que se constituyó en el ámbito del poder legislativo y se prevé que se incorporen actores de la sociedad civil en general: sindicatos, instituciones públicas o privadas, académicos que tengan un interés particular en el seguimiento de la policía judicial. El observatorio puede llegar a ser en gran medida, uno de lo reaseguros de cómo continúe la experiencia porque está previsto que sea un observador pero con funciones de hacer aportes concretos, diagnósticos pero también con sugerencias a la conducción estratégica de este cuerpo.

((I)) LP: ¿Cuáles son las diferencias entre el discurso de seguridad que pregona el proyecto de ley con el que hoy domina el sentido común?

R.P: La construcción de esa demagogia punitiva tiene que ver en primer lugar con una simplificación del fenómeno del delito, creyendo que sólo tiene que ver con los hechos delictivos puntuales y aislados, focalizado en los delitos de la sociedad civil y no del Estado. Está basado en una lógica bélica, digamos una lógica donde a través de construir un escenario violento desde lo simbólico, magnificar el escenario violento en la provincia y en el país, se combinan una serie de discursos muy efectistas, respuestas fáciles a situaciones complejas que desencadenan en políticas públicas a través de discursos simples.
La demagogia punitiva se construye a partir de eso, el aumento de penas de forma genérica, la limitación de las excarcelaciones, la constitución de la cárcel como un depósito humano, la convalidación de estas prácticas del Estado, la linealidad en pensar que el respeto a las garantías o el respeto a los derechos humanos es un límite para la investigación del delito.
Esto último es una concepción errada porque el Estado democrático, después de haber reconocido y haber incorporado un sistema de promoción, protección y defensa de los derechos humanos ya no es noción válida respetar o no respetar; con lo cual eso es la primer gran falacia del discurso de la demagogia punitiva, el Estado tiene la obligación de respetar y construir, a partir de eso, todas las políticas de Estado.
Ese contrapunto entre esa propuesta de seguridad democrática contra la seguridad punitiva tiene que ver fundamentalmente con recuperar varias cosas, una de ellas pensar a las estructuras del Estado como estructuras democráticas, como estructuras que respeten derechos. Permite pensar que el no aporte del Estado a la violencia reduce los niveles mismos de violencia, con lo cual la sociedad necesariamente va a vivir mejor, es una ecuación que hay que empezar a construir y desarmar ese sentido común muy arraigado.

((I)) LP: La policía judicial propone ser un golpe directo al autogobierno de la policía,¿ esto es posible en tanto el sistema judicial convive y muchas veces es cómplice de la policía?

R.P.: Partimos de la base de que ninguna reforma legislativa de por si es la garantía de ningún cambio de paradigma, es un aporte a ese cambio y lo pensamos con dos vertientes.
Una es crear ese organismo de investigación profesionalizada en la investigación fundamentalmente de aquellos delitos que en la provincia no se investigan. Tiene que ver con delitos complejos donde hay estructuras delictivas que regulan o que generan o fomentan el delito; delitos de corrupción donde están involucradas las estructuras políticas; y delitos cometidos por las propias fuerzas de seguridad, policiales y penitenciarios. No va a modificar a los sectores pobres. Probablemente todos los que ingresan por la intervención policial de la policía bonaerense van a seguir entrando, pero creemos que es un quiebre en la posible direccionalidad que el Estado tome en la investigación de delitos, redireccionar hacia redes de delitos.
Nosotros creemos que a parte de la creación de la policía judicial, todo esto tiene que ser parte de un debate mucho más grande que es la reforma estructural de la policía bonaerense, y reformas estructurales también en el poder judicial. Entendemos que este es un proyecto que lo que hace es poner en tensión la necesidad de generar esas transformaciones. Entonces, a la vez que consideramos que no va a ser un proyecto que de por si desde el primer día genere una transformación de las lógicas del poder judicial, si es un aporte a pensar diferentes lógicas.
Por otro lado es tal vez un aporte a reorientar las responsabilidades, porque así como los fiscales delegan constantemente la investigación en la policía bonaerense, también hay una tendencia muy fácil de atribuir todas las responsabilidades a la policía bonaerense, ganada pero a la vez como una forma de desligar responsabilidades a otros poderes del Estado. Entonces a la vez que se leda una herramienta fuerte al Ministerio Público para investigar, se le da también un compromiso y se le quitan unas excusas muy habituales como “no tenemos personal”, “no podemos investigar de forma independiente”, “tenemos que caer en la delegación de la policía bonaerense porque no hay otra fuerza”.

((I)) LP: A partir de la experiencia de la estructura de la Policía Bonaerense, ¿cómo se piensa la estructura de la Policía Judicial?

R.P.: La primera diferencia es que está constituida por civiles, se la piensa como una estructura no militarizada, una estructura que tiene una conducción pero que no es una conducción con tintes militares. La elección en base a concursos de antecedentes, médicos, de oposición, con la incidencia o posibilidad de participar de la sociedad civil para impugnar o para avalar, con una audiencia pública en el senado que posibilite eso. Eso es una gran diferencia.
La estructura de la policía bonaerense esta construida en base fundamentalmente a dos sectores monolíticos que con la gestión de Arslanina un poco se modificó pero la nueva gestión, con Scioli, volvió al viejo esquema que es tener un escalafón de oficiales y suboficiales, es decir dos escalafones, uno de tinte monárquico que conduce y tiene las atribuciones de conducir la fuerza y otro de tinte plebeyo que son los que día a día trabajan y reciben las órdenes. Quienes están en un escalafón no pueden acceder al otro, ya desde su origen, por lo cual lo que hace eso es estamentar dos sectores.
Nosotros en contraposición a eso proponemos una carrera de la policía judicial, que oriente la creación de un instituto de formación y capacitación que permita que quienes ingresan a este organismo de investigación, puedan ingresar a una carrera que habrá que crear y definir reglamentariamente sus reglas, sus escalafones, pero que quien ingresa tenga la posibilidad de ir profesionalizándose y acceder a diferentes instancia de la carrera en base a la profesionalización. Eso en la estructura de la policía bonaerense no existe.
Después hubo varios debates pero nos inclinamos a pensar que la estructura tiene un director, un subdirector y después secretarios por temáticas. Un director que la conduce y un director de ciencia, técnica e investigación y un director de capacitación de formación. Hubo diferentes variantes, pero finalmente quedaron como dos estructuras grandes que son la de la capacidad y formación, y la de investigación y la parte forense. Esa estructura nosotros consideramos que no podía ser una estructura monolítica, que había que pensar incluso tal vez como una forma de generar nuevos debates en la provincia, pensando otras funciones, u otras estructuras de Estado, que tenían que tener un plazo concreto de su gestión, que no podían ser elegidos una vez y para siempre como suele suceder hoy en día en las mayorías de estructuras del Estado, aquellas que son electivas. Por eso pusimos un plazo de gestión de seis años
La estructura policial es otra cosa porque lo comisarios, jefes policiales, mantienen siempre su postura más allá de que salgan de una jefatura y entren en otra. Pero sacando las estructuras que tienen una dinámica de duración temporal, otras instancias, perduran en el tiempo sin demasiada posibilidad de que las personas que han sido designadas en un momento como una estructura de Estado, puedan ser removidas o tengan que dar explicaciones.
Ese es otro punto también bastante diferenciado con este organismo donde se generan instancias de controles de gestión e instancias de presentación de informes de gestión. Esta estructura a través de la procuración, titular de un ministerio público que va a ser el que tenga que dar explicaciones porque esas instancias van a existir o tienen que existir. Una instancia donde se expliquen cuáles van a ser las políticas estratégicas de desarrollo de ese organismo, y explicaciones más periódicas sobre cómo se va avanzando hacia esa política más estratégica. Anualmente va a tener que dar explicaciones y cada cinco años va a tener que presentar un informe estratégico de gestión. Y esto va ser en el marco de audiencias públicas en el senado, con lo cual de alguna manera coloca a quienes tienen que llevar adelante esto en un cierto compromiso de dar explicaciones sobre el funcionamiento. La gran diferencia que existe con la estructura de la bonaerense es que es una estructura democrática, fuertemente democrática. Todo el ingreso esta previsto con controles concretos y a parte con instancias de concurso, de formación, y de capacitación. Hay un fuerte hincapié en todo eso.

((I)):¿Qué lugar le queda a la policía bonaerense?

R.P.: El lugar de la policía bonaerense va a seguir siendo el mismo hasta que no se reforme estructuralmente. La policía judicial está pensada para intervenir en algunos delitos, no en todos, fundamentalmente en aquellos que tienen que ver con delitos complejos; por lo tanto todo lo que es flagrancia u otros tipos de delitos van a ser investigados por la policía bonaerense. Tal vez en alguna instancia no, y ojalá que así sea, que la policía administrativa pueda aportar a las investigaciones. Nosotros creemos que no solo va a modificar una intervención diaria de la policía, sino que va a ser un debate mucho más amplio, modificación de lo cultural en este cambio de paradigma. Hay un trabajo muy grande en lo que tiene que ver con el cambio de los sentidos comunes, en eso no solo sirven las reformas legislativas; sirven si hay un debate serio un debate que se abre a la sociedad; pero si las leyes no generan esas instancias pueden ser buenas intenciones. Entonces nosotros nos encontramos involucrados en esta creación y su implementación. Bada permite pensar con certeza que la experiencia va a ser brillante, pero tampoco creemos que haya que pretender que los resultados sean al día siguiente que se promulgó la ley. Por su puesto que todo esto requiere compromiso de explicarle a la sociedad claramente cuáles son los objetivos, cuáles son los límites, cómo se va desarrollando la experiencia. También puede ocurrir que los reclamos sociales empiecen a exigirle cosas a la policía judicial que en realidad no puede hacer.

((I)) LP: Digamos que va en contra del reclamo de las movilizaciones por la inseguridad que piden más policías en la calle…

R.P.: Claro, en realidad no va a tener una función de prevención, no va a haber más policias en la calle, va a haber un cuerpo de policías investigando pero no se los va a ver, no van a estar circulando por la calle. Por eso hay que hacer un corte intermedio en esta incomunicación, porque no se van a ver. Se van a ver los resultados cuando en una investigación como la de Candela no haya una actuación vergonzosa como la que hizo el poder judicial, los fiscales, la policía bonaerense. Esos van a ser los resultados palpables, cuando en un caso de violencia policial se llegue a constituir pruebas suficientes para que se constituya una investigación seria para determinar si hay o no torturas policiales, si hay complicidades o no en el armado de causas, si hay estructuras policiales o políticas que fomentan el delito, si hay realmente redes en la provincia que con cierto nivel de logística y complicidad son las que administran ciertos tipos de delitos. Cuando se cambie la ecuación de que el único delito que se persigue es el robo amateur, el robo con arma, el de los sectores populares; cuando vaya a esos tipos de delito que existen pero que no se investiga, ese va a ser el día que se vea la efectividad de la policía judicial. Si eso no ocurre quiere decir que ese cuerpo especializado en la investigación no funciona.

((I)): ¿Qué otros casos, como el de Candela, surgen al momento de pensar la policía judicial?

R.P.: Yo creo que todo… la pseudo investigación del caso de López. Ese caso estuvo investigado por la policía bonaerense durante los primeros tiempos de instrucción cuando la causa estaba en provincia y gran parte cuando pasó al fuero federal. A uno le sugiere pensar que si existiera un cuerpo de investigaciones complejas permitiría dos cosas: una es apartar a una fuerza sospechada y la otra es investigar con elementos técnicos, científicos y con líneas de investigación puntuales y concretas. En este caso había muchísimas hipótesis, no se siguió correctamente ninguna. Cuando se necesitaban elementos técnicos puntuales no aparecían por ningún lado, la policía federal no los tiene, la policía bonaerense no lo tiene o no los da. Muchos casos se frustran por no poder llevar adelante investigaciones que requieren un gran nivel de tecnología, de especialización, de profesionalización. El no haber llegado a la verdad en esta investigación por López, es una deuda bastante fuerte para la justicia.
Hay miles de casos, todo lo que tiene que ver con apremios, torturas y demás que involucra a la fuerza policial en general. Tarde o temprano la delegación fiscal termina cayendo en que no hay protocolos claros, con que no hay metodologías de investigación que permitan llevar adelante la investigación de delitos que son complicados por algunas cuestiones, muy fundamentales como porque ocurren en lugares cerrados donde quien tortura es quien tiene la escena del hecho y el poder para modificarla, para encubrirla; ahí hay que llegar con una investigación más metodológica. También los delitos de corrupción en general, en su momento se había creado una fiscalía especializada en delitos complejos y corrupción y uno va a esa fiscalía y no hay un caso que se haya elevado a juicio.
La policía judicial tiene que ver con la posibilidad de un cuerpo específico independiente que siga esas investigaciones y lo haga con seriedad.

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