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“Descartamos de nuestro lenguaje la palabra seguridad”
Por Indymedia La Plata - Tuesday, Aug. 21, 2012 at 1:08 AM

Azucena Racosta es integrante de la organización “La Cantora”, que diariamente denuncia las torturas y muertes dentro de las cárceles, así como la corrupción de quienes las gerencian. En entrevista con Indymedia La Plata acercó la visión de la organización acerca de la Policía Judicial e introdujo en el debate sobre políticas de seguridad y garantías. “Nosotros pensamos y construimos discurso con nuestra clase y desde este lado las cosas se ven distintas” afirma Azucena.

Foto: http://www.lacantora.org.ar/nota.php?idnota=1206

“Descartamos de nues...
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Indymedia: ¿Qué visión tiene La Cantora acerca del proyecto para la creación de una Policía Judicial?

Azucena Racosta: No hay gobierno en el mundo que baje los recursos a ninguna agencia de investigación ni policiaca que este destinada a investigar el gran crimen. Nosotros no tenemos expectativas con la policía judicial. Puede ser desde lo teórico un anuncio interesante pero descreemos absolutamente que la provincia de Buenos Aires pueda hacerlo porque no lo han hecho países del primer mundo. Nosotros creemos que va a ser parte de la industria de la pobreza, de la seguridad, de la corrupción, parte de crear como fuente de trabajo una estructura de control social más de las tantas existentes.

Solo la Bonaerense tiene un ejército de 45.000 hombres, si no creció en los últimos tiempos, y el Servicio Penitenciario Bonaerense, alrededor de 30.000. Organizados en mafias poderosas, es de público conocimiento que la Bonaerense es socia del narcotráfico, de la prostitución, de los desarmaderos, hasta de los ginecólogos y las parteras que hacen abortos clandestinos.

Si todavía no se ha tomado la decisión política de erradicar esas mafias no tengo por qué creer que una nueva estructura policíaca también, más allá de las características que dicen que va a tener. ¿Quién va a sostener económicamente esa cuestión? ¿Con qué recursos? Si el gobierno de la provincia no ha promovido ni ejecuta la ley de Promoción y Protección de la Niñez porque no pone recursos, porque los recursos no están, ¿cómo voy a creer que el gobierno tiene recursos para sostener la policía judicial?

Creo que es una estructura más que le va a dar trabajo a los profesionales jóvenes de los que tanto se habla pero no va a investigar el gran delito. Va a haber un grupo de profesionales jóvenes que va a tener un salario, pero no creo que esos jóvenes que tengan un salario, digno tal vez, persigan el gran crimen porque no van a tener los recursos.

((i)): ¿Cuáles son los límites para llevar a cabo esta agencia?

AR: Se va a topar con algo muy concreto: para ejecutar una ley hay que tener dinero y esta es una de las leyes más caras. Entonces yo me pregunto, si no hay dinero para la prevención, por ejemplo para proteger a la niñez en la provincia, para proteger a los enfermos mentales que viven en cárceles psiquiátricas, que son iguales o peores que las cárceles comunes, ¿cómo voy a creerme que esta ley va a erradicar el gran crimen? Si no hay dinero para que estos jóvenes que hoy van a la cárcel y que han sido maltratados por el Estado ya que les ha violado todos sus derechos y se los sigue violando, si no están los recursos en Desarrollo Social para que estos niños tengan lo que les corresponde, ¿cómo me voy a creer que Scioli va a poner dinero para una ley que necesita miles de millones?

((i)): ¿Qué creen que va a suceder con este cuerpo?

A.R: Esa estructura es un rubro más del negocio de la seguridad y de la industria de la pobreza. Esto dice La Cantora: El gran crimen necesita de decisiones poderosas, las mafias no se abortan con el Código Penal, se abortan con decisiones políticas fuertes.

Todo el aparato punitivo es un sistema de control para los más vulnerables. No controla el narcotráfico, no controla la corrupción, no controla al delito de guante blanco, al delito económico que produce tantas víctimas. La policía judicial es una fuerza que tendría que manejar mucho dinero, incluso tendría que manejar más dinero del que maneja el narcotráfico paran poder investigar, y esto no va a ocurrir porque el narcotráfico maneja más dinero que el gobierno. Lo que no se blanquea es qué va a investigar la policía judicial, a quién, ¿a un fiche de la cárcel de Magdalena? Si para denunciar a un fiche de la cárcel de Magdalena que torturó, maltrató, abusó o mató a un detenido no necesitamos a una policía judicial, estamos nosotros. Lo que necesitamos ahí son fiscales honestos, son jueces probos que condenen porque las denuncias las tiene. Pero mientras sigamos conviviendo… ahora el Comité Contra la Tortura convive con la torturadora que lidera el SPB, ¿la policía judicial que propicia el Comité la va a investigar a Florencia Piermarini por los delitos de los que ya es responsable siendo jefa del Servicio? Sin embargo, estaba en la presentación del Informe, yo lo veo como grandes contradicciones. A una persona responsable como Piermarini no se la denuncia, se le informa que hay 7000 hechos de violencia en un año. Es un disparate.

Yo no me puedo creer lo de la policía judicial, no puedo creer que Scioli realmente quiera investigar, cuando ha redoblado los esfuerzos de los peores de la provincia, ha redoblado los esfuerzos de Duhalde que es mucho decir.

Lo que está castigando fuertemente a la provincia de Buenos Aires es la pobreza, cuando se resuelva este problema con políticas públicas que apunten a la dignidad humana yo voy a poder creerlo, pero mientras que sigan construyendo cárceles, alcaldías, institutos de menores…

Sobre “Vatayon militante” y las salidas transitorias

((i)): En relación al rol de los medios, ¿estamos presenciando un nuevo embate, esta vez contra las salidas transitorias?

A.R: Eso estuvo siempre, eso es una payasada. Los medios masivos de comunicación se hicieron una orgía con eso porque ya no saben de qué agarrarse para voltear a este gobierno. Eso es correcto, en vez de reprobarlo hay que aplaudirlo, es un proceso hacia la libertad, el proceso de resocialización es para afuera, no para adentro. Cómo queremos que la gente aprenda a vivir en comunidad dentro de una cárcel; la gente aprende a vivir en comunidad con la comunidad. Eso estuvo muy bien, es un grupo parecido al nuestro que hace actividades culturales, que pelea por sacar a los detenidos afuera de la cárcel a hacer un evento. Nosotros hacemos eventos educativos, culturales, académicos, los privados de la libertad vienen con custodia y vuelven a su lugar de encierro y no ha pasado nada, salió todo bárbaro, vuelven contentos. Clarín debería ocuparse de la cantidad de muertos que tienen las cárceles federales, la cantidad de torturados de Etchecolatz que da clases a los penitenciarios para que torturen mejor en Marcos Paz. Eso tiene que denunciar Clarín, no que hay una política pública que puede beneficiar a toda una sociedad.

((i)): ¿Qué opinión tienen acerca de civiles al frente de las fuerzas de seguridad? Hay reformas que plantean poner bajo poder civil las fuerzas de seguridad de la Bonaerense, o la misma policía judicial que se propone conformar el cuerpo con civiles.

A.R: Es un juego de palabras, si no fueran policías no se llamaría ‘policía judicial’; ya estamos mal con el nombre, particularmente nosotros no queremos policías de ningún tipo. Nosotros queremos garantías, estamos en contra del discurso de seguridad, ya sea de la seguridad de guillotina, de la seguridad democrática, de todas las seguridades que se puedan plantear. Lo dijo un criminólogo hace días: hablan de la seguridad que se puede comprar en el mercado, entonces compras un teléfono, compras una reja, compras una cámara. Nosotros hablamos de garantías, una democracia habla de garantías no de seguridad; nosotros necesitamos garantías para la mayoría de nuestro pueblo que no las tiene porque les violaron todos sus derechos.

Es un juego de palabras, no hay civiles en la policía.

((i)): Está Albarracín

A.R: El Subsecretario de política criminal. Claro... bueno, los compañeros dicen que es sí, un criminal. Yo creo que, junto con Florencia Piermarini, es la mano ejecutora de Casal de esa política de mano dura. Solo basta ver lo que pasa en las cárceles y en las comisarías, hay que contar los muertos. Un solo muerto es un desastre pero ellos ni siquiera se mosquean con los cientos de muertos que tienen, con los miles de casos de violencia extrema, de torturas. Todo esto lo lidera Albarracin y Piermarini, los brazos ejecutores de Casal.

Él es es un especialista en ir atrás de los medios masivos de comunicación en manos del poder. Casal tiene un buen negocio que es seguir construyendo cárceles, cuanto más pedido de sangre y encarcelamiento haya en la sociedad, Scioli y Casal resuelven el conflicto de la pobreza con más cárceles.

((i)): Ustedes enfrentan esto con una concepción garantista. ¿En qué consiste?

A.R: Ser garantista implica velar por las garantías constitucionales. Se habla de esto de manera peyorativa, pero cualquier ciudadano de este país fundamentalmente los jueces, los fiscales, los defensores, los funcionarios o los políticos deberían garantizar los derechos que otorgan la Constitución. Sin embargo, muchos hablan mal del garantismo, lo cual implica ser golpista. Por un lado es garantizar la Constitución, y por otro es una cuestión de clase, ya que el establishment condena la pobreza. Nosotros estamos del otro lado, estamos con nuestro pueblo pobre, somos parte de ese pueblo pobre, somos los criminalizados, entonces hablamos de garantías, de todas las garantías que establece la Constitución para que se respeten nuestros derechos. De eso tenemos que hablar, no de seguridad.

¿De qué seguridad estamos hablando? ¿De la que nos proponen los intendentes que hacen negocios con los las cámaras filmadoras? Controla cualquier ciudad de Buenos Aires que están tapadas de cámaras de seguridad y fijate las estadísticas de los robos. La seguridad la piden los ricos. Es una contradicción, piden seguridad para que les cuiden todo lo que se robaron. Nosotros tenemos que hablar de garantías, nos violan todos los días esas garantías constitucionales, el derecho al trabajo, derecho a la comida, derecho a la vida, a la educación, a la salud.

Nosotros no creemos en ningún tipo de seguridad, descartamos de nuestro lenguaje la palabra seguridad; nosotros hablamos de garantías.

Nosotros pensamos y construimos discurso con nuestra clase y desde este lado las cosas se ven distintas. Nosotros vemos y vivimos todos los días las violaciones que el poder real, el poder económico, con la mano ejecutora de los políticos de la provincia de Buenos Aires violan todo el tiempo las garantías constitucionales que debería tener nuestra clase.

((i)): ¿En qué consistió su participación en los foros para el debate de la Policía Judicial?

A.R: En el foro, fuimos a pedir al poder político que tome la decisión política de erradicar a las mafias policíacas y del servicio penitenciario que son el peligro del futuro, son los golpistas del futuro. El poder político sigue nutriendo y dándole el poder de armas y el poder económico a una fuerza que mañana puede golpear a esta democracia que tanto nos costó conseguir y construir. A eso fuimos al foro, porque creemos que si no se toma esa decisión política, mal podemos seguir armando estructuras policiales ¿Para qué? Si el poder lo tienen los uniformados.

El poder punitivo no puede seguir siendo la resolución al conflicto de la pobreza, no puede ser. Tenemos que comenzar a hablar de la redistribución de la riqueza, tenemos que empezar a dignificar los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, desde la militancia y desde aquellos que queremos el cambio social tenemos que dejar de repetir el discurso de los medios de comunicación. Si nosotros nos escuchamos, las más de las veces terminamos repitiendo el discurso de los grandes medios aunque los criticamos después; los mismos que dicen 'Clarín miente', después los escuchamos pidiendo penas más duras. Hay mucha improvisación y una cantidad enorme de contradicciones, primero tenemos que formarnos, preguntarnos qué queremos y cómo queremos llegar y luego vemos qué políticas públicas vamos a diseñar, pero mientras tanto estamos corriendo atrás de la zanahoria.

El cambio cultural se va dando con otras prácticas ¿Crees que la pena punitiva, la cantidad de años que se le da a una persona para que este en esos infiernos, le va a cambiar la vida a esa persona que te robó la bicicleta? Si te robó la bicicleta antes de entrar a la cárcel, cuando sale de la cárcel te mata. Ese es el rol de la cárcel hoy: destruirte como persona, destruirte como ser humano, convertirte en una máquina de matar. ¿Por qué? Porque al sistema le conviene que dejes de ser un ladrón de bicicletas y pases a ser un asesino.

Yo vi compañeros históricos aplaudir por los 50 años que le dieron a Videla, y lo condenaron con la ley Blumberg. Eso es una gran contradicción para los militantes del campo popular y los derechos humanos. Cuando estamos luchando para voltear esa ley que es anticonstitucional y perversa, aplaudimos cuando se la aplican a Videla y con ese aplauso legitimamos una ley que va contra la vida. Tenemos que ponernos de acuerdo en algún punto, en algún momento.

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