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Impongamos el paro provincial Congreso de emergencia de delegados estatales
Por COR (Corriente Obrera Revolucionaria) - Thursday, Aug. 23, 2012 at 11:34 PM
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La crisis es un problema de clase e impone una discusión programática alrededor de una salida revolucionaria a la misma: la transformación de la matriz productiva del país, la industrialización planificada, la recuperación y el aprovechamiento de los recursos del país para el usufructo de los verdaderos productores, los trabajadores. Esta tarea histórica de liberación nacional, de ruptura de las cadenas que nos atan al imperialismo, se impone como lucha contra la burguesía y su Estado, que defenderán a muerte el privilegio, basado en la matriz agroexportadora, en la superexplotación de sus trabajadores y la expoliación de los recursos naturales.

Impongamos el paro provincial
Congreso de emergencia de delegados estatales

A las exigencias de armonización y recorte del gobierno nacional De La Sota (mientras se reunía con Macri) responde con su plan de armonización paulatina sostenida con una brutal represión.
Los dirigentes sindicales han quedado embretados en la pelea entre dos facciones burguesas de su mismo partido: el PJ. Los delasotistas como Pihen y Dragún no saben de qué disfrazarse, ante un gobierno del que son representantes y funcionarios. Los kirchneristas (Daniele, Leyría), por su parte, se ven obligados a tener que responder a la línea de armonización del gobierno K y a las declaraciones gorilas de sus funcionarios “nacionales y populares”.
La burocracia sindical de los gremios estatales impulsa acciones unificadas, pero no los une el amor si no el espanto a la justa bronca expresada en las masivas movilizaciones realizadas. Quieren llevar esa bronca al callejón sin salida de la Justicia, la misma que, por su carácter de clase y adicta a los gobiernos de turno, persigue y procesa compañeros y ya rechazó los primeros amparos presentados por algunos jubilados.
Daniele debió denunciar que el gobierno nacional y provincial habían politizado la cuestión para luego afirmar que “quieren utilizar a los sindicatos para hacer política. Nunca hemos permitido que entre la política a los sindicatos y no lo vamos a permitir ahora.” Es decir, utiliza el mismo chamuyo de todos los burócratas sindicales peronistas de que los trabajadores sólo debemos hacer sindicalismo y que la política en todo caso sólo la pueden hacer ellos como funcionarios o legisladores de alguna de las facciones patronales en pugna: Pihen legislador de DLS; Dragún su Ministro de Trabajo; Nebreda diputada K; Clavijo legislador juecista.
Asambleas en cada escuela y repartición que impongan a todos los sindicatos estatales la inmediata convocatoria a un Congreso de emergencia de delegados elegidos en asamblea y mandatados que discuta un programa a la altura del ataque y las medidas de acción para imponerlo.
En Córdoba se suceden las suspensiones en automotrices, están de paro los trabajadores de la limpieza de numerosas escuelas por que no les pagan, los petroleros convocan a un paro ante la “tasa vial” del gobierno. Marchemos a la CGT para imponer un paro activo provincial(de los trabajadores estatales, de servicios y del sector privado) y un plan de lucha de todo el movimiento obrero contra el ataque patronal, en repudio a la represión y por la libertad y desprocesamiento de los compañeros detenidos.
Este plan de ataque sólo pasa con represión. Hay que imponer en cada sindicato la organización de la necesaria autodefensa.
Que las CGT’s y las CTA’s convoquen ya al paro nacional en solidaridad con la lucha de los trabajadores de Córdoba y ante el ataque que sufrimos los trabajadores en todo el país.
Pero no basta con asambleas y medidas de fuerza. Las mismas deben servir para sostener una salida independiente de la clase trabajadora: un programa obrero de salida a la crisis. Contrariamente a lo que dice Daniele y toda la burocracia sindical, los trabajadores debemos hacer política y meter de lleno la discusión política en nuestras organizaciones sindicales. Los dirigentes sindicales de los gremios estatales se han unido TODOS tras un programa de 19 puntos que plantea sólo algunas reformas parciales para hacer frente a la crisis. Debemos luchar contra la ley 10078 de DLS y contra la línea de armonización del gobierno nacional; por el 82 % móvil real para todos los jubilados; la reapertura de la discusión salarial y un salario igual a la canasta familiar indexado mensualmente; el pase a planta de los contratados y monotributistas; el rechazo al desmantelamiento de hospitales y al plan de privatización y tercerización de DLS; la necesidad de imponer una paritaria estatal única con delegados paritarios elegidos en asamblea; la lucha contra el impuesto al salario y por asignaciones familiares para todos los trabajadores, etc. Pero estas tareas inmediatas e imprescindibles dentro de la orientación política para la clase obrera, deben ser parte integral de una posición programática. Al programa de la patronal, del gobierno y al programa de tibias reformas de la burocracia sindical hay que oponerle un programa obrero de salida a la crisis que amenaza con un descalabro completo de la economía: una ola de cierre de empresas, de desempleo, de hambre que se suman a los graves problemas de vivienda, salud, educación que sufren millones de trabajadores.
La crisis es un problema de clase e impone una discusión programática alrededor de una salida revolucionaria a la misma: la transformación de la matriz productiva del país, la industrialización planificada, la recuperación y el aprovechamiento de los recursos del país para el usufructo de los verdaderos productores, los trabajadores. Esta tarea histórica de liberación nacional, de ruptura de las cadenas que nos atan al imperialismo, se impone como lucha contra la burguesía y su Estado, que defenderán a muerte el privilegio, basado en la matriz agroexportadora, en la superexplotación de sus trabajadores y la expoliación de los recursos naturales.
El problema de los “recursos”, de nuestras condiciones laborales, de los despidos, como la crisis que atraviesa el sector de la salud y educación, no serán resueltos ni por Tomada, la Legislatura, ni por el dictamen de algún juez. La solución está íntimamente ligada a transformaciones profundas, a la expropiación de los grandes terratenientes y de la gran industria. Las agrupaciones, listas y delegados y activistas combativos tienen en sus manos la posibilidad de impulsar una política independiente de la burocracia para enfrentarla en el seno de los sindicatos no sólo oponiéndoles métodos opuestos como las asambleas, sino política y programáticamente. Lamentablemente la izquierda, que tiene militantes e influencia a otros activistas estatales ha optado por diferenciarse de la burocracia sindical sólo por sus métodos, compartiendo el mismo programa de reformas. Lamentablemente ni siquiera los integrantes del FIT pueden ponerse de acuerdo entre ellos para convocar a un Plenario común de delegados y activistas. Convocan por separado a distintos plenarios.

POR UNA DIRECCIÓN REVOLUCIONARIA

Es necesario por todo ello que pongamos en pie una Oposición Sindical Revolucionaria con libertad de tendencias para que a partir de un programa de independencia de clase y del Estado, enfrente a la burocracia para dirigir a la clase obrera contra los planes capitalistas de salida a la crisis a costa de los trabajadores y para avanzar en la pelea por echar a la burocracia, recuperar los sindicatos y transformarlos en herramientas de organización y lucha e independientes del Estado.
COR
Corriente Obrera Revolucionaria
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