El camino de la unidad y rebelión popular
Por PRML - Saturday, Sep. 22, 2012 at 9:30 PM

Ya es costumbre en el gobierno el despliegue publicitario y el montaje de ostentosos escenarios para anuncios de dudosa significación. En cambio para aquellos reveladores de su naturaleza real elige ambientes más recoletos.

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Contentos los monopolios

El encarecimiento de los precios, acelerado en los
últimos meses, pulveriza la economía familiar de los trabajadores y sectores más humildes.
El gobierno la ignora al tiempo que usufructúa sus
efectos en la recaudación fiscal, la licuación del gasto y la deuda públicos.
‘Ajuste por inflación’ le dicen silenciosamente.
La salud y la educación públicas, lidiando con presupuestos enflaquecidos, lejos de un carácter universalista y democrático, se convirtieron en un ‘consumo’ de los que menos tienen, en un acto de discriminación extrema.
Mientras, para las mismas grandes patronales que
están detrás de la ignorada suba de precios, llueven los anuncios de mejoras presentes y negocios futuros.
Les entregaron un salario mínimo, vital y móvil de
$ 2.670, tan sólo 15% de aumento frente a precios
que suben por encima del 30%.
El Día de la Industria les prometieron además el
abaratamiento de los seguros de las ART, ¿cerrando para los trabajadores la vía del reclamo judicial
nuevamente?
Tiempo atrás, la presidenta anunció la construcción
de un Polo Audiovisual; omitió decir que el lugar
elegido está, casualmente, frente a un gran emprendimiento inmobiliario del grupo Irsa (Elzstain).
La multinacional Monsanto, la de la ‘repudiada’ soja
transgénica y el glifosato, acaba de conseguir la
aprobación gubernamental de la semilla Intacta
RR2 Pro (sic).
Un negocio que generará un plus de 3000/4000 millones de dólares, un tercio de los cuales irá a manos
de la multinacional.
Después de la cacareada estatización parcial de YPF-Repsol y de discursos exaltados sobre la “soberanía hidrocarburífera” anunciaron inversiones ambiciosas.
He aquí que para este plan se “necesita un socio
estratégico”.
Ya hacen fila Bulgheroni (le aprobaron la compra
de Esso), Eurnekian, la yanqui Chevron y la china
CNOOC. Extraña forma de afirmar la soberanía
entregando un yacimiento de gran potencial (Vaca
Muerta).
Y como YPF tendrá que aportar lo suyo (y saldrá
de la facturación) se vienen las subas de los combustibles, con su impacto sobre el conjunto de la
economía.
También días atrás, la presidenta re-re-anunció la
construcción de dos centrales hidroeléctricas en
Santa Cruz.
Un negocio que supera los 4.000 millones de dólares
y para el que ya esperan en gateras, entre otros,
Pescarmona, Eurnekian y Electroingeniería.
Eso sí, parte de los terrenos de la obra pertenecen
a Lázaro Báez, el empresario amigo de la familia
presidencial, al que habrá que expropiar sus propiedades ‘con indemnización’.
Podríamos seguir. Como se ve la relación del gobierno kirchnerista con los monopolios no se reduce a
su lucha “a muerte” con el grupo Clarín o los chisporroteos con Paolo Rocca de Techint. Las disputas y el reforzamiento de cierto capitalismo de Estado está puesto al servicio de un nuevo reparto al interior de la gran burguesía industrial, agraria, contratista y financiera.
Además, de 2002 a 2008, entre las mayores 500 empresas, el número de extranjeras creció de 221 a
292, y en términos de producción pasaron de representar el 56% al 75,4%.
Nada más lejos de encarnar un camino verdaderamente nacional y verdaderamente popular.

La otra cara

Se acerca un nuevo aniversario de la desaparición de Julio Jorge López, testigo en una causa contra los genocidas.
El silencio del gobierno de Cristina Kirchner habla
ruidosamente de su responsabilidad en el encubrimiento e impunidad de este secuestro inconcluso.
El jueves 30 de agosto pasado, decenas de compañeros desocupados y varias agrupaciones piqueteras reclamaban en un corte sobre la Panamericana la suba de sus magros $ 1.200 del plan llamado Argentina Trabaja.
Más de trescientos gendarmes al mando del secretario de Seguridad nacional, teniente coronel Berni, buchón infiltrado entre los mineros de Río Turbio años atrás, devenido en cruzado del siglo XXI, no sólo reprimieron
y detuvieron a casi 60 compañeros, sino que los
llevaron a uno de los símbolos del terrorismo de
Estado, la guarnición de Campo de Mayo.
La lista de represiones y compañeros asesinados
en los últimos años es larga.
Todo un contrasentido para un gobierno que se
autoproclama defensor de los derechos humanos.
Si hasta ayer, en estos hechos se velaban las
responsabilidades del ejecutivo nacional con convenientes tercerizaciones (gobiernos provinciales,
fuerzas de seguridad ‘descontroladas’, patotas sindicales, etc.), hoy revelan una clara voluntad política
de cuyas consecuencias no podrán desembarazarse.

El camino de la unidad popular

La historia de lucha de los trabajadores y el pueblo
en defensa de sus libertades democráticas constituye una barrera en la que ya se estrellaron otros intentos represivos.
Construir hoy una verdadera alternativa obrera y
popular no está exenta de obstáculos.
Ya sean políticos, ideológicos, programáticos u otros.
La crisis del capitalismo mundial y el imperialismo
así como anuncia penurias para la vida de millones de trabajadores y pueblos, también gatilla la
rebelión de los oprimidos, genera espacios de unidad impensables en otros escenarios y alienta la discusión, el debate sobre los caminos de la revolución.
No se trata de traslaciones mecánicas pero sí de
señalar tendencias profundas que se agitan en
sociedades cruzadas por las desigualdades, donde conviven pocos que se enriquecen mucho con
mayorías que pelean por escapar de la miseria, de
la falta de un trabajo digno, de un pedazo de tierra
y una casa para vivir.
Asistimos a gobiernos, parlamentos y organismos
internacionales que obscenamente planifican los
padecimientos de millones sin culpa y las más de las
veces sentados sobre sus bayonetas.
Nuestro pueblo conoce los caminos de la rebelión, de
los cordobazos.
Los jóvenes trabajadores que enfrentan a patronales duras y a dirigentes sindicales traidores, como
Mariano Ferreyra, crecen y se organizan en cuerpos
de delegados y agrupaciones combativas.
Algunos creen que los jóvenes llegaron a la política
con el kirchnerismo, basta pensar en Darío y Maxi o
en Petete Almirón.
Estamos seguros que la ampliación del derecho de
votar a los 16 años sorprenderá a más de uno:
no van a comprar gato pardo por liebre revolucionaria, muchos piensan en el Che.
La unidad del combativismo, la izquierda y los que luchan con seguridad encontrará muchos escenarios para construir un programa común para la
acción. La calle será uno de ellos.

PRML

PARTIDO REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA

http://www.prmlargentina.org

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Organo de prensa del PRML
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