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Violencia policial e institucional en Río Negro y Chubut.
Por anarresti - Monday, Sep. 24, 2012 at 10:14 AM

Conferencia de prensa el viernes 21 de septiembre.

Violencia policial e...
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A iniciativa de César Antillanca y con CORREPI como organización anfitriona, un grupo de familiares de víctimas de la violencia policial e institucional de las provincias de Río Negro y Chubut, brindó una conferencia de prensa en el hotel Bauen para exponer y visibilizar sus luchas.
Así, pudimos escuchar dolorosos testimonios que no hicieron más que confirmar que las detenciones arbitrarias, los hostigamientos, las torturas y, aún la muerte por homicidio constituyen distintas variantes de una política represiva que no puede ser sino una política de estado.
Expusieron sus casos:
César, padre de Julián Antillanca, asesinado por la policía de Trelew (todos los policías implicados absueltos); María, hermana de Jorge Pilquimán, asesinado por la policía de Bariloche (su cuerpo apareció flotando en el lago y se pretende hacer pasar su muerte como suicidio); Roberto, padre de Otoño Uriarte, secuestrada en la localidad de Fernández Oro por proxenetas con protección policial, violada y asesinada (la causa judicial, inexplicablemente, no avanza); Julieta, madre de Atahualpa Martinez Vizcaya, asesinado de un tiro en la espalda, en Viedma (no hay imputados por el crimen, pero el activismo de Atahualpa y la inacción judicial hacen que las miradas se enfoquen en la policía local). También se hizo referencia al caso de Coco Garrido, detenido y asesinado en la comisaría de El Bolsón (se pretendió hacer pasar el homicidio por suicidio) y cuyos padres no pudieron estar presentes en la conferencia.
Por último habló Susana Díaz, militante del Grupo pro-derecho de lxs niñxs de Comodoro Rivadavia, quien pintó un panorama bastante desolador sobre la situación de vulnerabilidad de la infancia y adolescencia en la región.
Coordinó la actividad María del Carmen Verdú (CORREPI) y fue notable la ausencia de los grandes medios en la conferencia de prensa. La sala de conferencias estaba llena de familiares de víctimas de las policías federal y bonaerense, con las fotos de sus seres queridos y sus reclamos de justicia, expresando su acompañamiento y solidaridad con sus pares patagónicxs.

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"Sistema corrupto y perverso que se alimenta de pobres"
Por reenvío agencia walsh - Thursday, Sep. 27, 2012 at 11:06 AM


(AW) Familias de la región patagónica viajaron a Buenos Aires para denunciar violencia, impunidad y corrupción institucional en la causa de los asesinatos de sus seres queridos. Patagónicos, bonaerenses y porteños que padecen la misma situación se hicieron presentes para dar su apoyo y solidaridad. Acompañó la CORREPI y el CELS. Se recibieron las adhesiones de Serpaj, APDH Argentina y APDH-La Matanza.


HOTEL-BAUEN-panel-oradores

Liliana Giambelluca (Para Agencia Walsh)





Un salón colmado de gente superó las expectativas de la conferencia de prensa y exposición de casos vinculados a la "Violencia institucional, abusos, corrupción e impunidad en las provincias de Chubut y Río Negro" que se realizó el viernes pasado en el Hotel Bauen, a iniciativa de César Antillanca, padre de una víctima de "gatillo fácil".



Expusieron Roberto Uriarte, María Angela Cabrera, Julieta Vinaya y César Antillanca. Susana Díaz habló en nombre de la Asociación Civil Proderechos del Niño de Comodoro Rivadavia y la doctora María del Carmen Verdú coordinó en representación de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI).



Un numeroso grupo de familiares de víctimas de "gatillo fácil" de la región patagónica, del conurbano y de la ciudad de Buenos Aires estuvo presente para dar su apoyo y solidaridad. En el mismo sentido también lo hizo el periodista Herman Schiller y representantes de diversos organismos defensores de derechos humanos.



Se recibieron las adhesiones del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) que coordina Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Argentina y Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) La Matanza.



"La tortura es una política de Estado"



La abogada Verdú abrió la conferencia señalando que "la Patagonia es un espejo de lo que ocurre a lo ancho y a lo largo del país". Agregó la existencia de una "línea histórica y sistemática de la justicia" en la Argentina, "capaz de meter los dedos en el enchufe antes de admitir que la tortura es una política de Estado". Dijo que "muere un chico por día torturado en una cárcel, o en una comisaría, en un instituto de menores o fusilado por el gatillo fácil".



La siguiente es una síntesis de la exposición de los oradores, quienes, entre otros, también mencionaron los casos de los jóvenes Guillermo "Coco" Garrido, asesinado en la Comisaría 12 de El Bolsón, el 13 de enero de 2011; de Iván Torres, detenido, torturado y desaparecido por policías de la comisaría 1° de Comodoro Rivadavia, el 2 de octubre del 2003; del asesinato del testigo "protegido" Bruno Rodríguez Monsalve, en marzo de este año, en Trelew, y de los hermanos Sergio y Denis Aballay, víctimas de vejaciones y apremios ilegales sufridos la misma madrugada de 2010, en la que asesinaron a Julián Antillanca.



"La justicia no existe"



Roberto Uriarte relató la desaparición seguida de muerte de su hija Otoño de 16 años de edad. El hecho ocurrió el 23 de octubre de 2006 cuando la joven regresaba a su casa luego de una actividad deportiva. A los seis meses fue encontrada muerta en un canal de riego cercano a Cipolletti, provincia de Río Negro.



Uriarte dijo que la investigación se llevó adelante con "una desidia total por parte de la Asesoría de Menores, de la Fiscalía, del Juzgado de turno y de la Policía". Se minimizó la situación, "decían que Otoño se fue por sus propios medios, que tenía problemas con su familia y la investigación se enfocó en nosotros". Luego el argumento oficial fue que se trataba de "un ajuste de cuentas".



El abogado de la familia de Otoño, José Gérez, a mediados de 2010 aseguró al medio 8300web de Neuquén que la joven fue "secuestrada" y "abusada sexualmente por al menos cuatro personas". Dijo que en la causa hubo "numerosas irregularidades" y que pidió un examen integral de los bellos púbicos hallados en el cadáver de la joven.



El padre de Otoño dijo que aún no se realizó la ampliación de peritajes de ADN que solicitó el abogado y que "hay 200 mil pesos para quien aporte datos pero no 100 mil para hacer las pericias que faltan". Concluyó que "la justicia no existe" y que "es necesario un cambio de sistema" para que haya "una política social que dé respuestas donde debe darlas".

Con otras familias del Valle de Río Negro, el primer miércoles de cada mes Uriarte realiza jornadas de concientización en la comunidad y pedido de búsqueda de justicia.

"La rueda de reconocimiento se hizo con los policías de espalda"



La causa de Jorge Pilquimán es otra muestra grosera de corrupción institucional en la región. María Angela Cabrera habló de su hermano de 21 años, a quien mataron el 6 de febrero de 2005 en Bariloche y luego lo tiraron en el Lago Nahuel Huapi.



"Según las pericias mi hermano se suicidó y tenía escoriaciones leves pero él estaba todo golpeado -relató María-. Cuando en el cajón tomé su cabeza, mi mano se hundió y a él no se la habían abierto durante la autopsia".



Luego aparecieron testigos que involucraban a policías. Por increíble que parezca, "la rueda de reconocimiento se hizo con los policías de espalda". Nadie reconoció a nadie y la investigación se estancó.



El juez de la causa tenía pruebas y testigos que desechó. En la ciudad tiene fama de dejar transcurrir el tiempo sin mover el expediente y cumplido el plazo lo archiva. María le pidió una entrevista: "Me dijo que si lo había matado la policía, yo contra ella no iba a poder hacer nada y cuando pasaran diez años me iba a tirar la causa a la basura. Así me dijo". También "le pedí una segunda autopsia y un análisis de sangre y me respondió que no se podía".



María Cabrera dijo sentirse "muy apenada" por su hermano. Su testimonio finalizó con un pedido: "Necesito que me digan qué tengo que hacer para reabrir la causa y no se tire a la basura como me dijo el juez. Necesito que me ayuden".



"El asesinato de mi hijo tiene vinculaciones con la noche, con la policía y el poder político"



Julieta Vinaya relató las circunstancias de la desaparición y posterior asesinato de su hijo Atahualpa Martínez Vinaya, ocurrido el 15 de junio de 2008, en Viedma. El joven de 19 años estaba en un bar con un amigo, éste va al baño y cuando regresa Atahualpa no estaba.



Nadie vio nada ni quería hablar a pesar que el gobernador ofreció una recompensa de 100 mil pesos. "Nos dimos cuenta que la gente le tenía miedo a la policía", dijo Julieta. Esa sospecha se confirmó cuando se enteró que una persona aseguró que a su hijo se lo llevó la policía y cuando fue a verla se desdijo: "Se rectificó porque tenía miedo".



La causa estaba paralizada hasta hace unas semanas que encuentran rastros de ADN en la prenda de un vecino. "A nosotros nos llama la atención porqué recién ahora", máxime cuando esa persona en un primer momento fue demorada junto con otras tres que viven juntas y enseguida los liberaron. Su desconfianza aumenta cuando el juez considera que el caso podría estar resuelto. "No. No está resuelto -resaltó Julieta- porque hay una persona con identidad reservada que dice que ellos trabajan para los punteros y que le dieron dinero a una persona para que fueran a ‘quebrarle las patas a alguien que estaba jodiendo'. Ese alguien era Atahualpa".



Julieta planteó sus conjeturas pero afirma que se desconoce el móvil del asesinato. "Nosotros seguimos en la lucha, golpeando puertas y diciendo que el asesinato de mi hijo tiene vinculaciones con la noche, con la policía y el poder político", finalizó.



"Estamos en un sistema corrupto y perverso que se alimenta de pobres"



César Antillanca dice que las circunstancias del asesinato de su hijo Gonzalo Julián no difieren demasiado de lo relatado por quienes lo precedieron en la palabra. En la madrugada del 5 de septiembre de 2010, la policía de la comisaría cuarta de Trelew asesinó a golpes a Julián. En marzo de este año, pese a pruebas contundentes y un testimonio clave, el crimen quedó impune porque los acusados fueron absueltos por la justicia.



Como en todos los casos, el punto de partida de la información fue inexacto. "La noticia en el diario fue ‘Muere joven por coma alcohólico'. (...) Al mes de haber empezado la investigación aparece una testigo que dice haber visto cuando arrojaron a Julián del patrullero y que podía reconocer al policía", expuso Antillanca.



También se peritaron los móviles policiales y en uno de ellos se encontraron rastros de sangre de Julián. No obstante, el tribunal absuelve a los policías acusados y a una testigo por encubrimiento.



"El fallo no sólo está corrompido, sino que es un fallo de clase porque Julián completa el perfil de personas vulnerables: joven, pobre y morocho. Estamos en un sistema corrupto y perverso que se alimenta de pobres, de desposeídos. (...) El Poder Ejecutivo avala este tipo de prácticas y el Poder Judicial lo retroalimenta", denunció Antillanca, a la vez que reclamó "la devolución inmediata de todos nuestros derechos y garantías constitucionales, que cada vez son menos".



"En el Cerro Chenque se hacían simulacros de fusilamiento"


Susana Díaz de la Organización Civil ProDerechos de los Niños de Comodoro Rivadavia contó que a la preocupación de los más pequeños, la institución sumó la defensa de los jóvenes que "denunciaban torturas y el ‘juego del gatillo' por parte de la policía en el Cerro Chenque, donde se hacían simulacros de fusilamiento".

En coincidencia con Antillanca, consideró que "los chicos más vulnerables son los de barrios humildes, blanco fácil de este tipo de prácticas represivas", que "recrudecieron" con el correr de los años.



Consideró necesario "visibilizar" esta situación sistemática de violencia institucional, continuar "reclamando justicia por todos" y "pedir la abolición de los métodos" que a lo largo de la conferencia se denunciaron.

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Voces de los crimenes sin castigo
Por reenvío lavaca - Thursday, Sep. 27, 2012 at 5:25 PM

Por iniciativa de César Antillanca – papá de Julián, asesinado el 5 de septiembre de 2010 en Trelew por cuatro efectivos policiales- se está realizando una serie de conferencias de prensa itinerantes que buscan dar a conocer hechos de represión estatal en el sur del país, y la impunidad de la investigación judicial. La primera de estas experiencias ocurrió el 21 de septiembre. Desde la Patagonia hasta el salón del hotel Bauen de Buenos Aires también viajaron Julieta Vinaya – mamá de Atahualpa Martínez, asesinado por la espalda en 2008 en Viedma-, Roberto Uriarte – papá de Otoño, joven desaparecida y encontrada muerta 6 meses después en un canal de riego cercano a Cipoletti- , María Cabrera – hermana de Jorge Pilquimán, asesinado por la policía barilochense el 6 de febrero de 2005- y Susana Díaz, fundadora de la Asociación Civil Pro-derechos de los niños de Comodoro Rivadavia, además de la presencia otros familiares que fueron llegando a escuchar la conferencia y terminaron tomando el micrófono y replicando los casos del sur en todo el país.

Investiguen al asesinado

Desde temprano las paredes de la sala del BAUEN se fueron llenando de carteles, pancartas, nombres, lugares, fechas y pedidos de justicia que recordaban a más de 15 jóvenes muertos por policías en distintas provincias. La ambientación estuvo a cargo de los propios familiares que llevaron las mismas banderas que ondean en manifestaciones, marchas, juzgados, fiscalías y comisarías desde que sus hijos o hermanos fueron muertos. El caso de Atahualpa Mártinez Vinaya, en 2008, simboliza uno de los asesinatos más antiguos del panel, y el hecho más reciente data de hace apenas tres semanas: estuvieron presentes Walter y Norma Chanta, papás de Cristián, “un pibe asesinado por un policía de la Federal. Cristián cumplía 23 años. Lo mataron por la espalda y desarmado”, introduce la historia la coordinadora de CORREPI María del Carmen Verdú, como para perfilar la charla.

“El policía alega que quiso ser asaltado, y no sólo está en libertad sino que la Fiscalía investiga el robo y no el homicidio”, remata la historia, acaso un espejo de lo que se escuchará en la conferencia.

Otoño, 16 años

Una bandera atraviesa la sala y recuerda la cara, los ojos celestes y la belleza de Otoño Uriarte. Su padre la mira (a la bandera, a ella) antes de empezar la charla, toma aire y asegura que será breve. Relata primero la historia de la desaparición de su hija y el posterior encuentro fatal: “Fue en 2006. Después de una actividad deportiva ella estaba volviendo a la chacra donde vivimos, pero nunca llegó, y fue encontrada 6 meses después en un canal de riego muerta en Fernández Oro, cerca de Cipoletti”.
Roberto Uriarte aportó las piezas de un mapa que explica muchas cosas:

-“Hubo una desidia total por parte de la asesoría de menores, la fiscalía, del juzgado de turno y obviamente de la policía”.

-“La policía lo único que hizo fue tomarle declaraciones a los compañeros de Otoño, luego la investigación se enfocó en la familia”.

-“Hubo un operativo gubernamental para minimizar la situación, y el periodismo alimentó estas versiones. Dijeron que Otoño se había ido por sus propios medios, porque tenía problemas familiares. Esto lo dijo Néstor Cufré, un personaje bastante siniestro en nuestra provincia, uno de los que maneja la corrupción en el Valle”.

-“Se imputó a 4 o 5 personas que rápidamente fueron desprocesadas porque no había elementos suficientes”.

-“Seguimos esperando el análisis de ADN de los vellos púbicos que estaban en la bombacha de Otoño”.

-“Es necesario un cambio de fondo que básicamente se reduce a una política social”.

Jorge, 24 años

Luego fue el turno de María Cabrera, la hermana de Jorge Pilquimán, quien adelantó que era la primera vez que hablaba en público. Su hermano tenía 24 años en 2005.

-“Según las pericias mi hermano se suicidó, pero estaba todo golpeado y eso no sale en la autopsia”.

-“En la rueda de conocimientos pusieron a los policías de espaldas, ¿Cómo los van a reconocer de espaldas y uniformados?”

-“Cuando fui a ver al juez Losada me dijo que la causa era contra la policía no podía hacer nada, que iban a pasar 10 años y me la iban a tirar a la basura”.

-“Para pasar a ser parte querellante tuvimos que pagar 5 mil pesos. Nosotros somos una familia muy humilde”.

-“No sé expresarme bien, no sé de leyes, no sé de nada, entonces por eso necesito que me ayuden a reabrir la causa”.

El Bauen pareció entrar en un espeso silencio.



Investiguen a la familia del asesinado

La tercera en hablar fue Julieta Vinaya, mamá de Atahualpa, asesinado cuando tenía 19 años, en 2008:
-“El mismo día que enterramos a Atahualpa recibimos una llamada del comisario Rivero que nos daba información a cambio de que paráramos lo que pensábamos hacer: la marcha”.

-“La hicimos igual, y empezamos a hacer marchas todos los martes cada 15 días, pegamos volantes 15 mil, afiches, empapelamos desde La Quiaca a Ushuaia, trabajábamos con las universidades, tratábamos de difundir porque la causa no avanzaba”.

-“La fiscal Daniela Sagari lo único que hizo fue investigar a la familia, a Atahualpa, si tenía novia o no, si tenía peleas… en eso se nos fueron meses, se nos fueron años”.

-“El gobernador puso una recompensa de 100 mil pesos, pero nadie hablaba. Entonces había miedo, ¿a quién? Ahí es cuando sospechamos de la policía”.

-“Yo sola no podía hacer anda, lo único que quedaba era juntarme con otras mamás, pedir juntas. Quizá un grito solo no puedan escuchar, pero muchos gritos sí”.

-“Dentro de la investigación nuestra estuvo trabajando Omar Sosa junto a la fiscal Sagari, y después descubrimos que era la mano derecha de Cufré. Por eso cuando se hacía un avance había un policía que venía con pescado podrido que desviaba la investigación”.



Madres del siglo 21

Últimamente en la causa de Atahualpa detuvieron a tres personas vinculadas a través de una campera con rastros de ADN.

-“Estas tres personas han estado en cada una de las marchas que hemos hecho. Entonces nos llama la atención. ¿Cómo puede ser que después de 4 años encuentren una prenda de uno de ellos?”

-“No voy a parar hasta encontrar al autor intelectual del asesinato de mi hijo. Las madres estuvieron más de 35 años pidiendo justicia, yendo a la plaza y haciendo la ronda de los jueves. Quizá tenga que esperar 35 años más, pero no importa, vamos a seguir, y quizá de acá a 35 años seamos muchas las madres que nos estemos organizando y estemos en este pedido de justicia”.



Con este mensaje encara la charla uno de sus protagonistas, César Antillanca, para relatar brevemente la historia de la muerte de su hijo. Cuenta que se enteró por teléfono, a través de la policía, la cual le dijo que Julián había muerto por un coma alcohólico; lo mismo publicaron los medios. Al llegar a Trelew, lo vio en el cajón todo golpeado; en ese momento comenzaría a caminar un camino incansable en búsqueda de justicia que tuvo en marzo de este año un golpe que César llama “la segunda muerte” de Julián: por su caso absolvieron a los cuatro policías detenidos argumentando que “sobre la base de la duda y la probabilidad no se puede condenar a cuatro personas a prisión perpetua”. Sin embargo, en la causa constan testimonios y análisis de ADN efectuados en los laboratorios de la Corte Suprema que vinculan la golpiza con el chofer Jorge Abraham, los suboficiales Pablo Morales y Martín Solís y la oficial Laura Córdoba.

Sobre la mesa de la conferencia César señala una carpeta de 70 páginas, doble carilla, que representa la impugnación del fallo que presentó junto a abogados de CORREPI y apoyado por el CELS. Adelantó que para diciembre de este año la Corte debe pronunciarse sobre la denuncia que considera al fallo de la absolución como “arbitrario” y según lo plantea César, producto de la corrupción.

El sentido de la felicidad

En una charla interrumpida por algunos llantos, recuerdos densos e historias con el peor final, César retoma las palabras alentadoras de Julieta Vinaya, invoca a seguir luchando juntos los familiares y propone: “No perdamos la felicidad”.

La idea de estas conferencias es que vayan girando por distintas provincias dando a conocer la situación de represión e impunidad en el sur argentino -enfocado en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén- para que en cada lugar se vayan complementando las historias, completando el panorama, para que los familiares conjuren el dolor y lo transformen en estrategias concretas para hacer justicia, jurídica y social, y no perder la felicidad.

Para comunicarse con César, antillancacesar@gmail.com, Y la información en la página oficial de CORREPI.

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