Julio López
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Homenaje al compañero Carrizo
Por cecilio manuel salguero - Saturday, Sep. 29, 2012 at 7:22 AM
ceciliomanuel2002@yahoo.com.ar

RENDIMOS EL MERECIDO HOMANAJE AL COMPAÑERO PERONISTA REVOLUCIONARIO JULIO CESAR CARRIZO...RECIENTEMENTE FALLECIDO A LOS 70 AÑOS. TAMBIEN A LOS COMPAÑEROS SILVIA BERMANN, SUSANA DILON, CARLOS BETTIOL y REYES MARTINEZ....fallecidos en Cordoba ....en el 2012.¡¡¡ HASTA LA VICTORIA SIEMPRE COMPAÑEROS ...NO LOS OLVIDAREMOS NUNCA ¡¡¡

HOMENAJE AL COMPAÑERO JULIO CESAR CARRIZO…
Obrero metalúrgico.
Mi nombre, Julio César Carrizo nacido en Deán Funes un 28 de enero de 1942. Mi madre era una dirigente del peronismo de la primera hora.
En el año 1952 nos fuimos a vivir a Córdoba capital junto con mi madre, mi padrastro y mi hermano mayor. Así fue que tanto en Deán Funes como en Córdoba funcionaba una unidad básica en casa, siempre que las Fuerzas Armadas lo permitieran, o sea que siempre respiré aire peronista.

Cursé el ciclo básico en la escuela de aprendiz que funcionaba en la fábrica militar de aviones y después de tres años egresé como ajustador de banco.

Córdoba crecía industrialmente con mejores trabajos y sueldos. Fui cambiando de trabajo, en el 64 entré en una fundición como matricero, era “Ferrari y Sacan”, que estaba en Bº Guemes, ese mismo año elegimos delegados de U.O.M (la fábrica no estaba sindicalizada, solos hacíamos los aportes sindicales), fuimos tres los elegidos.

En esa fábrica no nos pagaban horas extras, por trabajo insalubre por calorías, no había ningún tipo de protección, no daban elementos de trabajo: ropas, guantes, antiparras, ni lugar para comer, pese a que trabajábamos en turnos discontinuos.

Nos cansamos de reclamar ante el sindicato y sus respuestas siempre fueron promesas, nada concreto. Decidimos hacer una reunión entre los delegados y compañeros de confianza y decidimos tomar la fábrica, un compañero faltaría con permiso, era el encargado de comunicar al ministerio de trabajo y a la prensa.

El día elegido, sabiendo que los trompas (patrones) a las 7 desayunaban, aprovechamos para soldar las puertas de entrada de las oficinas a la planta. Desplegamos una bandera que decía “Fca. TOMADA POR LOS OBREROS HASTA SUS ULTIMAS CONSECUENCIAS POR INCUMPLIMIENTO A LAS LEYES LABORALES”. Y recién hicimos una asamblea con todos los compañeros, les dijimos que era la única forma de lograr nuestros objetivos, entonces pasamos a una votación, la cual aprobó la toma.

Cuando se enteraron los trompas lo primero que hicieron fue llamar a la U.O.M. y a la policía. Nuestro compañero encargado de comunicar a los medios y al Ministerio de Trabajo cumplió su tarea, a los minutos vino un secretario y la policía, los hicimos pasar y les comentamos el motivo de nuestra lucha. Nos dijeron que tengamos las máquinas en orden y que no rompiéramos nada. Después vinieron los de la U.O.M. encabezada por Alejo Simó y sus patoteros, nos pidió que lo dejáramos pasar, que quería hablar con los obreros y así fue, Alejo Simó habló de que no era el momento oportuno, de que Perón tenía otros planes para todos los trabajadores, insistía a toda costa de levantar la medida de fuerza. Los compañeros pidieron que yo le contestara. Le dije que no podíamos esperar las últimas órdenes de Perón. Que había que poner en práctica las “LEYES LABORALES”. Que además lo nuestro estaba por demás claro, era nuestra bandera. Después de varias propuestas llegamos a un acuerdo.

La empresa se comprometía que en tres meses pondría las instalaciones en orden, que en dos meses nos pagarían todo lo adeudado, con un retroactivo de dos años y medio en las horas extras y compensación por trabajo en altas calorías y que no se tomaría represalia alguna con ningún obrero.

Se formó una comisión compuesta por Delegado Obrero, un miembro de la Empresa y uno del Ministerio para sacar las cuentas y dar cumplimiento a lo acordado. Pasó el tiempo y nos cumplieron. Fue un gran triunfo de todos los obreros.

Por supuesto que seguimos concurriendo a las asambleas gremiales y con delegados de otras fábricas formamos una agrupación metalúrgica y fuimos a elección por la Comisión Directiva con todos los requisitos en orden. Pero a la Junta Electoral la manejaban ellos, fuimos impugnados, vaya uno a saber por qué, cosa de la burocracia entreguista que duró muchos años.

A partir de allí cada uno tomó otros rumbos, entre ellos el inolvidable RENE SALAMANCA que se fue al S.M.AT.A., fue un gran dirigente que merece todo mi respeto y mi recuerdo.

Día a día crecían las organizaciones populares en los barrios, entre los estudiantes, en lo sindical, artistas y profesionales. Teníamos a los Toscos, Salamancas, López, curas Tercermundistas y muchos otros que no recuerdo. Leíamos revistas como Cristianismo y Revolución y muchos comunicados de distintas tendencias. Y así se produce la máxima expresión de las luchas populares, el Cordobazo, que será un hito histórico. Nace el Luche y Vuelve y se va multiplicando en todo el país. Como también las organizaciones armadas tales como Montoneros, Descamisados, FAR, FAP, ERP y otras.

Perón regresa al país, por poco tiempo. El dictador Lanusse convoca a elecciones con la proscripción de Perón.

En marzo del ‘73 la fórmula del FREJULI es la ganadora con Cámpora y Solano Lima. A partir de allí crecen los grupos de derecha, los matones de los sindicatos, CNU, COR, Alianza libertadora Nacionalista, Comando de Organizaciones y personajes nefastos como Brito Lima, el Tte. Coronel Osinde, el Gral. Iñiguez, Norma Kennedy, Giovenco, Juventud Sindical Peronista y toda la escoria que pueden reclutar, ladrones y buchones de barrios.

El retorno de Perón les sirve como pretexto para matar a todos lo que tenían olor a pueblo y se produce “LA MASACRE DE EZEIZA”.

Durante el gobierno popular ocurren miles de secuestros y asesinatos en la vía pública con el motivo de aterrorizar a la población. Son asesinados cientos de compañeros tales como O. Peña, Silvio Frondizi, A Curuchet, J Troxler y nuestro querido Atilio “Negro” López.

Para Perón dejamos de ser la Juventud Maravillosa y nos convertimos en bandas organizadas al servicio de la sinarquía internacional. Nos echan a los diputados de la juventud, por oponerse a la reforma del código penal. Para mi escaso entender todo esto lo sabía el gobierno popular por el que tanto habíamos luchado y tanta sangre derramado.

En el ‘76, yo militaba en la J.T.P. (Juventud Trabajadora Peronista) que respondía a Montoneros y trabajaba en Franco Hnos. que fabricaban repuestos de motos y motocargas, que estaba en Villa Corina. Al entrar a trabajar (lo hacía en el segundo turno) un compañero me comenta que el sábado anterior lo secuestraron a Juan Cucco. Un gran luchador que estuvo preso en el Cordobazo. Ya en mi puesto de trabajo veo venir una patota con armas cortas y largas, soy golpeado con golpes de puños, patadas y encapuchado me suben a un auto. Después me entero que todos los compañeros se pusieron mal al ver semejante paliza y de la forma que habían sido tratados ellos y la Empresa decide dar por finalizada la jornada.

La patota da varias vueltas hasta que me meten en un edificio o casa, me tiran sobre un banco de cemento, soy esposado y los ojos vendados, intuyo que no estoy solo, que somos varios y empiezo a escuchar quejidos y lamentos. Sabía que en cualquier momento vendrían por mí, como soy creyente encomendé mi mente y mi lengua a Dios. Llegó el momento me subieron a un lugar que era la sala de torturas, trompadas, patadas, soga en el cuello, picana, submarino seco y húmedo, estos hijos de puta sabían todo de mí, me preguntaban si mi madre seguía teniendo “La Unidad Básica”, hasta del tiempo que mi padrastro estuvo preso durante la Resistencia Peronista, de mi detención cuando vino el presidente Francés, quienes éramos los que habíamos tomado la CGT. en los años Sesenta. Después me preguntaban: quien era mi responsable y donde estaban las armas y la impresora. Después me tiran en una celda o algo parecido, no sé cuanto tiempo pasó y me llevaron de vuelta, dale que dale, otra vez torturado, si conocía a fulano o mengano, que yo había participado en los cortes de los puentes.

No sé si fue la droga, las palizas o Dios, el asunto que empiezo a perder la razón y comienzo a tener alucinaciones, tales como que yo tenía entre mis manos a mi bebé de dos meses que se convertía en algo como una gelatina y que se me iba de entre mis dedos a un resumidero y no la podía retener, también me pasaba lo mismo cuando me ponía a hablar con mis compañeros, les decía “que no nos hiciéramos problemas que ya tenían la solución para nosotros, que nos llevarían a la Antártida para dar cumplimiento a un acuerdo que existía entre Argentina y las Naciones Unidas para un intercambio entre nosotros por focas y pingüinos” (a todo esto lo pueden afirmar los compañeros Sacco, el flaco Juan Morales, Juárez y otros compañeros). Por esto me llamaban el Loco.

Yo había perdido totalmente la noción de tiempo y distancia. En un momento me saco las vendas y veo a un montón de compañeras y compañeros que estaban todos muy golpeados, un custodio saca su arma, me apunta, viene hasta donde yo estaba y me dice que si no sabía que no tenía que sacarme las vendas, me lleva a un lugar que funcionaba como baño, me hace lavar un poco, porque tenía mucho olor, después me lleva a mi lugar y me dice que sea la última vez que lo haga.

Por mi estado deciden llevarme a otro lugar. Era de noche, me suben encapuchado a un auto con “patotas de azafatas”. Ese lugar era el hospital San Roque, allí estaba un muchacho que lo sacan a los gritos. Me ve un médico que me hace caminar con un pie y ponerlo delante del otro, un buen rato, después me hace dirigir la vista a un péndulo, me pone una pichicata y me llevan de vuelta al mismo lugar. A la D2, sabíamos que era la jefatura de la Policía de la provincia, por las campanadas de la Catedral.

En Julio del 79 me dan “LA LIBERTAD VIGILADA”, en los trabajos que consigo entre ellos FRANCO HNOS, reciben orden del Tercer Cuerpo del Ejército de no darme más trabajo y así pasa en otros trabajos. En 1982 decido irme a Buenos Aires y aquí estoy desde entonces, conseguí trabajo, volví a buscar a mi familia, construí mi casa, eduqué a mis hijas, mi señora es docente y delegada en el gremio SUTEBA, tengo cinco nietas que son mi vida.

Por supuesto que continúo en la lucha, fui presidente de la sociedad de fomento del barrio, participé en el PJ pero no por mucho tiempo, aquí es todo “chorizan”(san chorizan), nada de ideología, solo amuchados, también fui delegado gremial y formamos una agrupación opositora, no nos fue nada bien (aquí prendió fuerte el no te metas). Actualmente estoy junto a compañeros docentes que conformamos la Comisión de Derechos Humanos por la Memoria de Pilar (Pcia. BS. As), aquí ocurrió la Masacre de Fátima (es el traslado de 30 compañeros que estaban detenidos en la Súper Intendencia de la Federal, en Capital y aquí son asesinados, sus cuerpos dinamitados). Es por eso que todos los años hacemos actos recordatorios, plantamos 30 árboles, levantamos un monumento en el lugar del hecho, logramos que se declare como fecha de interés municipal el día 20 de agosto, dimos charlas en distintos lugares como centros culturales y escuelas, también colocamos en la Municipalidad dos placas recordando a los 30.000 Desaparecidos y otra por los Detenidos y Desaparecidos de la zona de Pilar. Siempre hemos tenido la presencia de nuestras queridas Abuelas, Madres de plaza de Mayo y Familiares de Presos y Desaparecidos por Razones Políticas.

Pero lo que más quiero recordar en esta pequeña nota es el heroísmo de aquel muchacho que me vio en el Hospital San Roque, que identificó el logotipo de FRANCO HNOS. y no vaciló en ir hasta la empresa y decirles que había visto a un obrero de esa empresa, mal golpeado pero con vida. Inmediatamente la empresa se pone en contacto con mi familia y les comenta la noticia. Siempre estaré agradecido a ese desconocido que llevó un poco de tranquilidad a mi familia.

¡¡¡Viva la solidaridad de mi pueblo CARAJO!!!





- Julio César Carrizo- 2007-

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