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Por una reforma tributaria progresiva
Por Elisa ((i)) -
Wednesday, Oct. 03, 2012 at 3:26 AM
Desde el Centro de Estudios Económicos para el Cambio Social indicaron que la provincia es estructuralmente deficitaria. Pero centrar la discusión en el problema deficitario de la provincia favorece el discurso del ajuste y el recorte salarial. Corriéndose de las posiciones que señalan como principal urgencia una nueva Ley de Coparticipación Federal, Ismael Domian destaca la necesidad de una reforma del sistema tributario hacia una estructura progresiva.
Como está dado el sistema tributario actual, y como está dada la distribución de responsabilidad de gastos entre Nación y provincia, la única forma de que haya equilibrio fiscal es recortando en salarios del sector público, que representan la mitad del gasto total. Esto, claramente, “ va en contra de un sistema de salarios socialmente justo, con el que se pueda vivir”. Por ende, la salida que plantea Domion apunta a reformar el sistema tributario para hacerlo más progresivo.
Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires la recaudación por impuesto al Inmobiliario Rural es muy baja: $1.000 millones, o sea, sólo el 2% del total de la recaudación por impuestos en la provincia. Y esto ocurre cuando el sector rural es uno de los de mayor rentabilidad en la provincia, principalmente, por la producción de soja para el mercado internacional. Pero el poder económico se traduce en poder político para resistir una reforma impositiva, como claramente se expresó en junio de este año con las movilizaciones del “campo” contra el proyecto de ley presentada por el gobierno provincial, que entre otros puntos incluía una suba al inmobiliario rural. Finalmente se aumentó el impuesto, en menor proporción de lo planteado en un principio. No obstante, “a la prensa se la vendió como una reforma progresiva pero lo que más se aumentó fueron los Ingresos Brutos que es un impuesto regresivo. El punto del inmobiliario rural no fue el más importante”.
“Por el lado del gasto, el margen que yo veo para ajustar es por los subsidios a la educación privada”, sostuvo el economista. En el presupuesto 2012, los subsidios a la educación privada alcanzan alrededor de $4.300 millones, equivalentes al 65% del déficit total presupuestado para este año y a cerca del 10% del pago del salario de todos los trabajadores de la provincia. Esto implica que, si se eliminan estos subsidios, se podrían aumentar los sueldos un 10%. En tanto, Domion hizo salvedades: “Hay que tener en cuenta que hay sectores de clases medias bajas y bajas que se ven beneficiadas con estos subsidios, pero si bien no hay datos oficiales, está claro que una gran parte de los subsidios beneficia a sectores medios y altos. También hay que aclarar que la baja de los subsidios sería compensada con una menor ganancia para los dueños de los colegios privados y/o con una mayor cuota pagada por los padres de los alumnos”.
La Coparticipación
El reclamo por los fondos de Coparticipación Federal reside en que mientras la provincia de Buenos Aires aporta entre el 30% y el 40% al fondo, recibe sólo el 20%. Para Domian: “Es una discusión política, porque algunos te pueden decir que está bien porque se lo estás dando a provincias con menos desarrollo. Pero lo cierto también que en el Conurbano bonaerense están los grandes cordones de pobreza. O sea que, tanto por lo que aporta como por las necesidades, seguramente le correspondería más fondos a la provincia”. En este sentido, el economista destacó que no hay criterios objetivos, basados en índices de pobreza o de la estructura social, que determinen los porcentajes que reciben Nación y las provincias. En tanto, opinó que “reformar la Coparticipación es difícil porque implica más plata para unos y menos para otros, y como nadie quiere ceder, se mantiene”.
Domion explicó que la estructura de la provincia de Buenos Aires, de acuerdo a lo que recibe de Coparticipación, lo que recauda de impuestos propios –como Ingresos Brutos, Inmobiliario Rural, Impuesto al Automotor y Sellos-, y con los gastos que tiene, es normalmente deficitaria. “Por ende, para no tener una crisis necesitaría siempre de alguna fuente de financiamiento adicional, ya sea de Nación por fondos discrecionales, colocando títulos, entre otros”. Y aclaró: “No digo que es lo recomendable, si no que es la forma como se sostiene este sistema”. En este marco, “la única época, en los últimos años, en la que hubo equilibrio fiscal fue en 2002, después de la devaluación, cuando los sueldos de los empleados públicos estuvieron congelados, con una inflación del 40%. Además, porque la inflación aumentó la recaudación”.
De esta manera, queda planteado el escenario de política financiera en la provincia de Buenos Aires. Por un lado, con un sistema estructuralmente deficitario que sólo funciona ajustando a la clase trabajadora, en lugar de a los sectores de mayor rentabilidad. Continuar el discurso del equilibrio fiscal implica reforzar las políticas de ajuste, que favorecen a los ya favorecidos por el status quo. Por ello, en contrapartida, se hace urgente una reforma tributaria progresiva, no exenta de conflictos de intereses y resistencias de los sectores privilegiados, y donde se pone en juego la voluntad política, su poder de acción y el poder de presión de las clases populares para defender sus intereses.