Parque Centenario: una lección
Por (reenvio) Adrián Sertanejo - Saturday, Oct. 06, 2012 at 4:57 PM

El fin de semana pasado en el Pque. Centenario ocurrieron dos jornadas maravillosas. Ante el intento del gobierno de la ciudad de sumar un vallado perimetral adicional al ya existente, vecinos y no vecinos nos hicimos eco y estuvimos en el parque en resistencia a la medida, para defender un espacio público libre. Se organizaron sendos encuentros ambos días donde se hizo presente la F.L.I.A. con sus expositores, distintos colectivos e individuos con sus creaciones y la Sala Alberdi con sus intervenciones artísticas y sonido, sumado al acampe que algunos compañeros vienen realizando en contra de la medida.

Ya desde hacía semanas que el gobierno venía amenazando con este enrejado, tanto aquí como en Plaza Flores y Pque. Lezama lo que motivó que los vecinos más cercanos se reunieran en asambleas para ver cómo se podía impedir la acción y que al mismo tiempo quede claro que la posición de los que ahí se convocaban era contraria a ese nuevo vallado.
A pesar de las negociaciones que se venían realizando, el miércoles de la semana pasada las autoridades decidieron instalar contra la voluntad de los presentes unos 10 metros de vallas, que motivó airadas protestas de los vecinos que indignados decidieron por algunos minutos cortar la Av.Angel Gallardo.

Esta es una de las tantas veces que los gobiernos avasallan los derechos de sus habitantes a través de actitudes que tienen que ver en la mayoría de los casos con privar del espacio público a la gente para privatizarlos, o restringir su uso a días y horarios que ellos deciden.
Ante ésto se intenta siempre reunirse con las autoridades, acercarles un petitorio, juntar firmas para retrotraer la medida, reunirnos en asambleas, votar o consensuar, pactar nuevos encuentros para seguir discutiendo qué hacer, esperar las respuestas de las autoridades que siempre se dilatan, es decir, confiamos que las soluciones surjan en el reino de las palabras cuando la acción ya fue efectuada.

Lamentablemente en casi todos los casos estas negociaciones no tienen ningún resultado y el gobierno avanza con su proyecto hasta el fin mientras nos diluimos en posiciones, estrategias y aquello que debimos o debiéramos hacer. El ejemplo más reciente de ésto es la construcción del vial costero en V.Lopez.

Creo que a veces es necesario una acción directa como la ocurrida este fin de semana cuando ante el consenso generalizado de que esas vallas eran una falta de respeto a los vecinos simplemente se sacaron. Responder a la acción con una acción.

Y esta actitud es totalmente legítima ya que con frecuencia legitimamos las acciones del gobierno, del consejo deliberante, del ministerio, etc. pero nos olvidamos que la primera acción legítima es la acción popular, todo acto popular es legítimo en sí mismo mientras que todas las instituciones necesitan periódicamente (cada 2 o 4 años) legitimarse ante la sociedad. A veces nos olvidamos de ésto y no confiamos en nuestras fuerzas, por eso los gobiernos nos provocan con estas actitudes.
Ahora el mensaje que queda es claro: si ponen una verja la vamos a sacar: el impacto de esta acción es fundamental y como dice el dicho 'una acción, un gesto vale más que mil palabras'.
Ya teníamos un antecedente hace unos años cuando colocaron rejas perimetrales en la Plaza Flores: de a poco los vecinos las fueron derribando y nunca más se hizo el intento de recolocarlas.

Cierto que hay muchas luchas con las cuales identificarse y ésta, que parece ser una simple reja a una plaza, en realidad tiene un significado primordial a la hora de definir el ejercicio del poder.
El sistema deja que el individuo 'gobierne' en su espacio que es el privado, su casa, pero reserva a las autoridades 'representativas' que el mismo elije, el gobierno de lo público. Aquí define su poder y busca ejercerlo a cada paso. No por casualidad las figuritas emblemáticas que ejercen este poder comienzan con poli: políticos y policía, ambos derivados de la vieja terminología griega polis, ícono de la construcción de las ciudades modernas.

Disputar este espacio es amenazar la forma de representación misma de delegación de poder sobre la que se asienta el aparato de opresión sobre los individuos. No es poca cosa. Entonces defender un humedal, una costa de río, un bosque nativo, el acceso a un lago o a una plaza es defender los bienes comunes de los que tanto hablamos, los espacios públicos donde tenemos la posibilidad de construirnos como comunidad.

La lucha que emprenden las poblaciones indígenas contra las megamineras y la expansión sojera se encuentra, aunque en otra escala, en esta misma tónica: defender y recuperar los espacios comunes, públicos, de manera de liberarlos de emprendimientos privados o de ejercicio de dominación.
De este fin de semana podemos llevarnos una doble lección: confiar más en nuestros legítimos actos y que a veces una acción directa en el momento justo constituye un paso al frente en los conflictos donde casi siempre nos encuentra a la defensiva. Ahora vamos por la erradicación completa de todas las rejas del Pque. Centenario y su ocupación con distintas actividades colectivas.

Abrazos

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