El Grupo estatal Azcuba creará la primera empresa mixta con capital transnacional, para construir una planta de energía bioeléctrica en la central azucarera de Ciro Redondo, al este de La Habana.

"El objetivo principal es lograr una industria azucarera diversificada para obtener los objetivos económicos que tenemos, junto con una alta integración de los técnicos", dijo el vice-presidente de Azcuba, Wilson Morell.

Se trata del primero de varios proyectos de utilización de la caña de azúcar para generar energía eléctrica, a través de empresas mixtas con transnacionales.

Otro proyecto con capital transnacional en la fábrica de azúcar de Cienfuegos también se aprobó la semana pasada. El gobierno no ha revelado con qué empresa capitalista se ha constituido la empresa mixta.

La transnacional con base brasileña, Odebrecht, firmó un contrato con Azcuba para administración de una fábrica de azúcar en Cienfuegos.

Luego de la caída de la dictadura estalinista de la URSS, en la década del '90, la producción de azúcar cayó drásticamente en Cuba. La producción cayó a su mínimo histórico en 2009, apenas 1,1 millones de toneladas.

Raúl Castro disolvió el Ministerio del Azúcar y lo sustituyó por Azcuba, un consorcio compuesto por 13 empresas azucareras, 56 fábricas de azúcar y de derivados, dos institutos de investigación y un centro de capacitación.

El empleo en el sector privado cubano pasó de 16% en 2010 a 22% el año pasado, un incremento que se hizo más notable en la agricultura y el autoempleo, dos rubros en los que el gobierno se propuso recortar el papel del Estado.

Cuba contó con 5 millones de trabajadores en 2011 de los cuales 1,1 millón no tuvieron vínculos laborales con el Estado pues son "privados" o "cooperativistas", indicó el informe de la Oficina Nacional de Estadísticas sobre empleo y salarios.

Hasta ahora las únicas cooperativas autorizadas en Cuba son aquellas ligadas a la agricultura.

En 2010, cuando el presidente Raúl Castro anunció su intención de achicar las plantillas gubernamentales y flexibilizó los permisos para el ejercicio de oficios independientes había 4,9 millones de trabajadores en la isla y sólo 801.000 ciudadanos no tenían vínculos con el Estado.

Castro también ofreció tierras en usufructo a productores privados para que explotaran tierras ociosas, a fin de bajar la creciente factura de importación de alimentos a la que se enfrenta la isla cada año.

El vicepresidente cubano Esteban Lazo indicó recientemente que las autoridades esperan contar con un sector no estatal -en sus diferentes variantes- que aporte un equivalente a 40% de la economía cubana.

Se espera además que antes de fin de año sea publicada una normativa que autorice las cooperativas no agrícolas en áreas como servicios a la población, la pequeña producción o la construcción y que podría fortalece el sector no estatal de empleo.