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Los significados de Mariano Ferreyra
Por Claudio Ndero -
Saturday, Oct. 20, 2012 at 2:37 PM
clamd1739@gmail.com
La lucha de los tercerizados del Roca por su admisión como obreros ferroviarios fue una de las victorias más notorias de los trabajadores en los últimos tiempos.
Después de un año de dura pelea, alrededor de 1500 contratados consiguieron hacia principios de 2011 ser admitidos en la planta permanente de las empresas que gerencian ese ferrocarril, ser incluidos en el convenio feroviario y comenzar a cobrar “igual sueldo por igual trabajo”. Pero antes de “conceder” ese derecho básico, el sistema conformado por el gobierno que paga subsidios para mantener las empresas que privatizó el menemismo, y los empresarios y burócratas sindicales que cobran esos subsidios, se llevaron la vida de Mariano Ferreyra
La lucha de los tercerizados del Roca por su admisión como obreros ferroviarios fue una de las victorias más notorias de los trabajadores en los últimos tiempos. Después de un año de dura pelea, alrededor de 1500 contratados consiguieron hacia principios de 2011 ser admitidos en la planta permanente de las empresas que gerencian ese ferrocarril, ser incluidos en el convenio feroviario y comenzar a cobrar “igual sueldo por igual trabajo”. Pero antes de “conceder” ese derecho básico, el sistema conformado por el gobierno que paga subsidios para mantener las empresas que privatizó el menemismo, y los empresarios y burócratas sindicales que cobran esos subsidios, se llevaron la vida de Mariano Ferreyra…
El sistema de tercerización, que permite contratar mano de obra más barata y mejorar los beneficios de la explotación laboral es el preferido de la mayoría de los patrones, nacionales y foráneos, públicos y privados, grandes y pequeños. Uno de los principales impulsores de la contratación por fuera de convenio es el propio Estado, en sus versiones nacional, provincial y municipal, donde los contratos adquieren características endémicas. En la Argentina del “crecimiento a tasas chinas”, la precarización laboral nunca bajó del 30%, y en los años que siguieron al estallido de la crisis mundial comenzó a crecer. ´
Según los numerosos testimonios presentados en el juicio oral que se desarrolla por estos días, el 20 de octubre de 2010 la oficina de Recursos Humanos de la gerenciadora UGOFE (formada por empresas de los grupos Romero y Roggio, entre otros) licenció por el día a más de 100 empleados ferroviarios que debían integrar la patota que iba a “escarmentar” a los trabajadores que reclamaban por sus derechos. La policía, que tenía numerosos efectivos apostados entre ambos grupos, en el momento decisivo “se abrió” para permitir el avance del grupo mafioso armado por los dirigentes de la Unión Ferroviaria. Esta colaboración criminal entre los recursos de la empresa privatizada, los sicarios dirigidos por la burocracia sindical y la fuerza represiva del Estado, está quedando claramente expuesta en las audiencias judiciales que buscan probar las responsabilidades de Pedraza y sus lugartenientes. Sin embargo, no hay empresarios ni funcionarios públicos imputados en esta causa.
Para que fueran llevados a juicio los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, y los empresarios Claudio y Mario Cirigliano, dueños de TBA, fue necesario que muriera mucha más gente. Sólo después de la masacre de Once, que amplió la visión sobre el carácter delictivo y las consecuencias criminales del manejo de las empresas privatizadas, la Justicia comienza a advertir que el problema no es un conductor que se distrae, y abarca más actores que un burócrata corrupto y un lumpen dispuesto a ganarse el dinero matando.`Como postales de ello, quedan las fotos del vicepresidente Boudou y de la periodista Sandra Russo posando junto a Favale, al asesino material de Mariano Ferreyra.
Como experiencia política para los trabajadores y usuarios del tren, queda la convicción de que los únicos interesados en que las cosas se hagan como se deben, que los delincuentes sean castigados como merecen, y que los problemas comiencen a revisarse para ser efectivamente solucionados, son ellos mismos. Y que todo depende de su propia capacidad de organización y lucha. No hay salvadores providenciales. El nombre de Mariano Ferreyra sintetiza todas estas ideas.
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