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El juez no halló pruebas en contra de Tognoli y dispuso su liberación
Por Fuente: La Capital - Tuesday, Nov. 06, 2012 at 12:32 PM

Martes, 06 de noviembre de 2012 01:00 | Estableció que no hay nada para sugerir que protegió a un narcotraficante del sur provincial. La fiscal dijo que hay prueba por rendir y podría apelar. El oficial superior ayer regresó a su casa.

El juez no halló pru...
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Hugo Tognoli, al regresar ayer a su casa en la ciudad de Santa Fe. "Mi vida no será igual", dijo.

El ex jefe de policía de Santa Fe, comisario general Hugo Tognoli, fue excarcelado tras 15 días de detención, luego de que el juez federal Carlos Vera Barros le dictara la falta de mérito en la causa abierta por supuesta colaboración con acciones de narcotráfico.

El juez Vera Barros dijo a LaCapital que la decisión fue adoptada a raíz de que los elementos obrantes contra el ex jefe policial no tienen consistencia para vincularlo con el delito por el cual fue investigado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). No obstante, el magistrado rechazó el planteo de la defensa de Tognoli, que había pedido el sobreseimiento, lo que significa la desvinculación definitiva del caso. El motivo es que la causa penal sigue abierta con medidas pendientes que pueden alterar su actual panorama.

La fiscal de la causa, Liliana Bettiolo, dijo al enterarse que pese a la liberación del alto oficial se seguirá investigando. "Queda mucha prueba por rendir y es la que voy a solicitar", estableció. Su criterio sería el de apelar la resolución de Vera Barros. En ese caso será la Cámara Penal la que defina el caso.

La resolución impactó de lleno en el caldeado ámbito político de la provincia. El gobierno provincial mostró mesura pero sus funcionarios se sintieron alborozados por dos hechos: siempre creyeron estar frente a una causa sin pruebas contra el jefe policial y ante un aprovechamiento político de la oposición, al punto que el gobernador Antonio Bonfatti anunció el sábado que intentaban destituirlo.

Desde la oposición optaron por remarcar que la decisión judicial sobre Tognoli no implica que el vínculo entre narcocriminalidad y policías en la provincia sea algo inexistente.

Cae la acusación. Tognoli estaba imputado como partícipe presunto del delito de tráfico de estupefacientes. La fiscal Bettiolo le adjudicó haber facilitado a un supuesto narcotraficante, Carlos Ascaíni, de Villa Cañás, la información de que los vehículos que lo perseguían en el mes de noviembre del año 2009 eran de la PSA, en una acción destinada a procurarle la impunidad. Alguien había consultado al Registro Nacional de Propiedad Automotor (RNPA) cuáles eran las patentes de las camionetas que seguían a Ascaíni. Y la clave utilizada, según el sistema informático del RNPA, pertenecía a la "Dirección General de Prevención y Control de Adicciones-Hugo Tognoli".

Ese elemento complicó a Tognoli quien replicó, personalmente y mediante su defensor Eduardo Jauchen, que como jefe de esa dependencia policial él era el único encargado de tramitar las claves, las que no utilizaba sino que derivaba a los investigadores.

Precisamente la confirmación de que esto era así, dijo el juez Vera Barros, gravitó en la decisión de dictarle la falta de mérito. Se constató que Tognoli no fue usuario de la clave en cuestión asignada al comisario Néstor Fernández. Quien fue hasta la semana pasada jefe de la seccional 2ª de Rosario.

Por eso mismo Fernández, que estuvo detenido entre el viernes y el domingo, sigue imputado. Este oficial negó rotundamente haber facilitado información para beneficio de Ascaíni. Pero aceptó que firmó la recepción de la clave que, según declaró, tenía uso colectivo. En el mismo trámite está imputado el cabo Carlos Quintana, quien prestaba servicios en Villa Cañás cuando Ascaíni llamó a esa comisaría pidiendo saber la pertenencia de los vehículos que lo seguían. Quintana sigue vinculado a la causa pero ayer fue excarcelado.

Vera Barros llamará a declarar como imputado en los próximos días al comisario mayor Oscar Ledesma quien cursó un mensaje de texto a la regente de un prostíbulo, interceptado por la PSA, en la que le planteaba que si quería vender drogas en su local debía pagar 30 mil pesos a Tognoli. Esto no fue tomado como indicio con peso contra el ex jefe provinicial.

El texto judicial que alivió a Tognoli se conoció a las 15. A esa hora el hijo del oficial viajaba desde Santa Fe a pedir la nulidad de todo lo actuado en la causa por entender que la fiscal Bettiolo no comunicó al juez interviniente en la causa actuaciones que había encarado sino meses después. Pese al falta de mérito la presentación se realizaría hoy.

¿Cuáles fueron los elementos de este caso? ¿Eran estrictamente jurídicas las piezas que fundaron la imputación contra Tognoli? ¿Lo fueron las circunstancias que definieron la decisión que ahora lo favorece? Difícil precisarlo en un contexto donde hay dispares acciones humanas entreveradas con los elementos de la causa. Por una causa motivada en un hecho del año 2009, de indudable complejidad y oscuridad, se pidieron acciones contra Tognoli casi tres años después. La captura se requirió cuando la historia estalló en la prensa. El gobierno provincial le pidió entonces la renuncia. Tras permanecer en una pequeña habitación del aeropuerto de Rosario durante 15 días este oficial superior de 48 años volvió a su casa. Desde la mañana que se difundió la acusación sostuvo que no tenía idea de qué le estaban imputando. Ayer al llegar a Santa Fe dijo que nunca será el mismo.

Los elementos del principio

¿Qué cambió del momento en que el juez Carlos Vera Barros decidió imputar a Hugo Tognoli a este otro en que resuelve su falta de mérito?

La resolución lo aclara en parte. La fiscal Liliana Bettiolo había puesto el peso de la imputación en la clave usada para consultar las patentes. Pero no solicitó luego que compareciera el policía a quien se le había asignado. Este, el comisario Néstor Fernández, aceptó que la clave era propia. Eso favoreció objetivamente a Tognoli. Este oficial fue requerido recién cuando Vera Barros desplazó de la investigación a la fiscal retomando su control.

Esto último había sido cuestionado por el abogado de Tognoli, Eduardo Jauchen. “Pese a que mi cliente no debe demostrar su inocencia sino que le deben probar su culpa la fiscal no aceptaba convocar a personas esenciales para llegar a la verdad del caso”, reiteró ayer.

El juez Vera Barros también señala que un elemento de peso para formular la imputación contra Tognoli fueron escuchas telefónicas donde el supuesto narco Carlos Ascaíni le dice a sus interlocutores que nadie de la policía provincial se iba a meter con ellos porque cualquier contratiempo lo arreglaba con un “simple llamado telefónico”. En el marco de la imputación construida por la fiscal eso tenía un peso inicial que luego, en el avance de validación de esos supuestos indicios contra Tognoli, terminaron perdiendo validez.

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Una oportunidad para repensar el desafío
Por Hernán Lascano - Tuesday, Nov. 06, 2012 at 12:34 PM

Martes, 06 de noviembre de 2012 06:11 | Opinión

Por Hernán Lascano / La Capital (hlascano@lacapital.com.ar)

De una situación embrollada salió una resolución judicial que antes que nada advierte sobre la inconveniencia fatal de ser precipitados ante hechos preliminares. Los casos penales tienen eso. La contundencia de una acusación siempre parece bastarse a sí misma al principio y no necesitar de nada más. Empezamos a creer que lo que tenemos probado de antemano en la conciencia es inamovible e incuestionable. Y con ello armamon castillos que pueden desmoronarse. Cuando eso pasa nos descubrimos de vuelta angustiados y a fojas cero.

La acusación contra Hugo Tognoli fue un hecho provisorio. Su falta de mérito también puede serlo. Nadie lo sabe. Por eso los que antes advirtieron en el inicio de esta crisis una buena oportunidad de pescar en río revuelto ahora se ven arrastrados por la correntada. Y por eso mismo nadie debería celebrar nada ahora. Los problemas que hay en Santa Fe por la expansión del narcotráfico, por los históricos arreglos de sus personeros con franjas policiales, por la violencia que desparrama en los distritos donde se enclava, todo eso sigue existiendo al margen de las incidencias de este expediente.

Hubo situaciones de crueldad e insensatez en este caso. Un valioso legislador nacional del PJ que tuvo un hermano imputado en una causa penal de la que luego fue desvinculado sostuvo que el jefe depuesto no había actuado solo. ¿Qué significa eso sino un prejuzgamiento? Funcionarios del gobierno provincial bordearon la neurosis advirtiendo de que la causa contra Hugo Tognoli no era más que un operativo de prensa. Para que alguien arme una acción de esas tiene que haber condiciones en el territorio donde se monta. Y los hechos de esta causa, con un narco apañado dando directivas a una comisaría, distan mucho de ser cristalinos.

Tal vez ahora que la presión del caso encontró una válvula de escape con la resolución judicial las cosas puedan recobrar la serenidad necesaria para tantear la magnitud del desafío que implica enfrentar a la narcocriminalidad con sus efectos derivados en aflicción comunitaria por la violencia y las adicciones.

Y si crisis es oportunidad, el momento no es para desaprovechar. Y así poner en el objetivo a los traficantes consolidados con operativos que permitan su confinamiento. Desterrando para ello el espurio método de las pesquisas policiales iniciadas por "olfato" o por "sospechas" jamás fundadas en investigaciones con orígenes demostrables, terminando con las requisas fraudulentas, con los testigos dudosos que refutan las actas de procedimiento, con detenciones por azar en controles de rutina. Para ello es necesaria una policía profesional, capacitada, equipada y remunerada en sintonía correspondiente a lo que se busca.

Pero también es imprescindible una dirigencia política a la altura del reto. Que no ceda a la tentación de la chicana miserable cuando la gravedad institucional del problema queda dramáticamente al descubierto. Hay en Santa Fe, junto a los otros, dirigentes responsables en todos los nucleamientos, preocupados sinceramente y con capacidad de generar formas asociativas frente a un tema común. Ahora que las papas quemaron en serio la ocasión se reveló como una oportunidad despilfarrada. Aunque el tiempo no juega a favor, tal vez sirva de lección para la próxima.

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