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Subte: otra vez a la lucha
Por diario Titular - Saturday, Dec. 01, 2012 at 12:00 PM
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Macri quiere cobrarles a los trabajadores y a los usuarios la plata que Cristina le regaló a Roggio.

El menemismo entregó las empresas públicas a empresarios privados, y el kirchnerismo mantuvo ese sistema durante la última década a fuerza de subsidios que garantizaron la “rentabilidad” de los concesionarios. Sin embargo, estos no invirtieron el dinero en el mantenimiento ni renovación de los servicios, que se encuentran en el estado por todos conocido (la masacre de Once es la referencia). La situación se agrava desde que el Gobierno nacional, que nunca controló el uso de ese dinero, decide librarse del problema transfiriendo algunos servicios a jurisdicciones provinciales, como es el caso del subte a la ciudad de Buenos Aires.

El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, consciente de la situación, rechazó en primera instancia “el peludo de regalo”. Cuando se vio obligado a aceptarlo, lejos de denunciar el vaciamiento empresario por parte de los Roggio con la complicidad del gobierno nacional, optó por aplicar un tarifazo sobre los usuarios. Ahora, ya en plena “gestión”, carga contra los trabajadores, buscando destruir su organización gremial y enfrentarlos con los usuarios.

El miércoles pasado (28/11), Metrovías, la empresa del grupo Roggio que maneja el subte, y la UTA, el sindicato del transporte a nivel nacional, en acuerdo con el macrismo, firmaron –con nueve meses de atraso- el cierre de la paritaria para el subte. El aumento acordado fue, como en tantos gremios, inferior a la inflación del año 2011, pero la novedad es que los trabajadores del subte deberán pagar el 1% de sus sueldos en bruto al burócrata Fernández (UTA) y se les descontarán los diez días del paro de agosto, que la empresa había aceptado abonar como condición para el levantamiento de la huelga. Una burla hacia los trabajadores, que deben pagar tributo a un sindicato que no sólo los “carnereó” en ese paro, sino en toda su lucha para conseguir las 6 horas por insalubridad y en el reconocimiento de su propia organización sindical, Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP).

La política de la directiva del AGTSyP

La directiva del AGTSyP, en contra de la tradición asamblearia de los trabajadores del subte, hace tiempo que decidió en forma inconsulta afiliarse a la CTA oficialista (Yasky), lo que los llevó a encolumnarse detrás de la política del gobierno nacional de endosarle el subte a Macri, como si eso fuera a solucionar el vaciamiento de la empresa tolerado por el kirchnerismo todos estos años. Otra consecuencia de las decisiones inconsultas se sintió en el paro del 20N, cuando la directiva “ordenó” trabajar, lo que produjo una gran confusión, con paros parciales en varias líneas y total en la línea B, la única en donde se votó democráticamente.

Como resultado de esa actitud antidemocrática y divisionista de los trabajadores, la directiva del AGTSyP encuentra ahora, además del acuerdo entre la burocracia sindical y la empresa Metrovías, que el gobierno de la Ciudad ataca el derecho constitucional de huelga, pretende reemplazar personal por máquinas expendedoras, reintroducir empresas tercerizadas, y derogar conquistas que costaron mucho, como las 6 horas por insalubridad.

Los trabajadores han comenzado esta semana a resistir esas provocaciones, pero desde una posición desventajosa que los obliga a extremar los cuidados para no enfrentarse con los usuarios.

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