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Por la democratización de los medios
Por Elisa ((i)) -
Tuesday, Dec. 11, 2012 at 1:45 AM
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Premio Rodolfo Walsh a Rafael Correa
Por la democratización de medios
En Ecuador la sanción de una nueva Ley de Comunicación es materia pendiente. Pese a que la Constitución aprobada en 2008 fijaba el plazo de un año para la aprobación de una nueva Ley de comunicación. “Cuatro años después dicha ley no ha podido ser aprobada por la presión de los medios de comunicación en las asambleas nacionales”, denunció el presidente Rafael Correa.
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En tanto, en un artículo escrito por Eduardo Tamayo G. para Alai (Agencia Latinoamericana de Información), explica que una nueva ley sustituiría a la actual Ley de Ejercicio Profesional del Periodista, que data del 30 de septiembre de 1975, cuando en el Ecuador gobernaba una dictadura militar.
“No se trata de una “ley de medios”, como señalan los detractores de la misma, sino de una ley orgánica de comunicación que democratiza la comunicación, protege a la niñez y a las personas con discapacidad, crea un Consejo de Regulación y Desarrollo de la Comunicación para regular a los medios privados, públicos y comunitarios, fomenta la producción nacional en la programación, la producción independiente y la música nacional, beneficia a los publicistas nacionales y regula los espectáculos públicos y la gestión del espectro radioeléctrico”, explica Tamayo.
Asimismo, promueve medidas para erradicar el monopolio y la mercantilización de las frecuencias. La misma es apoyada por diez organizaciones de comunicación y de derechos humanos, como ALAI, ALER, WACC, AMARC, CORAPE, OCCLAC, Radialistas Apasionados y Apasionadas, Colectivo Pro Derechos Humanos.
La nueva Constitución y el proyecto de la ley de Comunicación entiende a la comunicación como un derecho y no como una mercancía, contraria a cómo la conciben las empresas de medios. “La fuente de lucro no es el precio de la información, el ingreso viene de los patrocinadores. Como dice Ignacio Ramonet, los medios mercantilistas no venden información a los ciudadanos, si no que venden ciudadanos a los patrocinadores”, sostuvo Correa, y se preguntó qué garantía de independencia existe y qué calidad existe en ese marco.
“No se engañen. Los medios mercantilistas no son ni libres ni independientes, son sometidos al capital e instrumentos de inmenso poder sin ninguna legitimidad democrática. Si lo que vende y lucra es el escándalo y no la verdad, sin duda se quedaran con lo primero”, afirmó Correa.
Por su parte, también se refirió a medidas que había tomado su gobierno en pos de la democratización de la comunicación: “La actual presencia de medios de comunicación públicos, la generación y gestación de medios comunitarios, y de ciertos privados que trabajan bajo un marco ético y responsable, sumado a la distribución de frecuencias de radio a los pueblos y nacionalidades indígenas a permitido ampliar el espacio de la comunicación”.
Así, relató que en una consulta popular realizada el 7 de mayo de 2011, el pueblo ecuatoriano decidió con su voto separar las actividades financieras y económicas de cualquier otra actividad, para evitar conflictos de intereses. La decisión “fue rechazada en una gigante campaña mediática en contra de esta valiosa herramienta de democracia directa”. Sin embargo, se concretó con la nueva Ley de control de poder de mercado. La misma establece que todo accionista con más de 6% de participación en un banco o en un medio de comunicación no podrá tener otra clase de empresa.
“Esto busca democratizar la propiedad de los medios de comunicación. Esto es un golpe fuertísimo a la deuda de la estructura de poder en ecuador. Esa unión entre poder financiero y mediático, "incestuoso" nos llevó a las peores crisis, como la crisis de 1999, la peor de la historia reciente”, explicó.
Asimismo, Correa dijo que “antes en nuestros gobiernos no existían medios públicos, hoy existen tres. Insisto en el término público que es distinto a gubernamental, sin embargo el desbalance entre lo público y privado es fenomenal”.
Respecto a la distribución del espectro radioeléctrico, señaló que se democratizó el Consejo de Telecomunicaciones, “que antes de nuestro gobierno lo conformaban los mismos dueños y accionistas de los medios.Ellos se los repartían de acuerdo a sus intereses y los funcionarios de gobierno eran testigos de honor de sus negocios, pese a que el espectro, de acuerdo a la Constitución, es propiedad del Estado”, concluyó.
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