Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Saqueo a las expectativas: la emergencia de otro gran problema estructural
Por Octavio Crivaro - Sunday, Dec. 23, 2012 at 12:42 AM

Agrego mi colaboración a lo que publicó el PTS sobre los saqueos acá y acá, y a lo (mucho y bueno) que escribieron compañeros míos acá, acá, acá, acá y acá.

Saqueo a las expecta...
saqueos-rosario.jpg, image/jpeg, 300x200

diciembre 22, 2012

Los saqueos que se dieron en varias ciudades, con epicentro en Rosario, dejan planteada una serie de conclusiones inquietantes, torpe y previsiblemente ignoradas por “el relato” kirchnerista, pero también tapadas por el gobierno de Bonfatti, que lanzó la represión policial y que tiene sus primeros muertos por esta emergencia, que se suman a los casos de “gatillo fácil” y a vendettas como la de Villa Moreno.

Más allá de las denuncias de complots (tan aburridas que generan bostezos), o del relato del frepasismo policial de 678 (o 6ta, 7ma 8va, en honor a las comisarías, como dice el amigo Lucho), los saqueos indican la emergencia, caótica por cierto, de los sectores más marginados, que el kirchnerismo considera base propia indudable desde el lanzamiento de la AUH. Las explosiones sociales se dieron en Rosario luego de que enormes inundaciones afectaron los hogares de miles de personas, siendo particularmente golpeados los sectores de Villa Banana, toda la Zona Sur, Barrio Toba, Empalme, con sus enormes concentraciones populares. Aunque toda la cobertura mediática se encargue de ocultarlo, las acciones de protesta empezaron ya el 19 a la noche, en piquetes que siguieron hasta el 20, que cuestionaban la falta de medidas frente a las recurrentes inundaciones, así como exigían respuestas. El gobierno del FAP, que aprueba la construcción de nuevos barrios, muchos de ellos countries, que agravan el anegamiento, lluvia tras lluvia, mira para el costado frente a este problema estructural, y criminaliza y reprime toda emergencia de bronca.

Si para el kirchnerismo, decíamos en otros posts, todo tiende a ser una derrota, estos saqueos fueron duramente condenados porque implican el reconocimiento del enorme descontento de los sectores populares más desplazados. En definitiva: frente a una inflación creciente, el efecto de la AUH se licúa más y más. Obviamente no puede tomarse como un índice mensurable, pero vale mencionar que los “beneficiarios” de la Asignación Universal van cada vez más impacientes y enojados a ANSES. Se cobra muy poco y hay que hacer insoportables tramiteríos para cobrar.

Contra toda teoría complotista, los saqueos tienen un componente espontáneo, si no se explica que regiones tan lejanas como Rosario, Tucumán, Zárate o Bariloche, hayan visto sacudir el asfixiante ambiente navideño con la emergencia de miles de pobres, muchos de ellos jóvenes y pibes, que entraron a los supermercados.

Periodistas como Joaquín Morales Solá se sorprenden del elemento de “resentimiento” que hay en este fenómeno. Y sí: vivir en villas miseria que a la primera de cambio se inundan y ver una enorme “fiesta” que disfrutan los grandes capitalistas y sectores acomodados de las clases medias que gozan del turismo y del consumo, es raro que genere espíritu de “adhesión” y “consenso” de sectores de las clases subalternas, sino un resentimiento que es parte del “espíritu de escisión” del conjunto de los sectores populares, que entre sus demandas, exigencias y necesidades, y la resolucíón de las mismas, comienzan a encontrar la enorme brecha que genera la impotente y egoísta clase capitalista y su casta de políticos.

Con la ocupación del Parque Indoamericano, y las ocupaciones de tierra a la vera de los ingenios jujeños, dijimos que se expresó la emergencia de uno de los problemas estructurales: la falta de vivienda. Los sectores populares no tienen, en general, vivienda propia, y hay vastas masas apiñadas en villas miseria. En Rosario se calculan en poco menos que 200 mil: una enormidad que no se puede tapar con un dedo ni con 500 gendarmes. Con el choque del Sarmiento y la Masacre de Once estalló ante los ojos de todos el problema estructural del transporte, que arruina varias horas del día de los trabajadores, mientras se enriquecen menemistas beneficiarios de las privatizaciones. 10 años de gran crecimiento económico fueron insuficientes para resolver esta cuestión, comenzando por nacionalizar y refinanciar los trenes y subtes. Esta medida no se toma, lo cual no priva de aplicar tarifazos del 40% como el reciente.

Así como la vivienda y el transporte, los saqueos de este fin de año desnudan hasta qué punto el problema del hambre y de la pobreza siguen en plena vigencia, mucho más en la medida que cada aumento de la inflación corre la línea de la pobreza más cerca. Los saqueos, que siempre tienen a Rosario como vanguardia, sacan a flote el descontento creciente, el resentimiento que hay entre los pobres urbanos, que el kirchnerismo ponía en su columna de “haber”. Una horrenda sorpresa navideña.

No defendemos los saqueos, que de ninguna manera son parte de los métodos de acción y organización de los trabajadores como las huelgas, los piquetes, etc. . Claramente no ayuda a organizarse, ni menos a unir a los trabajadores con el resto de las clases subalternas y sectores populares, sino que inluso puede ayudar a dividir y separar. Viniendo de acciones obreras contundentes como el paro del 20N, los saqueos tuvieron el efecto indeseado de que el gobierno monte una “ofensiva” (bah) amalgamando las acciones obreras con “vandalismo”, y montando la campaña de que la CGT y CTA eran instigadores. En toda su torpeza política a pleno, el gobierno logró (¡Una vez más en un mes Cristina “logró” que Caló se solidarice con Moyano! Ojito a la disidencia en el oficialismo).

Sin embargo, es fundamental que lejos de todo discurso corporativo, defensivo y discriminatorio como el que tuvo Moyano para responder a las acusaciones, los trabajadores y sus organizaciones comprendan y enfrenten el problema de la pobreza, uniéndose con los desocupados y sus organizaciones de lucha, no defendiendo la propia “corporación” de manera egoísta. La exigencia de un verdadero seguro al desempleado, el planteo del inmediato aumento de las asignaciones y planes sociales, deben ser levantados con fuerza por los sectores clasistas del movimiento obrero, contra todo corporativismo, así como lo movimientos piqueteros deben unir su práctica a la de los sectores combativos del movimiento obrero.

Como efecto secundario, los saqueos fueron usados como excusa para que Bonfatti y el FAP saturen de policías las calles rosarinas, con policía motorizada, infantería, caballería, etc. A tres días del primer aniversario del fusilamiento de Patom, Mono y Jere, militantes del FPDS, el gobierno “socialista” quiere relegitimar a la fuerza policial que con la crisis de Tognoli se reveló como la organizadora del narcotráfico y las redes de trata en la provincia. El binnerismo tiene, aunque en versión decadente, la misma estructura de poder que el peronismo de las provincias: son gestores de los negocios de las grandes empresas (en San Juan, la minería; en Santa Fe, la soja y las aceiteras), y (se) sostienen (en) la fuerza policial y su entramado de ilícitos y crimen organizado. El pedido de 500 gendarmes a Nilda Garré indica que el FAP, como el kirchnerismo, quiere profundizar esta línea. Una vez más: lejos de ubicarse en antípodas, el binnerismo y el kirchnerismo, incluyendo su versión progre de Eduardo Toniolli, mandaron o legitimaron la represión policial. El mismo día, con 11 años de diferencia, que la misma policía asesinaba a mansalva a casi 10 trabajadores y pobres, todos ellos colaboran su granito de arena a asentar un régimen de impuniad policial.

Los sindicatos y organizaciones sociales y estudiantiles, tienen la enorme tarea de repudiar las muertes en Rosario, movilizándose, y reclamar cárcel para los responsables políticos y materiales. El kirchnerismo ya demostró que es enemigo de los trabajadores. El binnerismo ya hizo, también, lo propio. Falta que lo sepa la conducción de la CTA. ¿O van a seguir apoyando a gestores de negocios sojeros y, ahora, a represores de pobres?

agrega un comentario