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Nuevo intento de saquear la conciencia del pueblo.
Por Juventud Guevarista Rosario - Thursday, Dec. 27, 2012 at 2:50 PM
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Los días 20 y 21 de Diciembre se sucedieron en varias partes de nuestro país hechos de violencia social que tuvieron diversas interpretaciones de sus causantes y objetivos. En particular podemos dar cuenta de lo que más conocemos que es nuestra ciudad.

Si uno tiene verdadera voluntad, no es difícil romper el cerco mediático que intenta influir en la bendita opinión pública. Cerco que pretende guiar esa opinión hacia la archi-conocida solución represiva de todos los males, cuya única forma de aplicación es la de los candidatos de la mano dura y las fuerzas de (in)seguridad desplegados por doquier. En la provincia de los 7 muertos en el 2001 durante el Gobierno del peronista Reutemann y su mano dura y ex Represor Alvarez, del récord de gatillo fácil policial y de los 3 militantes muertos en Villa Moreno durante Gobierno Progresista, son demasiadas las pruebas de que esa receta ha fallado reiteradas veces.

La mejor forma de romper ese cerco es la de caminar los barrios y conocer de boca del mismo pueblo sus padecimientos y dolores, aquellos que el “capitalismo serio” no resuelve y no parece resolver, sino que más bien profundiza.

Ese cerco mediático que enciende temores y paranoias lo único que busca es el control social para incidir en las decisiones del pueblo. Incidencia en, por ejemplo, la decisión por tal o cual candidato en las elecciones de sus representantes, la decisión de brindar solidaridad hacia el más vulnerable, o sobre la confianza en sí mismo, como pueblo, para resolver los problemas más fundamentales.

El desenlace del clima de rumores y predicciones catastrofistas culminó en algunos saqueos de comercios en barrios periféricos, que terminaron siendo una batalla de pobres contra pobres. Y en la mayoría de los casos, reprimidos bajo las balas y palos de la policía. El resultado más trágico son 4 ciudadanos muertos en circunstancias no esclarecidas aún.

Funcionarios públicos y algunos otros testimonios, indicaron que hubo provocadores. Esa es una hipótesis que no descartamos. Pues los sectores de derecha que encontramos en los barrios, que se mueven de la mano de sus protectores policíacos, judiciales y sus redes mafiosas, se aprovechan de la vulnerabilidad del pueblo pobre, ya que quienes los deberían proteger son parte de la opresión. De este modo terminan siendo carne de cañón de los intereses de quienes quieren mantener privilegios y aumentar sus ganancias, pero nada tienen que ver con resolver su crisis social. La derecha, ligada a esas mafias que sirven a sus intereses políticos, está siempre presente y nunca pierde la oportunidad para avanzar en su programa. Pero este no es el punto central que debería preocuparnos.

Los funcionarios, antes de presentarse como víctimas de esas posibles provocaciones, deberían dar respuestas porque aún no han hecho nada por resolver los problemas de esa importante porción del pueblo. A la vista de todos quedaron expuestas sus condiciones de vida ante los "desastres" meteorológicos que, seguramente, favorecieron el clima previo a los hechos que terminaron en algunos saqueos (que se pueden contar con los dedos de las manos) y que el sensacionalismo mediático aprovecho descaradamente.

Tendrían que dar explicaciones acerca de cómo puede ser que los agro-negocios y sus beneficiarios han incrementado sus ganancias y negocios de manera exorbitante, mientras que aún en barrios periféricos no hay electricidad, no hay pavimento ni desagües pluviales, no hay cloacas ni gas natural. Y en todo caso dar explicaciones sobre cómo resuelven la crisis social que significa que después de once años de la rebelión del 2001 un 10 % de la población aún sigue sin trabajo. Lo que puede representar aproximadamente, en Rosario, 300.000 personas sin más sustento que las changas diarias y la ayuda del estado.

Aunque no fue el caso de Rosario, hubo quienes tomaron, para marginar al pueblo pobre, la imagen del robo de televisores en otra parte del país. Como bien dijo un compañero de la JG, “un TV de esos sale mucho más que la carne que podría cargar encima”. Esta reflexión es bastante justa, ¿quién no va a querer conseguir seguramente a buen precio el TV que se llevaba ese individuo y con eso conseguir dinero para comprar varios kilos de carne?
Por otra parte, lograr ese TV nuevito no está mal, ya que el mismo gobierno nacional, con el fin de mantener el ciclo de consumo, lanzó planes de “Plasmas para todos”. O sea, ahora se quejan del consumismo que ellos mismos engendran para sostener el “capitalismo serio”, cuyo único fin es mantener el ciclo de crecimiento de la ganancia del capital, en lugar de resolver todos los aspectos vitales y fundamentales de la buena calidad de vida del pueblo.

Es por todo esto que no basta sólo con la "inclusión". La Justicia Social, bandera que se han olvidado de levantar, es por lo que debemos luchar.
A esta actitud le llamamos justamente hipocresía. Al pueblo se lo bombardea las 24 horas del día con el consumismo, polea fundamental del capitalismo, pero se fustiga que el pueblo desee esos bienes y que no puede conseguirlos porque ni siquiera hay suficiente trabajo (10 % de desocupación).

La paranoia que generaron los hechos de violencia (saqueos) se funda sobre el temor, agitado por los medios masivos y sus instigadores, de que "hordas" de los barrios pobres periféricos "asaltaran" sus posesiones. Esto sólo puede comprenderse debido a la indiferencia de una porción del mismo pueblo que no comprende que en estos años de "recuperación" (de la ganancia capitalista) una masa importante del pueblo apenas pudo contar con ingresos para no caer en la indigencia. Una masa que aún tiene graves problemas sociales y económicos no resueltos. Si no se ha logrado mejorar sus condiciones de vida (vivienda, servicios básicos, trabajo digno) durante 10 años de crecimiento récord, ¿qué esperanzas se pueden mantener en pie durante el desaceleramiento de la economía mundial y nacional? Al pueblo le puede faltar educación, pero no es idiota.

No hay que ser una consultora especializada para ver el crecimiento, en algunos casos ostentoso, de las clases sociales más altas. Esa violencia económica a la que son sometidas las clases más bajas, sobre todo las que aún no han logrado "la inclusión" (30% de la población) son parte de las causas que a nadie le interesa discutir. Producto de esa violencia a la cuál somos sometidos permanentemente mediante una propaganda de consumo asfixiante, ahora nos asusta el saqueo de algunos pequeños comercios perpetrados por individuos que pertenecen al pueblo pobre que intentan, mediante la violencia de abajo, apropiarse de esos artículos de consumo. La burguesía se apropia de ese tipo de artículos mediante la apropiación del trabajo de la clase trabajadora, solo por ser dueña de los medios de producción y del capital, pero a nadie le indigna ese orden social de por si violento. Violento, porque a nadie le gusta que le roben el trabajo que uno realiza.

Hipocresía e indiferencia son las claves para entender por qué hasta el día de hoy no hay soluciones. Porque mientras no busquemos realmente la verdad, será imposible proponer soluciones efectivas.
La única solución será animarnos a construir nuestra propia política, para que sea del pueblo y para el pueblo.

Que este fin de año, y comienzo de uno nuevo, sirva para reflexionar al respecto y renovar el espíritu de búsqueda de nuevas alternativas diferentes a las que nos pretenden imponer desde arriba.

Hagamos nuestras las palabras de Ernesto “Che” Guevara: "El presente es de lucha, el futuro es nuestro"

Juventud Guevarista de Rosario.

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