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Entrevista a Oscar Lupori: ¿Qué paraguas podemos hacer para parar semejante huracán?
Por La Brújula Cooperativa de Comunicación - Saturday, Jan. 12, 2013 at 11:50 PM

Nota: Aldo Nuñez / Entrevista: Nahuel Militano (realizada en el programa radial Bárbaros 2012) Foto: Indymedia.

Entrevista a Oscar L...
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Casado y padre de tres hijos varones. Uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en Rosario. Hace más de 30 años que abandonó el Estado Eclesial. Actualmente trabaja junto a pastores metodistas y laicos en el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) y Da clases en la carrera de Trabajo Social en la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Además, lleva adelante un trabajo territorial en barrio “Fisherton pobre” en la ciudad de Rosario.

Sobre su vida:

“Yo provengo de una familia obrera.” Comienza. “Una familia Cristiana Católica.” Describe a su familia como gente de profunda fe y personas que en la casa cultivaban, además del amor al trabajo, el respeto a los vecinos y el hablar de la justicia. “Mi padre por ejemplo, era albañil, y cuanta huelga hubo la respetó. Nosotros éramos cinco hermanos y éramos chicos y él prefería salir a vender riestras de ajo, a fallarle a los compañeros en la huelga.” Al mismo tiempo frecuentaba mucho la parroquia, y confiesa que es en este contexto que empiezan a generarse las ganas de ser sacerdote, y “trabajar en una línea vinculada a la vida de los obreros, a la defensa de la justicia social”, relacionada también con el amor a los seres humanos y sobre todo mucho respeto hacia el pobre, por aquel que atraviesa momentos difíciles. “Y teniendo once años, de un momento a otro empiezo a manifestar mis ganas de ser sacerdote.” Agrega.

Todo esto lo lleva a conversar cada vez mas con el sacerdote de su parroquia y en el año 1948 ingresa al seminario. Allí es donde se va formando y, entre compañeros y sacerdotes, va confirmando una línea en ese sentido. Opina que “Uno no es por uno mismo. Uno es por los otros y porque uno de alguna manera se engancha.”

Por otro lado, su madre, siempre crítica de la iglesia le marcaba con mucha firmeza acciones fuera de lugar de eclesiásticos y religiosas, de manera que para él el Cristianismo no fuera un “Cristianismo de apariencia”, y mucho menos que sirviera a cierta clase de intereses.

Se pregunta: ¿Cómo conjugar Ciencia y saber popular? ¿Cómo hacer una educación de tipo popular, liberadora? No bancaria. Una educación centrada en poder problematizar las cuestiones para que cada uno pueda conjugar su experiencia con lecturas.

“Soy una persona que lo que me preocupa es el sentido nuclear de las cosas. No entro en cuestiones de menudencias sin alcance, pero me importa mucho que todos mis pensamientos, mi saber, se dirija a la acción. Que si realmente hay SIDA en la cotidianeidad de la gente que tenga una direccionalidad política de modo que sea un apoyo a la lucha de los sectores populares, que sea algo que construye hacia una otra sociedad diferente a esta capitalista en la que vivimos.”

Su distanciamiento de la Iglesia Católica.

“Esto ocurrió aproximadamente en el ’78, cuando acabó el Concilio Vaticano y la experiencia de que el Arzobispo de Rosario, Bolatti, no tenía mayores intenciones de aplicarlo, nos juntamos en un grupo que empezó a hacer un análisis de la realidad de la diócesis y a hacer propuestas para hacer un cambio; en acuerdo a eso ir metiendo muy seriamente el tema de la iglesia de los pobres y el compromiso por cambiar la sociedad. Por eso concordamos de entrada con la carta de los obispos del tercer mundo cuando planteaban que para los cristianos este momento que vivíamos en el tercer mundo, profesar nuestra Fe significaba un compromiso con el socialismo.”

También influyó mucho el hecho de los compañeros sacerdotes que “entran, uno diría casi en una burocracia del ministerio. Son burócratas de la iglesia. No son testigos que te impactan, que transmiten un mensaje que a uno lo sacuda, lo cuestione, lo promueva en una línea.”

Su aporte al MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos).

El MEDH es un movimiento que en Rosario comenzó a desarrollarse a mediados de 1975, con reuniones entre eclesiásticos que veían como algo imparable, lo que se venía sobre el conjunto de militantes para el cambio social. “Y pensábamos ¿Qué paraguas podemos hacer para parar semejante huracán? Y el MEDH nació de eso. De la visión de iglesias que veían cómo se iba dando el proceso en Argentina. Y desde entonces que venimos marchando y cambiando según los momentos nuestra estrategia y la política interna con qué movernos.”

El MEDH es una organización de iglesias cristianas, algún Rabino se adhirió también alguna vez, de distinta confesión, ya que hay católicos, metodistas, luteranos, de la Pentecostal, valdense, un conjunto de iglesias que se comprometían a generar procesos de defensa y promoción de los derechos humanos.

Su trabajo en la actualidad.

“A partir de la presencia del neoliberalismo, se impuso trabajar mucho por los derechos económicos y sociales. Hay actualmente un fuerte trabajo en territorio, en barrios obreros, que sufren de marginación, que sufrieron de exclusión muy fuerte de los finales de los ’90, comienzos de los años 2.000. Sobre todo en lo que en la asamblea de 2001 se llamó Fisherton pobre.”

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