Julio López
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Conmemoración Semana Trágica de Enero de 1919 / sábado 19 de enero / 16:30 hs.
Por (reenvio) Bandera Negra - Saturday, Jan. 19, 2013 at 1:17 PM

Porque ayer y hoy no son tan distintos

Luego de un mes de una inmensa huelga, el 7 de enero de 1919 los trabajadores de los Talleres Metalúrgicos Pedro Vasena eran atacados brutalmente por la policía. Se trataba de una feroz represión que tendría como consiguiente acto un escenario de inminente huelga general y violentos enfrentamientos entre un pueblo que quería conquistar sus derechos y los patrones y el Estado presidido por Hipólito Yrigoyen que no iban a hacer la vista gorda.El ataque dejó cuatro trabajadores muertos, y la Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos lanzó entonces la huelga general en todo el gremio.

Los trabajadores de los Talleres Vasena eran de los peores pagos de la Capital y eran constantemente perseguidos por las patotas de la patronal, que los asediaba para intentar frenar cualquier organización sindical dentro de la planta. Así y todo exigieron la jornada de 8 horas, un aumento salarial, el descanso dominical y la...

Porque ayer y hoy no son tan distintos Luego de un mes de una inmensa huelga, el 7 de enero de 1919 los trabajadores de los Talleres Metalúrgicos Pedro Vasena eran atacados brutalmente por la policía. Se trataba de una feroz represión que tendría como consiguiente acto un escenario de inminente huelga general y violentos enfrentamientos entre un pueblo que quería conquistar sus derechos y los patrones y el Estado presidido por Hipólito Yrigoyen que no iban a hacer la vista gorda.El ataque dejó cuatro trabajadores muertos, y la Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos lanzó entonces la huelga general en todo el gremio.

Los trabajadores de los Talleres Vasena eran de los peores pagos de la Capital y eran constantemente perseguidos por las patotas de la patronal, que los asediaba para intentar frenar cualquier organización sindical dentro de la planta. Así y todo exigieron la jornada de 8 horas, un aumento salarial, el descanso dominical y la reincorporación de los delegados expulsados por su actividad gremial. El día 8 de enero fue clave para que los trabajadores en huelga consiguieran la solidaridad de los demás gremios de la Capital Federal, y más tarde de los distintos sectores del país para que se adhirieran a la medida de lucha.

En la tarde del día 9, miles de trabajadores comenzaron a marchar en un cortejo fúnebre, desde el barrio Nueva Pompeya al Cementerio de Chacarita, donde les esperaría una nueva emboscada de parte de la policía y los bomberos. La élite porteña asustada por el avance obrero en un contexto de revoluciones y estallidos a traves del mundo no iba a dejar expandir las ¨ ideas de avanzada ¨entre el pueblo trabajador. Es así que se agrupan en la Liga Patriótica, grupo de bandas antiobreras y antisemitas armadas para perseguir y asesinar luchadores junto a las fuerzas represivas del gobierno. La represión fue brutal e hizo estallar enfrentamientos en distintos barrios con la intervención del ejército.

En las inmediaciones de la empresa Vasena se produjo un brutal ataque de la policía con ayuda del ejército a un grupo de huelguistas que realizaba piquetes en el lugar para no dejar salir los carros con mercadería manejados por unos pocos rompehuelgas. La jornada dejó cientos de muertos, desaparecidos y heridos. Es así que el día 10 de enero, mientras la huelga continuaba, Yrigoyen dedicaba sus esfuerzos a militarizar la ciudad, negociando con Pedro Vasena primero, y luego con la FORA del IXº Congreso. De esta manera se llegaba a un primer acuerdo donde se concedían algunos de sus reclamos.

Aun en estas condiciones, el gobierno no pudo derrotar la enorme resistencia obrera, y se encontró un movimiento dispuesto a continuar con la huelga. La FORA del Vº Congreso seguía en la lucha, pero con el pasar de los días, los primeros signos de agotamiento se hacían sentir, y la medida de fuerza había comenzado a desgastarse. Los trabajadores de la semana de enero lucharon por la necesidad de mejorar sus condiciones laborales y, gracias a la solidaridad y a la conciencia de la necesidad de la lucha en conjunto, lograron parte de sus reclamos.

Resulta paradójico que hoy, casi cien años después, un 40% de los trabajadores del país están precarizados, lo que significa que muchos de los derechos y reivindicaciones conseguidas en aquel entonces, son hoy plenamente vulnerados. A la precarización laboral pactada por el gobierno y los empresarios durante estos últimos años, se le sumó en los últimos meses la nueva ley de ART que perjudica aún más a los obreros que trabajan en malas condiciones, ya que elimina la doble vía que antes tenía el trabajador al reclamar cuando sufría un accidente. El de Yrigoyen era un gobierno que se jactaba supuestamente de no reprimir la protesta social, pero los resultados de aquella semana, con cientos de trabajadores asesinados y desaparecidos a manos de la policía y el ejército, lo desmintieron.

Esa masacre fue la antesala de la escalada represiva que el Estado empezaba a llevar a cabo para defender los intereses de los empresarios, que tendría como sucesor a los fusilamientos de trabajadores en la Patagonia y en el norte santafesino en La Forestal. Sin embargo la represión de la protesta social no es meramente un capítulo aislado del siglo XX. Hoy, en diez años de gobierno kirchnerista, bajo la misma retórica de no reprimir la protesta social, son 19 los asesinados hacia octubre de 2012 (Archivo 2012, CORREPI) en represión a manifestaciones, sin sumar las muertes consecuencia del modelo como las víctimas del gatillo fácil que asesina a un/a joven por día en los barrios, o por la persecución a las víctimas del saqueo de los recursos naturales como en el caso de los miembros de la comunidad Qom, que hace años vienen luchando y sufriendo asesinatos por el derecho a trabajar sus tierras y a no ser desterrados por el avance del negocio de la soja.

Aquellos años, la “élite” contaba con rompehuelgas, ¨carneros¨ que iban armados para defender a su patrón a los tiros. Además la clase dominante se había dotado de la Liga Patriótica que, con la ayuda del Ejército, salía a las calles en defensa del tan preciado “orden”. Luego contaron con la mano de obra de las Fuerzas Armadas en las distintas dictaduras asesinas. También contaron con la burocracia sindical y la triple A en los 70s para hacer desaparecer a los trabajadores combativos. Hace tan solo dos años era Mariano Ferreyra quien se encontraba reclamando junto a trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca por el pase a planta permanente.

Mariano fue asesinado por una patota sindical afín al gobierno y en complicidad con la policía federal (la zona liberada que permitió el accionar de las patotas) y las cúpulas gobernantes. Podemos citar decenas de casos en los que ante un conflicto entre patrones y trabajadores, la clase dominante y sus gobiernos no dudaron en recurrir a la represión. De esta manera, teniendo en cuenta todas estas continuidades propias de un sistema explotador y opresor, se hace más que necesario recordar y repensar nuestras luchas pasadas, aprendiendo de las experiencias anteriores con la mirada puesta en el presente para luchar por un mejor futuro. Bandera Negra – Biblioteca Popular José Ingenieros- Casa del Pueblo- Difusión Anaquista- Militantes independientes

Porque ayer y hoy no son tan distintos Luego de un mes de una inmensa huelga, el 7 de enero de 1919 los trabajadores de los Talleres Metalúrgicos Pedro Vasena eran atacados brutalmente por la policía. Se trataba de una feroz represión que tendría como consiguiente acto un escenario de inminente huelga general y violentos enfrentamientos entre un pueblo que quería conquistar sus derechos y los patrones y el Estado presidido por Hipólito Yrigoyen que no iban a hacer la vista gorda.

El ataque dejó cuatro trabajadores muertos, y la Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos lanzó entonces la huelga general en todo el gremio. Los trabajadores de los Talleres Vasena eran de los peores pagos de la Capital y eran constantemente perseguidos por las patotas de la patronal, que los asediaba para intentar frenar cualquier organización sindical dentro de la planta. Así y todo exigieron la jornada de 8 horas, un aumento salarial, el descanso dominical y la reincorporación de los delegados expulsados por su actividad gremial.

El día 8 de enero fue clave para que los trabajadores en huelga consiguieran la solidaridad de los demás gremios de la Capital Federal, y más tarde de los distintos sectores del país para que se adhirieran a la medida de lucha. En la tarde del día 9, miles de trabajadores comenzaron a marchar en un cortejo fúnebre, desde el barrio Nueva Pompeya al Cementerio de Chacarita, donde les esperaría una nueva emboscada de parte de la policía y los bomberos. La élite porteña asustada por el avance obrero en un contexto de revoluciones y estallidos a traves del mundo no iba a dejar expandir las ¨ ideas de avanzada ¨ entre el pueblo trabajador.

Es así que se agrupan en la Liga Patriótica, grupo de bandas antiobreras y antisemitas armadas para perseguir y asesinar luchadores junto a las fuerzas represivas del gobierno. La represión fue brutal e hizo estallar enfrentamientos en distintos barrios con la intervención del ejército. En las inmediaciones de la empresa Vasena se produjo un brutal ataque de la policía con ayuda del ejército a un grupo de huelguistas que realizaba piquetes en el lugar para no dejar salir los carros con mercadería manejados por unos pocos rompehuelgas.

La jornada dejó cientos de muertos, desaparecidos y heridos. Es así que el día 10 de enero, mientras la huelga continuaba, Yrigoyen dedicaba sus esfuerzos a militarizar la ciudad, negociando con Pedro Vasena primero, y luego con la FORA del IXº Congreso. De esta manera se llegaba a un primer acuerdo donde se concedían algunos de sus reclamos. Aun en estas condiciones, el gobierno no pudo derrotar la enorme resistencia obrera, y se encontró un movimiento dispuesto a continuar con la huelga. La FORA del Vº Congreso seguía en la lucha, pero con el pasar de los días, los primeros signos de agotamiento se hacían sentir, y la medida de fuerza había comenzado a desgastarse.

Los trabajadores de la semana de enero lucharon por la necesidad de mejorar sus condiciones laborales y, gracias a la solidaridad y a la conciencia de la necesidad de la lucha en conjunto, lograron parte de sus reclamos. Resulta paradójico que hoy, casi cien años después, un 40% de los trabajadores del país están precarizados, lo que significa que muchos de los derechos y reivindicaciones conseguidas en aquel entonces, son hoy plenamente vulnerados. A la precarización laboral pactada por el gobierno y los empresarios durante estos últimos años, se le sumó en los últimos meses la nueva ley de ART que perjudica aún más a los obreros que trabajan en malas condiciones, ya que elimina la doble vía que antes tenía el trabajador al reclamar cuando sufría un accidente.

El de Yrigoyen era un gobierno que se jactaba supuestamente de no reprimir la protesta social, pero los resultados de aquella semana, con cientos de trabajadores asesinados y desaparecidos a manos de la policía y el ejército, lo desmintieron. Esa masacre fue la antesala de la escalada represiva que el Estado empezaba a llevar a cabo para defender los intereses de los empresarios, que tendría como sucesor a los fusilamientos de trabajadores en la Patagonia y en el norte santafesino en La Forestal. Sin embargo la represión de la protesta social no es meramente un capítulo aislado del siglo XX.

Hoy, en diez años de gobierno kirchnerista, bajo la misma retórica de no reprimir la protesta social, son 19 los asesinados hacia octubre de 2012 (Archivo 2012, CORREPI) en represión a manifestaciones, sin sumar las muertes consecuencia del modelo como las víctimas del gatillo fácil que asesina a un/a joven por día en los barrios, o por la persecución a las víctimas del saqueo de los recursos naturales como en el caso de los miembros de la comunidad Qom, que hace años vienen luchando y sufriendo asesinatos por el derecho a trabajar sus tierras y a no ser desterrados por el avance del negocio de la soja.

Aquellos años, la “élite” contaba con rompehuelgas, ¨carneros¨ que iban armados para defender a su patrón a los tiros. Además la clase dominante se había dotado de la Liga Patriótica que, con la ayuda del Ejército, salía a las calles en defensa del tan preciado “orden”. Luego contaron con la mano de obra de las Fuerzas Armadas en las distintas dictaduras asesinas. También contaron con la burocracia sindical y la triple A en los 70s para hacer desaparecer a los trabajadores combativos. Hace tan solo dos años era Mariano Ferreyra quien se encontraba reclamando junto a trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca por el pase a planta permanente.

Mariano fue asesinado por una patota sindical afín al gobierno y en complicidad con la policía federal (la zona liberada que permitió el accionar de las patotas) y las cúpulas gobernantes. Podemos citar decenas de casos en los que ante un conflicto entre patrones y trabajadores, la clase dominante y sus gobiernos no dudaron en recurrir a la represión. De esta manera, teniendo en cuenta todas estas continuidades propias de un sistema explotador y opresor, se hace más que necesario recordar y repensar nuestras luchas pasadas, aprendiendo de las experiencias anteriores con la mirada puesta en el presente para luchar por un mejor futuro. Bandera Negra – Biblioteca Popular José Ingenieros- Casa del Pueblo- Difusión Anaquista- Militantes independientes

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REMINISCENCIA
Por BANDERA NEGRA - Sunday, Jan. 20, 2013 at 9:45 PM

Mariano fue asesinado por una patota sindical afín al gobierno y en complicidad con la policía federal (la zona liberada que permitió el accionar de las patotas) y las cúpulas gobernantes.

¿Y USTEDES SE DICEN ANARQUISTAS HABLANDO DE ZONA LIBERADA IGUAL QUE LO HACE CUALQUIER BURGUES, ESE ES SU CONCEPTO DE LIBERTAD?

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MÁS POLICÍA ES MÁS SEGURIDAD
Por bandera negra - Sunday, Jan. 20, 2013 at 9:47 PM

Tras el discurso de la inseguridad se esconde la respuesta fácil de los gobiernos de dar mayor poder a la policía, que más que solución es parte del problema. Entre una larga lista de hechos delictivos en los que está involucrada la fuerza, se suma la creación de zonas liberadas para el delito.

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