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Malvinización y desmentirización lll
Por Dr. Oscar Abudara Bini - Sunday, Feb. 24, 2013 at 11:26 AM
drabudarabini@yahoo.com.ar

El prólogo del diputado Julián DOMINGUEZ expresa el contenido politico institucional del libro

Prólogo

Por Julián Andrés Dominguez (*)

Demos una oportunidad a la paz

En 2012 se cumplieron 30 años del conflicto bélico por Malvinas con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y en 2013 la República Argentina celebrará los 30 años de vigencia ininterrumpida de la recuperación de las instituciones democráticas.

Estos dos hechos, vinculados estrechamente entre sí en la historia reciente de nuestro país, colocan a todos los argentinos en el compromiso de buscar y darnos una respuesta en clave de representación colectiva para desentrañar lo sucedido en el sentimiento de toda la sociedad en estas tres décadas.

La representación política ha transitado a lo largo de este tiempo entre la vergüenza y la frustración, el ocultamiento y la ignorancia, y finalmente, el trauma, la resignación y el olvido. Adicionalmente, estas actitudes por parte de diferentes sectores de la vida nacional no han estado exentas, en algunos casos, de interesadas acciones destinadas a perpetuar este estado de cosas y no permitir la necesaria elaboración que nos lleve a replantear, con nuevos instrumentos de política, el desafío de recuperar por la vía diplomática las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

Es este el momento que los argentinos tenemos de efectuar esta síntesis y emerger con una propuesta de resiliencia colectiva. La resiliencia es entendida como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas. Los especialistas definen cuatro pilares básicos sobre los que se sostienen estos procesos de resiliencia colectiva: autoestima colectiva, identidad cultural, humor social y honestidad estatal. Para el caso argentino con Malvinas, es menester considerar previamente algunos tópicos esclarecedores de la cuestión.

En primer lugar, partir del reconocimiento de que si bien las acciones desarrolladas por los distintos gobiernos argentinos durante estos años distaron de ser uniformes en sus objetivos y propósitos, y en consecuencia, en sus resultados, la realidad que hoy emerge es la construcción de una etapa de desentrañamiento más profundo de todos aquellos aspectos que constituyen la intención de sostener por la vía diplomática y en el plano multilateral, el reclamo decidido por la soberanía de las Islas Malvinas, como una causa compartida.

En segundo término, y a treinta años de culminadas las acciones de guerra, las diferentes etapas para encauzar la situación hasta la fecha deben observarse en estricta correspondencia con los diferentes contextos internacionales que dieron marco a las acciones de política exterior vinculadas a Malvinas.

Así, asistimos a una primera etapa post-bélica que se correspondió con la existencia de un mundo bipolar que dominó el escenario desde la posguerra y hasta el fin del “socialismo real” simbolizado por la caída del muro de Berlín en 1989. Un segundo escenario, durante la década de los noventa se caracterizó por el desbalance de hegemonías provocado precisamente por el episodio de la reunificación alemana, en la que la ostensible prevalencia del mundo capitalista definió los parámetros del orden económico, social y político en el mundo. El tercer escenario internacional que contextualiza a la diplomacia argentina en torno a esta cuestión se conforma a partir de la emergencia de la crisis financiera (luego económica) internacional durante el segundo semestre de 2007, desencadenada en los países desarrollados, en el que por primera vez aparece cuestionada la unipolaridad, para dar a lugar a la aparición en escena de otros jugadores: los denominados países emergentes, que van constituyendo bloques como el de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Suráfrica) y que dan sustento en la actualidad a un orden cuya polaridad puede decirse resulta aún incierta y en proceso, tal vez, de transición

Asimismo, además de las características de los contextos internacionales, a los fines del esclarecimiento propuesto, es preciso destacar las claras diferencias entre las circunstancias internas que dieron origen al conflicto, y las que existen en materia institucional en este nuevo período en el marco del Bicentenario argentino.

En efecto; primero, es clave para propiciar un debate nacional y posteriormente definir el curso de acciones de política exterior en torno de la cuestión, subrayar en esta etapa la naturaleza de la representación legítima de los intereses soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, en cabeza de nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esta circunstancia constituye un factor esencial en el juego de las diferencias propuesto, respecto de quienes auto-arrogándose una representación que no tenían, decidieron en 1982 el desembarco en las islas.

En segundo término, y como consecuencia de lo anterior, parece de vital importancia destacar el rol del cuerpo del Poder Legislativo en su conjunto, encolumnado detrás de la orientación dispuesta e instrumentada por la Señora Presidenta, a través de nuestra Cancillería, quienes como legítimos representantes de nuestros pueblos y de nuestros territorios provinciales, tenemos la obligación de desarrollar las acciones que la diplomacia legislativa exige para afianzar el objetivo de recuperación de las Islas Malvinas por la vía diplomática y en acto de
reafirmación de nuestro juramento por la Constitución Nacional.

En este sentido la Declaración de Ushuaia y su ratificación por parte de las dos cámaras que componen el Congreso Nacional constituye un punto de inflexión en este rol decisivo que los legisladores argentinos debemos desempeñar. Otra tonalidad contrastante entre ambos momentos se refleja en la matriz de sustento geopolítico regional que la cuestión Malvinas tiene en la actualidad, a partir del pronunciamiento de apoyo de los países de la región, materializadas en las resoluciones de los bloques MERCOSUR (Mercado Común del Sur), UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) y CELAC (Comunidad de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas), hecho que evidencia la madurez política del proceso de integración regional, cuya evolución ha ido avanzando hacia modalidades más profundas y de mayor cobertura que las fórmulas más “comercialistas” de las décadas de los ochenta y noventa. Existe una mayor convergencia y sintonía entre los países de la región respecto de numerosas políticas públicas, de las cuales el tema de soberanía de nuestros territorios genera sin duda un sentido de patrimonio común.

La Señora Presidenta de la República Argentina ha definido claramente el mensaje, lema de esta nueva etapa en el reclamo por Malvinas: dale una oportunidad a la paz. Efectivamente, el mensaje contiene dos elementos categóricos que van a caracterizar esta etapa: uno de acción, pues darle una oportunidad para construir el dialogo supone actos y acciones concretos para obtener algo, en este caso, el reconocimiento de la soberanía argentina sobre los territorios de las Islas Malvinas, Georgias del Sur Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes; el otro elemento refiere al método y al camino: la paz. La paz como objetivo de máxima aspiración y como camino estratégico a través de las acciones diplomáticas tendientes a lograr que el Reino Unido se siente a la mesa de diálogo en el plano multilateral de Naciones Unidas para que sus resoluciones sean efectivamente cumplidas.

Esta obra, “Malvinización y Desmentirización: un aporte económico, político y cultural en el marco de la Patria Grande” compilada por Fernando José del Corro constituye un esfuerzo encomiable y la visión compartida e integral del tema, que nos permite a los argentinos obtener esa representación colectiva que nos coloque nuevamente en el camino correcto del que no debimos apartarnos: la búsqueda sistemática y por la vía pacífica del reconocimiento de nuestros derechos soberanos.

Cada uno de los ensayos que conforman esta compilación leída desde cada visión, desde cada perspectiva de manera separada, nos darían una versión segmentada de todas las dimensiones que Malvinas tiene. Sin embargo, el engarce de cada una de ellas supone el compromiso de un enfoque bajo el principio de integralidad, propósito que en esta oportunidad está altamente logrado. Cada uno de los aspectos abordados en esta recopilación está íntimamente vinculado con el resto, pero todos, absolutamente todos, indisolublemente unidos por el hilo de la historia.

El aporte esclarecedor de cada uno de los expertos convocados a describir desde su particular ángulo y con la riqueza de los detalles de sus respectivas disciplinas, es objeto de nuestra mayor gratitud y reconocimiento.

Diplomáticos, legisladores de las comisiones de Relaciones Exteriores de esta Cámara, politólogos, ensayistas, economistas, historiadores y demás especialistas han puesto el acento en señalar aquellos aspectos políticos, geopolíticos, económicos, sociales, estratégicos y culturales que hacen de la cuestión Malvinas una cuestión nacional, pero también regional, y aún más, global.

Así, la perspectiva de la Patria Grande se fortalece y se nutre de las experiencias y luchas de aquellos mártires anónimos que dieron su vida por las causas justas. Malvinas es una de ellas, representa y sintetiza los anhelos y los sueños de las generaciones que parieron próceres de la talla de José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Juan Perón y Néstor Kirchner.

De todos nosotros depende que para los próximos treinta años, con un contenido positivo para nuestro pueblo argentino y los países que nos acompañan, la convocatoria a especialistas sea para explicar como la construcción colectiva de darnos esta oportunidad que hoy nos brinda la historia, nos hará merecedores del preciado tesoro de la paz. Ello habrá enaltecido a los gobernantes que la hayan hecho posible y habrá dignificado a nuestros pueblos.




Y recuperar el territorio que nos pertenece y la titularidad histórica que nos llama a reencontrarnos con nuestras tierras Malvineras.

Convencido que este ensayo ayudara a recuperar nuestras islas Malvinas con admiración por el trabajo realizado.

(*) Julián Andrés Domínguez. Soldado clase 1963 afectado al Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, Comandante Luis Piedra Buena. Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

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