Julio López
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Los movimientos populares asumimos nuevos desafíos
Por fpds - Sunday, Feb. 24, 2013 at 9:34 PM
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Somos el Frente Popular Darío Santillán, nacimos con el objetivo de aportar a la construcción de algo nuevo para poder transformar de raíz la sociedad en la que vivimos, recuperando las experiencias de los miles de luchadores

Los movimientos populares asumimos nuevos desafíos

Somos el Frente Popular Darío Santillán, nacimos con el objetivo de aportar a la construcción de algo nuevo para poder transformar de raíz la sociedad en la que vivimos, recuperando las experiencias de los miles de luchadores y luchadoras populares de nuestra patria a lo largo de los años. Desde el 2004, en distintos rincones del país hombres y mujeres venimos organizándonos y poniendo nuestro esfuerzo y compromiso en los barrios humildes, en los lugares de trabajo, en organizaciones rurales, centros culturales, en el movimiento estudiantil, peleando y construyendo desde abajo por el cambio social. Sin esperar soluciones desde arriba, en estos años fuimos forjando y construyendo una vida más digna en cada uno de los rincones donde nos hemos organizado: por nuestra educación, creando bachilleratos populares, primarias y grupos de alfabetización donde nos formamos cientos de jóvenes y adultxs expulsados del sistema formal; por mejores condiciones educativas y otro modelo de educación, en los terciarios y secundarios donde nuestros jóvenes comienzan a organizarse defendiendo una educación pública que sea realmente para todxs; por trabajo, desarrollando emprendimientos cooperativos y autogestivos donde cientos de familias recuperan la dignidad del trabajo sin patrón; en los lugares de trabajo y los sindicatos dando la pelea contra la precarización laboral y por mejorar nuestras condiciones de vida; luchando por vivienda digna en un país donde este derecho básico es cada vez más avasallado por la privatización del espacio público y la expansión del negocio inmobiliario.

Todo esto fue conseguido por la lucha y organización, con la convicción de que sólo el desarrollo de poder popular y el protagonismo del pueblo nos permiten transformar la realidad en algo más parecido a lo que soñamos. Nunca hemos esperado que los cambios vengan del Estado y sus partidos porque creemos que el desarrollo político y el avance de los sectores populares sólo pueden surgir del protagonismo directo del pueblo trabajador.

Nuestro FPDS nació en el fervor de las experiencias forjadas al calor de la resistencia al neoliberalismo junto a miles de compañeros y compañeras que dijimos basta a la vorágine capitalista de los noventa. Entendemos que quienes provenimos de esas experiencias de lucha aún tenemos la tarea primordial que quedó pendiente desde el 2001: generar una alternativa política de transformación integral de la sociedad desde los sectores populares.

Nuevos desafíos… los mismos principios

Hoy desde el Frente Popular Darío Santillán hemos decidido dar la pelea también en el ámbito electoral como un plano más de disputa hacia ese proyecto popular de transformación.
Estamos convencidos y convencidas que la disputa debe darse en todos los terrenos y deben generarse todas las herramientas que permitan ir peleando en cada lugar. Por eso hoy comenzamos a aportar en la construcción de una alternativa político-electoral desde abajo, que nos convoque a participar, a realizar nuestro propio destino. Entendiendo que es un paso más que puede contribuir a la experiencia organizativa popular, y teniendo en claro que el desafío sigue siendo forjar un proyecto de unidad que exprese una alternativa de una nueva izquierda. Un aporte que esperamos contribuya al debate del conjunto de las organizaciones populares que, en cada trinchera, pelean por un mundo con más justicia y dignidad.

Nuestras certezas son los 8 años de construcción de poder popular, y vemos este terreno como una continuidad de ese desarrollo. No somos ingenuos, reconocemos las lógicas de la vieja política, una estructura de intervención ideada y adecuada a los partidos burgueses, y restrictiva a la emergencia de nuevas fuerzas políticas. Por eso decimos:

- La participación electoral debe darse a través de una herramienta distinta la del movimiento. Los movimientos populares no tienen, en esta instancia, que fundirse en un partido político, sino construir una herramienta específica para la lucha electoral, manteniendo a la vez las identidades políticas de las articulaciones de base.

- Sostenemos principios político como la rotación de los mandatos, la participación y protagonismo de referentes populares y sus construcciones, sin caudillismo, con liderazgos colectivos y rotativos. Desechamos la construcción de referentes burocráticos separados de las bases, así como las alianzas electorales que en función del caudal de votos o las coyunturas claudican denuncias y principios.

- Vemos este paso como una amplificación de nuestras consignas propositivas y entendemos que cualquier instancia de exposición pública debe servir para expresarlas sin resquemores.

- No creemos determinante la victoria en términos clásicos de una candidatura u otra porque entendemos que al poder no se llega, sino que se construye, y que en cada uno de los planos debemos dar la pelea por transformar lo estatuido, avanzando en la generación de un proyecto de cambio político y social desde abajo y a la izquierda.

Esta participación necesariamente tendrá el desafío de mostrar que se puede construir de otra manera, en donde el protagonismo sea de los que día a día se organizan y resisten desde los barrios, los lugares de trabajo, la escuela y las universidades. Creemos en la democracia de base, con protagonismo popular, poniendo en práctica nuevos valores y una ética militante revolucionaria necesarios para la sociedad que queremos. El compromiso en la lucha, la concepción de entrega y responsabilidad, son parte de los valores con los que militamos cotidianamente por el cambio social. Buscamos aportar a la construcción de un proyecto de país que nace desde ahí.

En lo concreto…

Decidimos dar este paso en dos territorios que recorremos y militamos hace mucho. Por un lado, lo damos en la Ciudad de Rosario, en un contexto municipal caracterizado por la ausencia de políticas públicas para las barriadas populares, con un avance arrollador en la construcción de barrios privados en la periferia de la ciudad enmarcado por la complicidad entre el ejecutivo municipal y empresarios locales, y los más de 400 asesinatos (en su mayoría jóvenes) ocurridos en los últimos tres años en los arrabales rosarinos. Entre ellos, cuatro militantes del FPDS fueron asesinados por sicarios durante el 2012.

El manto de complicidades que anuda el negocio del narcotráfico, en el cual se entreveran bandas delictivas enquistadas en nuestros barrios, la corporación policial, sectores del poder político y judicial, reconocidos bufetes de abogados y conglomerados empresariales, han hecho que la batalla cotidiana por visibilizar y terminar con el manto de impunidad con que contaban sea impulsada, desde abajo y con absoluta dignidad, por las organizaciones sociales, periodistas compañeros y referentes del campo popular.

Con un Frente Amplio Progresista gobernando Rosario desde hace más de veinte años (con políticas cada vez más parecidas a las del PRO capitalino), un FPV que sigue sin hacer pie en la ciudad, enredados en sus internas entre sectores K y reutemistas conversos, además de un inocultable afán por rapiñar esta dolorosa coyuntura de anonimatos y muertes jóvenes, y un avance progresivo de la más rancia derecha (PRO) a través de candidatos del mundo del espectáculo con discursos lavados; consideramos que es el momento indicado para proyectar hacia lo electoral una genuina alternativa política, un proyecto de Ciudad radicalmente distinto, arraigado en nuestras construcciones político-sociales con gran legitimidad y visibilidad creciente.

También nos proponemos intervenir en la Ciudad de Buenos Aires y frente a la política del PRO que excluye a los sectores populares. El macrismo construye una ciudad pensada sólo para los sectores privilegiados, convierte los pocos espacios públicos en negocios, mientras la ciudad crece sin planificación, con un sur pobre, con barrios colapsados, donde lo único que vale es el provecho inmobiliario. A la vez, utiliza la Ciudad como plataforma para proyectarse políticamente como una alternativa de derecha al ámbito nacional. Por todo esto, vemos fundamental la unidad de quienes queremos una ciudad distinta y la participación en la arena legislativa como espacio de lucha política.

Finalmente, damos estos pasos porque creemos que esto también se puede hacer de otra manera. Los movimientos populares lo hacemos día a día. Se pueden generar nuevas relaciones sociales, se puede trabajar sin explotación. Se puede generar educación liberadora y comunicación popular. Se puede crecer sin contaminar. Se puede construir una política distinta. En eso andamos, es este nuestro camino. Con la convicción de que este camino sólo se fortalecerá con la unidad de los de abajo y el protagonismo popular, convocamos al conjunto de nuestro pueblo y a organizaciones hermanas a caminar en conjunto para seguir forjando la senda que nos lleve hacia una vida más digna, transformándola en algo más parecido a lo que soñamos.

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