Julio López
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La maldita burocracia
Por la loca de la pluma - Monday, Feb. 25, 2013 at 9:31 PM

En la última asamblea departamental de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba se aprobó la aceptación de la miseria que ofrece el gobierno provincial a lxs trabajadorxs de la educación. He aquí algunas reflexiones.

Muchos dirán que fue una época...pero me siento más sujeto colectivo y parte de la clase trabajadora con el Gringo Tosco que con la manga de burócratas obsecuentes con las patronales... Como le gusta repetir tanto al progresista de Monserrat "tengamos memoria"... y que esa memoria sea activa y nos active para transformar esta realidad que nos oprime económica, política, cultural e ideológicamente.
Si tenemos presente los ideales y la práctica de Tosco podremos no sólo vencer a la derecha patronal, sino a todos los estratos progresistas que alimentan el sistema dominante en el que vivimos. Y no me vengan con la ampliación de derechos, porque lo único que quiero es ser libre y no necesito una norma que me permita casar o un documento que me diga quién soy o un acceso a determinado espacio público. Si sigo sumido en la explotación... ¿de qué carajo me sirve? Si aprueban una ley que criminaliza y penaliza la protesta y la pobreza ¿De qué libertad hablan l*s que abrazan el proyecto nacional y popular? Vamos en retroceso compañer*s.
Estimad*s progresistas... no quiero escucharl*s mañana con un discurso de lamento y mea culpa... yo no soy parte de esto... ser así, es también ser un gusano capitalista.
Mientras en el sindicato de la UEPC hoy escuchaba a Monserrat citar a Rubén Daniele, que afirma "pedir el 30% ya, es adelantar la inflación", me acordaba del gringo Tosco cuando sostenía que la mayor herramienta de lucha es la movilización en la calle y la organización combativa y la defensa por sobre cualquier otra cuestión de nuestros derechos.
Monserrat criticó a la clase trabajadora, ubicó a los gremios en un lugar degradante cuando dijo que para el gobierno de Correa el sindicato de maestros fue el primer sindicato golpista. Él, que atravesó el golpe de Estado, que en la misma asamblea donde demostró su posición absolutamente burócrata burguesa, nos dio clases de ética y de Historia, como argumento para afirmar que quienes luchamos por otro sistema económico, social y cultural preferimos la devastación de un pueblo antes de arreglar con lo que nos ofrecen, llama a la clase trabajadora golpista.
VERGÜENZA es lo que no tiene éste representante sindical, que mientras hace suya la política del gobierno nacional cuando enojado nos regaña rechazando afirmaciones del sentido común como "que todas las conquistas que hemos logrado no sirven para nada", haciendo alusión a la asignación universal por hijo, tranza con uno de los peores gobernadores que ha tenido y tiene Córdoba y que estuvo en las filas primeras junto a los torturadores de la última dictadura militar...
"este aumento del 26% nos lo ganamos nosotros, no nos lo dio De la Sota," decía el burócrata, haciendo alarde de un espíritu combativo que no tienen, porque mientras tanto l*s jubilad*s no cobran aumento como corresponde, l*s compañer*s activ*s siguen sin cobrar su salario, las escuelas se siguen cayendo a pedazos.
"Lo que hemos hecho con la Junta Ejecutiva es despejar lo político y enfocarnos en lo salarial", dijo el dirigente sindical de la UEPC y yo pregunto ¿No es acaso lo salarial una cuestión política? ¿No es acaso un índice que sirve para valorar cuál es el lugar que ocupamos l*s educador*s en el proyecto de país, en el proyecto provincial? ¿No es acaso lo que nos enseñó Agustín Tosco en sus análisis sobre la situación obrera cuando nos decía que para entender y analizar políticamente nuestra situación y la de otr*s compañer*s, para tener claro el panorama y diseñar una lucha contra la patronal, tenemos que realizar un exhaustivo análisis político?
Mientras Monserrat dice "está muy confuso todo, está muy raro todo", otr*s, quizá no veamos tan claro como salir de la explotación estructural, pero sí vemos claro que esa clase de dirigencia gremial no nos representa, nos vende y nos traiciona.
Esto no significa renunciar a la conquista de nuestros derechos dentro de la lucha sindical, sino por el contrario, nos advierte que nos encontramos en un momento más que claro para disputarle el poder sindical a la conducción celeste, para así poder mejorar nuestras condiciones y solidarizarnos con el resto de l*s compañer*s trabajador*s.

CONTRA LA BUROCRASIA SINDICAL, MAYOR PARTICIPACIÓN EN LAS CALLES Y EN EL SINDICATO.
CONTRA LA PATRONAL, LUCHA Y ORGANIZACIÓN SINDICAL Y POPULAR.

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