Julio López
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Chile: Mapuches preocupados por proyecto de investigación sobre temas indígenas
Por Fuente: adkimvn - Thursday, Feb. 28, 2013 at 10:48 PM

Declaración Pública

Ante la creación del Centro Interdisciplinario de Estu­dios Interculturales e Indígenas financiado por el Fondo de Investigación Avanzada en Áreas Prioritarias (FON­DAP) de CONICYT en Chile, las personas abajo firmantes declaramos lo siguiente:

1. Nos preocupa sobremanera el millonario fi­nanciamiento para la investigación sobre “temas indíge­nas” adjudicado a fines de 2012 a la Pontificia Universi­dad Católica de Chile, en asociación con la Universidad Diego Portales y la Universidad Academia de Humanis­mo Cristiano, a través del Fondo Nacional de Investi­gación en Áreas Prioritarias (FONDAP) y dependiente de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnólogica (CONICYT). Este fondo público ha sido asignado bajo el supuesto de crear y mantener centros de investigación de excelencia con la finalidad de “producir un cambio cualitativo en la calidad de la ciencia y en la formación de investigadores jóvenes en las respectivas áreas”.

2. Con este supuesto, el Estado chileno ha asig­nado a las instituciones arriba mencionadas alrededor de cuatro mil millones de pesos (8 millones de dólares aproximadamente), lo que constituye un altísimo monto de dinero para investigación “sobre” pueblos indígenas. Creemos que es necesario realizar un profundo análisis respecto a los objetivos de este centro y a su real aporte a la transformación de las actuales relaciones políticas, económicas, culturales y jurídicas entre los pueblos in­dígenas, el Estado, la sociedad civil, las universidades y los centros de investigación. ¿Hasta qué punto estas po­líticas institucionales de la academia chilena realmente contribuyen a la permanencia de los saberes de nuestros pueblos y a “la calidad de la ciencia” que se invoca?

3. Sabemos que la investigación constituye un área estratégica del conocimiento que bien utilizada puede contribuir a modificar visiones sesgadas, discri­minatorias, paternales o asistencialistas. Pero sabemos también que éstas no pueden cambiar ni aportar en te­mas como este sin la participación efectiva de los propios integrantes de estos pueblos, tanto de aquellos que cum­plen roles tradicionales o funcionales como de aquellos graduados y postgraduados que se dedican a la defensa, difusión, denuncia, promoción, desarrollo y al estudio de la realidad indígena. Hoy en día nuevas corrientes lo­cales y mundiales sitúan la producción de conocimientos más allá de la universidad y en amplios procesos colabo­rativos. Al no hacerse cargo de estos desafíos, este tipo de convocatorias, con el silencio cómplice de la academia chilena, constituye una prueba de las actuales limitacio­nes institucionales, metodológicas y teóricas de las polí­ticas de conocimiento en Chile y de la profunda crisis de la misma institución universitaria.

4. En este sentido, nos llama la atención que montos económicos tan elevados para investigar la si­tuación de los diversos pueblos originarios en Chile se destinen únicamente a entes académicos convenciona­les, la mayoría de los cuales tienen escasa relación, com­promiso y conocimiento de las diferentes culturas de los pueblos indígenas. Considérese que en Chile los proyec­tos de investigación sobre pueblos indígenas en general son escasos, al igual que los investigadores no indígenas especializados en estos temas. Desde este punto de vista sorprende el interés que hubo desde distintas universi­dades frente a este fondo. Pero sorprende también que CONICYT asigne dinero a instituciones que no tienen una trayectoria ni una producción seria, maciza y conti­nua frente a estos temas. Lamentablemente esto devela que la exclusión y la desigualdad que enfrentan los pue­blos indígenas no sólo es un negocio rentable para mino­rías económicas sino que también para elites académicas, “especializadas” en una continúa práctica de extractivis­mo tanto de recursos materiales y mano de obra como de conocimientos provenientes de nuestros territorios.

5. En relación con el punto anterior, creemos que el acotamiento del concurso a este tipo de unidades aca­démicas refleja falta de imaginación y de voluntad para re-pensar y re-definir las políticas públicas en torno a los pueblos indígenas, sus conocimientos y sus culturas, vulnerando nuestros derechos consagrados en el Con­venio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas (ONU), ambos ins­trumentos jurídicos ratificados por el Estado de Chile a finales de la pasada década. Esta convocatoria pone de manifiesto una práctica y una mentalidad de tipo colo­nial que ha sido develada hace décadas por otras acade­mias y movimientos indígenas del continente; se evi­dencian así desigualdades y jerarquías socio-raciales que tienen lugar y que se reproducen también en los espacios académicos.

6. Por ello, consideramos que es un grave error, desde el punto de vista jurídico, ético, político y acadé­mico, dejar de lado la participación de instituciones, co­munidades u organizaciones de los propios pueblos indí­genas en el área de investigación. Cabe señalar, para el conocimiento general, que desde inicios del siglo XX en Chile se han desarrollado estudios, formulado diagnós­ticos y realizado propuestas respecto a los pueblos indí­genas y sus relaciones con el Estado y la sociedad chilena en el contexto internacional y global, por integrantes de estos mismos pueblos. Existen efectivos y notables apor­tes de pensamiento y de métodos de trabajo por parte de personas sabias, organizaciones comunitarias, e inves­tigadoras e investigadores provenientes de los pueblos Mapuche, Aymara, Quechua, Rapa Nui, Kaweskar, Ya­gan, Likan Antay y Collas.

7. En este sentido, rechazamos las políticas de tu­telaje que subyacen en estas decisiones y adjudicaciones, aquellas que funcionan desde un sustrato ideológico ra­cista y colonialista que asume que las personas indígenas no están capacitadas para investigar, que su lugar debe reducirse a “objetos de estudio” o limitarse a ser “in­formantes” o “colaboradores”. Esta política ubica a las personas y comunidades indígenas en posiciones margi­nales dentro de programas de investigación pre-defini­dos, dirigidos y ejecutados desde una visión académica colonialista. En su contraparte, reconocemos la existen­cia de miembros de la comunidad académica en Chile que no comparten esta política hegemónica. Por lo mis­mo, creemos que, con respecto a los pueblos indígenas, es posible hacer el esfuerzo por concebir e implementar relaciones no tutelares en el ámbito de la investigación y los conocimientos.

8. Por tanto, exhortamos al Estado, sus institu­ciones y sus organismos generadores de políticas inves­tigativas, tales como el Consejo de Rectores y CONI­CYT, a destinar los recursos públicos que involucren a los pueblos indígenas siguiendo las normativas vigentes, ratificadas o suscritas por el Estado chileno, tales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Dere­chos de los Pueblos Indígenas de la ONU, es decir, pre­via consulta a los pueblos originarios, cuestión omitida en este caso. No se trata de una cuestión de inclusión o de “discriminación positiva”, sino de derechos. Estos deben respetarse y no ser violados.

9. En el mismo sentido, exigimos transparencia en el proceso de adjudicación de recursos, en las políti­cas de investigación y contrataciones de “especialistas”, y la participación de personas indígenas en estos proce­sos, más allá de una “colaboración” asimétrica y margi­nal dentro de programas de investigación pre-definidos. Esto nos parece una cuestión ética mínima cuando se trata de “contribuir a una mayor comprensión y bienes­tar de los pueblos indígenas”; más aun, también implica una cuestión académica que ya las teorías descoloniza­doras de los saberes y las prácticas investigativas que hoy recorren el mundo han puesto sobre la mesa.

10. En atención a lo expuesto, solicitamos de CONICYT un pronunciamiento claro. Creemos urgen­te que los abajo firmantes y la opinión pública contemos con una respuesta específica con respecto al enfoque y a los criterios con que CONICYT evalúa las investi­gaciones y los proyectos sobre pueblos indígenas, espe­cialmente considerando las normativas internacionales sobre consulta y participación indígena referidas en la presente declaración.

Es hora que CONICYT y las instituciones uni­versitarias asuman una apertura efectiva a las propuestas provenientes de colectivos de investigadores e investiga­doras indígenas y no indígenas que apunten a corregir lo arriba denunciado. Es fundamental que las políticas de investigación sobre pueblos originarios sean consul­tadas con las personas y comunidades involucradas, en procesos colaborativos, desde condiciones de horizon­talidad, estableciendo protocolos claros y discutidos y, sobre todo, respondiendo a necesidades reales de los propios pueblos.

Si efectivamente se quiere “contribuir a una mayor comprensión y bienestar de los pueblos in­dígenas” se necesita ir un poco más allá del renombre académico de ciertas personas, de la perpetuación de ciertas jerarquías sociales e institucionales, o del “bien­estar” económico de centros universitarios que ya gozan de reconocido estatus de elite. Estas asignaciones de mi­llonarios presupuestos a este tipo de entidades y perso­nas se hace, una vez más, a costa de visualizarnos como “objeto de investigación”, sin cuestionar ni desmantelar prácticas coloniales de poder y conocimiento ni contri­buir mayormente a la vida de los pueblos indígenas.

Wallmapu, Walüng, 26 de Febrero 2013

Firman

Enrique Antileo Baeza, antropólogo, Magíster en Estudios Latinoamericanos, Comunidad de His­toria Mapuche

Susana Huenul Colicoy, Magíster en Antropolo­gía Social, Comunidad de Historia Mapuche

Héctor Nahuelpán Moreno, Doctor © en Antro­pología, Comunidad de Historia Mapuche

Luis Cárcamo-Huechante, Doctor en Literatura Latinoamericana, Comunidad de Historia Mapuche

Andrés Cuyul Soto, Magíster en Salud Pública y Doctorando en Salud Colectiva, Comunidad de His­toria Mapuche

Margarita Calfio Montalva. Magíster © Géne­ro y Cultura, Comunidad de Historia Mapuche

Maribel Mora Curriao, Doctora © en Estudios Americanos, Comunidad de Historia Mapuche

Herson Huinca Piutrin, historiador, Magíster en Ciencias Sociales, Comunidad de Historia Mapuche

Pablo Mariman Quemenado, Magíster en Histo­ria, Comunidad de Historia Mapuche

José Quidel Lincoleo, Magíster en Antropología Social, Comunidad de Historia Mapuche

Jimena Pichinao Huenchuleo, Magíster en An­tropología Social, Comunidad de Historia Mapuche

Jaime Luis Huenún Villa, poeta, Premio Pablo Neruda de Poesía 2003.

Marcelo Mila, dirigente de Comunidad Millalof de Victoria

Gustavo Quilaqueo Bustos, profesor y dirigente social mapuche

Fernando Pairican, Magíster (c) en Historia de América, Universidad de Santiago de Chile.

Sergio Caniuqueo Huircapan, Magíster © Es­tudios Latinoamericanos, Comunidad de Historia Mapuche

Karla Palma Millanao, periodista, Doctorante Comunicaciones y Medios, Universidad de Illinois.

Tatiana Painemal Tropa, Asistente Social, Licen­ciada en Trabajo Social, estudiante de Magíster en Educacióncon Mención en Gestión Escolar.

René Eduardo Rapimán-Marín, artista visual.

Natalia Molina Huenuqueo, Licenciada en Antropología Universidad Academia de Huma­nismo Cristiano.

Bernardo Colipán F., poeta, profesor de His­toria y Geografía, estudiante de Maestría en Es­tudios Latinoamericanos, UNAM.

Jessica Pamela Sandoval Garcés, profesora de Historia, Magister en Política y Gobierno.

Clorinda Cuminao Rojo, antropóloga. Magister en Ciencias Sociales. Doctorante en Antropología Social, Universidad Iberoamericana, México, DF.

Jose Millalen Paillal. profesor de Historia. Con­cejal de la comuna de Galvarino.

Isabel Cañet Caniulen, contador público y audi­tor, Magister (c) en Sistemas de Gestión Integral de la Calidad, Universidad de la Frontera, Temuco.

Ana Millaquen Cañolaf, planificadora social, in­tegrante directiva Partido Mapuche Wallmapuwen.

Pablo Millalen Lepin, trabajador social, (e) Mg. Gerencia y Políticas Públicas, USACH

Jakelin Curaqueo Mariano, Magíster en Educa­ción Mención Currículum y Comunidad Educativa

Francisco Javier Nahuelpi Alvarez, trabajador social, Licenciado en Trabajo Social, (e) Magister en Antropología. UAHC

Sergio Millamán Manríquez, egresado de Dere­cho Universidad de Valparaíso, miembro colectivo informativo Mapuexpress.net

Alihuen Antileo Navarrete, asesor jurídico, Di­rector CEDES Centro de Estudios de Defensa y Se­guridad Universidad ARCIS.

Felipe Curin, egresado Sociología.

Jorge Calbucura, Licenciado en Historia y Doctor en Sociología. Professor Departamento de Servicio Social, Mid Sweden University, Östersund, Suecia.

Jhoan Simona Mayo González, Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica de la Universidad de Chile.

Héctor Mariano Mariano, profesor de Lengua Mapuche, Equipo Kom kim mapudunguaiñ waria mew.

Karen Wenvl Gallegos, cantante, cuentacuentos y recopiladora Mapuche.

Betzabeth Lefiman Cheuque, ingeniera ambien­tal.

Daniela Millaleo, cantautora, profesora de His­toria y Ciencias Sociales.

Carlos Lincopi Bruch, estudiante de De­recho UAH, militante de Corriente Praxis.

Marjorie Huaiqui Hernández, profesora.

Carola Andrea Pinchulef Calfucura, periodista, Máster (c) en Género y Desarrollo.

Graciela Cabral Q., profesora de Educación Bási­ca, mención Intercultural.

Carolina Valeria Carillanca Carillanca, pro­fesora de Historia y Geografía.

Felipe Domingo Curivil Bravo, investigador. profesor de Historia y Ciencias Sociales.

Elisa Loncon Antileo, Magíster en Lingüística.

Mónica Ovando Lonconao, profesora de Educa­ción Musical.

Paulo Huirimilla, poeta y profesor de Castellano.

José Velásquez Arce, Profesor de Música, Máster en Musicología Y educación musical. Universidad Autónoma de Barcelona.

Claudio Andrés Melillán Melillán, Licencia­do en Antropología – Egresado de la Universidad Católica de Temuco.

Tomás Catepillán Tessi, estudiante del Doctora­do en Historia de El Colegio de México.

Eliseo Cañulef Martínez, escritor e investiga­dor, miembro fundador del Instituto de Cultura Ciencia y Tecnología Mapuche Williche.

Margaritadel Pilar Ortiz Caripán, periodista, Licenciada en Estética, Maestra en Estudios Lati­noamericanos (c) UNAM.

Rodrigo Levil Chicahual, sociólogo, Comuni­dad de Historia Mapuche.

Sara Carrasco Chicahual, profesora; Magister en Educacion U. Chile, Lof Gabriel Chicahual.

Eva Barriga U. , periodista, Licenciada en Comu­nicación Social.

Alvaro Marcelo FloresQuintupi, diseñador in­dustrial.

Jorge Aillapan, abogado.

Cecilia Yaupe Antivil, Educadora de Párvulos y profesora de Educación Básica.

Diego Huenchuleo Antimil, Profesor de Estado y (C) Magíster en Educación.

Loreto Virginia Millalén Iturriaga, artista visual, Asociación de Mujeres Indígena Ad llallin, Taller de Arte Textil Mapuche Ad llallin.

Francisco Caquilpan Lincuante, presidente, Corporación de Desarrollo y Comunicaciones Ma­puche Xeg Xeg.

Erwin Quintupill, Poeta Ñimikafe, profesor de Biología y Química, Profesor de Educación Básica, Licenciado en Educación.

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