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Jujuy. El regreso de un maldito policía
Por reenvío anred - Friday, Mar. 01, 2013 at 8:44 AM

El nuevo jefe de la Policía Federal en Jujuy, Marcelo Voros, y sus oscuros antecedentes vinculados a la fuga del fallecido represor Julián Corres. Por Marina Dragonetti - Plaza de Mayo.

Por ANRed - L (redaccion@anred.org)

Parecen lejanos los días en que Nilda Garré se encomendó la tarea de “limpiar” las fuerzas de seguridad. Muy lejanos. En aquellos tiempos habían caído altos oficiales de la Policía Federal con rastros de haber participado de las peores prácticas enquistadas en la fuerza, en la dictadura o en democracia. Sin embargo, esos hombres de accionares oscuros vuelven. Por caso, Marcelo Alejandro Voros hace pocos días asumió como jefe de la Policía Federal de Jujuy. Estos son sus antecedentes.

En julio de 2008 el ex teniente coronel Julián Oscar Corres, acusado de delitos de lesa humanidad, logró escaparse de la delegación de la Policía Federal de Bahía Blanca en donde iba a ser juzgado. Corres integró una de las divisiones de inteligencia del Comando V Cuerpo del Ejército desde 1975, participó de operativos “antisubversivos” y trabajó en el centro clandestino de detención “La Escuelita”. Como él, otros ex militares que actuaron en la zona, se encontraban detenidos en la misma delegación a la espera del juicio.

No parecía una maniobra posible sino bajo la protección y logística lograda desde afuera. Esa fue la hipótesis del juez federal Eduardo Tentoni que ordenó la detención de dos jefes de dicha delegación. Se trataba del comisario Gustavo Ariel Scelsi y del entonces subcomisario Marcelo Voros. Ambos fueron apuntados como presuntos cómplices de la fuga y pasados a disponibilidad.

Tanto Scelsi como Voros mantenían aceitados vínculos con Julián Corres y otros ex represores. Según informó Página12 en 2008: “Dos de sus subordinados describieron que ambos, pero sobre todo Voros, mantenían una relación que oscilaba entre la admiración y la pleitesía con los represores. Los privilegios incluían amenas charlas de café en sus despachos y constantes visitas de militares en una sala especialmente acondicionada, en un sector inaccesible para presos comunes”. Hugo Omar Cañón, presidente de la Comisión Provincial por la Memoria y fiscal general de la causa, aseguró que Voros “atendía particularmente” a Miguel Angel García Moreno, ex militar actualmente prófugo.

La Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca rechazó el procesamiento de Gustavo Scelsi -ya que estaba ausente al momento de la fuga- y edulcoró la responsabilidad de Voros, tipificando el delito como “coautor de causación culposa de evasión”, una vez probada su responsabilidad por dejar abierta la celda en donde se hospedaba Corres bajo la custodia del cabo Pablo Carbajal.

La justicia fijó la suma de 150 mil pesos en concepto de responsabilidad civil, ya que la pena establecida por el Código Civil en ese caso es una multa. Lejos ya del escándalo, el oficial Marcelo Voros volvería a las filas de la Federal.

“El mecanismo policial siempre es el mismo, en un primer momento siempre se pasa a disponibilidad pero después, en función de lo que ocurra en la causa judicial lo vuelven a reincorporar a la fuerza. Lo que nosotros sostenemos desde la Comisión Provincial de la Memoria es una persona que haya participado en una causa como esta no puede tener un cargo de responsabilidad”, señaló Cañón. “La ministra Garré, cuando estuvo al frente del Ministerio de Defensa conoció muy bien este tema, así que no debe estar informada de esto”, concluyó.

Julián Corres fue capturado poco después de la fuga por la Policía de Seguridad Aeroportuaria en Villa Constitución, Santa Fe, y trasladado al penal de Marcos Paz. Permaneció allí hasta que por su delicado estado de salud debió ser internado en el Hospital Militar, donde pasó sus últimos días. En 2011 falleció y finalmente nunca fue condenado.

La historia del oficial Voros tuvo un giro distinto. A pesar de los preocupantes antecedentes, hace una semana medios locales fotografiaron al flamante jefe policial junto al gobernador Eduardo Fellner. Como si fuera el premio a una trayectoria intachable, Marcelo Alejandro Voros discute las políticas de seguridad en su nuevo despacho de la Policía Federal jujeña.

Fuente:Plaza de Mayo

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