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Perú: Transgénicos en penitencia
Por SURsuelo - Saturday, Mar. 09, 2013 at 5:37 PM

Mauro Restifo para SURsuelo (Febrero 2012) | El debate sobre el avance de los alimentos transgénicos ha encontrado en Perú un camino distinto al del resto de los países latinoamericanos. El congreso de la República de Perú ha aprobado una Ley que prohíbe el ingreso de organismos vivos modificados por los próximos 10 años. Esta Ley ha sido reglamentada el pasado 13 de noviembre de 2012. Es decir, que ya se está empezando a aplicar. Hay muchas especulaciones al respecto.

Perú: Transgénicos e...
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El Parlamento peruano ha decidido abrir el debate. ¿Los transgénicos son peligrosos? ¿Se puede sostener una economía sin ellos? ¿A quién le conviene y a quién no? ¿Habrá más o menos trabajo? Mientras se despejan esos interrogantes, la medida ya ha entrado en vigencia. Al menos durante la próxima década, no habrá transgénicos en Perú. ¿Hasta cuándo durará esta medida? Hasta que se pruebe si hace mal a la salud o no.

Cuando surgen temas como estos, sobre todo aquellos que se vinculan a la salud y a la producción, todos los sectores de la economía y la sociedad se ven afectados. Una posición es la que identifica a la productividad con los agroquímicos y los transgénicos,  otra la que identifica a la producción de alimentos con la salud y repudia los métodos antedichos. Pero también están quienes plantean una agricultura con más trabajadores y más diversificada, teniendo como contrapartida los pooles y la concentración. En torno a estos ejes girará el tema en Perú.

Características de la Ley


La Ley N° 29.811 expresa taxativamente la prohibición al ingreso de organismos vivos modificados (OMV) en todo el territorio peruano, con la excepción de aquellos que tengan uso farmacéutico y veterinario, aquellos que sirvan para la investigación o aquellos que sean para el uso de alimentación directa. El planteo, asimismo, es claro en cuanto a que procura generar nuevas capacidades en el país para la producción y el desarrollo de líneas de base respecto a la biodiversidad. Por líneas de base se entenderá la sistematización de los datos, informaciones y evoluciones investigativas referidas a la biodiversidad para prever y regular el uso y el desarrollo de los OMV. Según lo expresado por el gobierno peruano, la intención es preservar la biodiversidad, los cultivos nativos y tradicionales.

Los tres puntos básicos de esta Ley, en resumen, son:



"La Ley N° 29.811 expresa taxativamente la prohibición al ingreso de organismos vivos modificados (OMV) en todo el territorio peruano"

Desaparece el negocio de los pooles


Junto a los cultivos nativos y tradicionales se deben considerar a los actores que viven de ellos. Aquí hay algo importante: no son los pooles quienes viven de estos cultivos. Aquellos sectores del campo que menos empleo generan son los más perjudicados por esta Ley.

Ya se dijo en esta misma sección que el esquema de precios internos de un país es el que impone el valor de la tierra. Lo que la tierra trabajada es capaz de producir será finalmente el indicador de cuánto y cómo vale el terreno. Cuánto vale se mide en dinero y cómo vale se mide en cómo se produce. Aquí el latifundio se perjudica porque la variedad y el modo de producir requieren más trabajadores. Rinde menos, sin dudas. Pero este rinde es relativo. El término “rinde” se usa pensando en un esquema de precios que asfixia.

Si ese esquema de precios no existe, el producto de la tierra se revaloriza porque ya no habrá necesidad de alcanzar los umbrales que hoy se precisan. Es decir, que si no existe la posibilidad de sembrar extensiones gigantes con semillas transgénicas, el trabajo de la tierra se valoriza más frente a la posesión de la misma. Esto en términos económicos significa un triunfo en la puja que opone a trabajadores, campesinos, pequeños y medianos productores frente a los grandes latifundios. El negocio de los pooles desaparece y renacen los otros sectores.


"Procuran generar nuevas capacidades para la producción y el desarrollo de líneas de base respecto a la biodiversidad"

Es válido aclarar que Perú no posee grandes extensiones cultivables para soja, lo cual no invalida la reciente decisión. El gobierno ha preferido privilegiar los cultivos históricos del país, para los cuales sí hay inmejorables condiciones de productividad sin necesidad de recurrir a organismos modificados. Si esta iniciativa se sostiene en el tiempo, seguramente será motivo de análisis la evolución de la producción en el campo peruano, pero también la evolución de sus actores.

El doble juego de la naturaleza

La exaltación de la biodiversidad y los recursos naturales en Perú tiene, al menos, una contradicción: la minería. El vecino país posee como principal argumento productivo la explotación minera. Quienes se benefician con la actividad minera, sobre todo aurífera, no son justamente los trabajadores ni los peruanos, sino grandes multinacionales como la Barrick Gold. La contaminación y el daño medioambiental parecen llevarse de patadas con la nueva medida agraria.


"En términos económicos significa un triunfo en la puja que opone a trabajadores, campesinos, pequeños y medianos productores frente a los grandes latifundios. El negocio de los pooles desaparece y renacen los otros sectores"

Concretamente, una beneficia a transnacionales como la anteriormente nombrada y la reciente Ley sobre los OMV perjudica a multinacionales como Monsanto y a los pooles de siembra. No es una contradicción de lo que se dice con lo que se hace. En este caso, es una contradicción de lo que se hace con lo que se hace. Seguramente esto no durará mucho tiempo y el camino se irá aclarando.

China es el principal país-destino de las exportaciones, representando el 15,1% del total. Bajo el marco de la nueva Ley cobra valor un dato que puede funcionar a modo de ilustración de las perspectivas a futuro: “En el 2012 Perú exportó más de 112,620 toneladas de espárragos frescos valorizados en 325.81 millones de dólares y 49,480 toneladas de conservas por 129,44 millones”. Dicha cifra totaliza más de 455 millones de dólares, lo que representa un 1,7% del total de las exportaciones mineras en 2011 tan sólo con espárragos.

Si se confirma esta tendencia que anuncia la Ley de moratoria para los transgénicos, estaremos en presencia
de un cambio importantísimo en Perú y de una modificación de su estructura productiva. Pero por el contrario, si se profundiza el extractivismo minero chino, monopólico y proimperialista, la economía de Perú se verá atada y como siempre luego del auge exportador vendrán la decepción y la pobreza que acarrea
la dependencia. Se espera que esta medida no se dé porque el negocio minero es más atractivo que la soja en Perú sino que sea la intención firme de modificar, para bien y de una vez por todas, una dolorosa
estructura productiva. Una estructura productiva imperialista que trae desde el genocidio en Potosí. Al
igual que cuando llegó Colón el oro es el principal producto y hoy, como hace 500 años, es destinado
a enriquecer otras tierras. Sobre esto aún no se vislumbra ningún cambio sino más bien su profundización.

"Si esta iniciativa se sostiene en el tiempo, seguramente será motivo de análisis la evolución de la producción en el campo peruano, pero también cómo evolucionan sus actores"

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