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Los formoseños somos derechos y humanos
Por Fuente: Diario El Comercial - Tuesday, Mar. 12, 2013 at 10:50 AM

Los derechos humanos fueron nuevamente noticia. El secretario Fresneda, junto al titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, estuvieron visitando nuestra provincia.

Hubo otras noticias que opacaron su protagonismo. El aumento salarial dispuesto por el gobierno provincial, la muerte del comandante Chávez, el cónclave de cardenales en el Vaticano, arrinconaron esta primicia en un apartado casi desapercibido.
El anuncio del aumento en los haberes se esperaba en el discurso inaugural de las sesiones legislativas del presente ejercicio pronunciado por el gobernador; y en especial para los docentes que pugnaban por un porcentaje por lo menos igual al dispuesto por el gobierno nacional en las últimas paritarias (un 22% escalonado en tres cuotas). No fue así. Se anunció por intermedio de sus ministros, en el medio de la semana, con la sorpresa de ser superior al piso nacional. Y sin acudir a un crédito para dicha erogación.

La defunción del líder bolivariano, simultáneamente, conmocionó hasta a quienes intuían este desenlace. La prensa de sus detractores, no pudo tapar el sol con la mano; y está mostrando todavía, aunque mordiéndose los labios, el aluvión afectivo de una Latinoamérica de pie reafirmando el espíritu revolucionario de los desposeídos. Y como si fuera poco, las pantallas de la realidad virtual están cubriendo el anticipo del concilio para la designación del sucesor de Pedro.

En este marco llegan casi de incógnito, sin anuncio previo, contrariamente a lo acostumbrado cuando se habla de obras públicas, dos funcionarios nacionales directamente relacionados a la temática de derechos humanos: Martín Fresneda, secretario de Estado, junto al presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Daniel Ricardo Fernández.

Según declararon a la prensa local y nacional los referentes de la comunidad La Primavera, dicha visita se organizó en respuesta a un pedido expreso de la mesa de diálogo establecida a partir de la problemática surgida a raíz del conflicto sobre tierras en la colonia La Primavera.

Cabe señalar que en Formosa, la situación de conflicto con comunidades aborígenes no se circunscribe solo a esta colonia ubicada en el noreste formoseño. Hay conflictos en la ruta 81; en una petrolera bloqueada y en una escuela tomada, por aborígenes de distintas comunidades y de distintas etnias.

Además, el conflicto de fondo de La Primavera, tuvo en estos últimos días resonados casos de accidentes y hechos de violencia con saldos trágicos. En especial el de Cantón, quien resultara muerto al atropellar una vidriera después de ser agredido con arma blanca en Laguna Naick Nek.

La visita de los funcionarios nacionales, tuvo un cuadro de situación extremadamente delicado.
Llamó la atención que en la prensa oficial apareció como noticia que Cristino Sanabria (el representante qom del sector minoritario de la comunidad y referente de la política oficial) planteó ante el defensor del pueblo de la provincia, Leonardo Gialluca, su preocupación por los hechos de violencia que habrían superado los controles de la fuerza responsable de la seguridad de los aborígenes de La Primavera (cuando los hechos se habían producido fuera de dicha jurisdicción, en Naick Nek).

Esta solicitud motivó la elevación de un pedido a la secretaría de DDHH de la Nación, por parte del defensor del pueblo formoseño, Leonardo Gialluca, exigiendo que esta repartición nacional se haga cargo de este tipo de situación, y prevea mayores controles en la zona a cargo de Gendarmería Nacional.

El pedido casi pasó desapercibido en la vorágine periodística signada por el tsunami latinoamericano causado por la muerte de Chávez. Para cualquier observador desprevenido podría aparecer como una demanda hasta natural… y por qué no, hasta inocente.

Pero… que las autoridades provinciales reconozcan ante la Nación el descontrol de una situación de conflictividad interna en una comunidad aborigen, cuando la provincia es parte del conflicto de fondo, es ya de por sí significativo. Que se proponga el auxilio de mayores controles; también. Pero que se dirijan al sector de derechos humanos para solicitar medidas de mayor seguridad, constituye de por sí toda una definición ideológica. Definición que puede sintetizarse en el principio de “seguridad” como sinónimo de “represión”.

Porque no se pide la colaboración en la búsqueda de acuerdos, ni en la negociación, sino el control de los hechos de violencia, con referencia directa a la Gendarmería Nacional. Ni se menciona la posibilidad de una solución del conflicto de fondo sobre la titularidad de las tierras en litigio. Pedir que se garanticen los derechos humanos con una fuerza de seguridad, frente a un conflicto donde el que demanda es parte determinante, no constituye un buen anticipo para la visita de las autoridades nacionales a la provincia, sino más bien un particular condicionamiento a dicha visita. Las autoridades nacionales, podrían haberse excusado. Pero no, vinieron a Formosa.

Como miembros de la mesa de diálogo, viajaron a La Primavera como tradicionales veedores, integrantes de organismos defensores de derechos humanos, (Serpaj, Apdh, Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora). Pero las diferencias ideológicas y políticas tuvieron su correlato “in situ”, no solamente en el insólito pedido de Gialluca. Como reconociendo que, para las autoridades no era nada fácil encontrarse con quienes habían pedido en Buenos Aires y por medios nacionales la intervención a la provincia.

El día acordado para visitar La Primavera, las autoridades nacionales fueron invitadas por las autoridades provinciales para conocer otras comunidades aborígenes del interior, donde no existen este tipo de conflictos. Si bien se encaminaron hacia el oeste tampoco llegaron a los focos donde crepitan chisporroteos de alto voltaje que motivan sucesivas medidas de acción directa por parte de grupos originarios.

Con lo cual la tensión volvió a expresarse en las declaraciones de los anfitriones gambeteados por la comitiva oficial. Tanto Félix Díaz como Nora Cortiñas tuvieron elementos para cuestionar este proceder de dejarlos “plantados”. La demora, o el plantón tardaron un día. Suficiente como para que quienes programaron su viaje por una jornada, tuvieran que regresar, sin poder cumplir su objetivo.

La comitiva oficial, nacional y provincial, recorrió casas en La Primavera, y se concretó una asamblea en esas condiciones.

Las noticias difundidas posteriormente expresan la satisfacción de las autoridades nacionales por la inclusión lograda en estos años en las distintas comunidades aborígenes. Según la agencia oficial de noticias “el administrador del Instituto de Pensiones Sociales, Hugo Arrúa, se refirió a la visita que realizó en las últimas horas el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda a distintas comunidades aborígenes en la jurisdicción de Pozo del Tigre (Qompi Sosa) y San Martín Dos (Osvaldo Quiroga) la primera jornada, y la de ayer en La Primavera; afirmando que se pudo demostrar en terreno una realidad inclusiva”. “El secretario de DH de la Nación pudo recorrer cada punto de las comunidades y evaluar todos los temas planteados por Félix Díaz, los cuales fueron clarificados y resueltos en el momento”. Menos, claro está, el conflicto de fondo que lleva ya varias muertes en su haber por la titularidad de las tierras.

Felizmente un gobierno popular y carismático, que tiene mucho y muy bueno para mostrar en obras de inclusión, no llegó, y esperemos que aprenda de sus yerros, al extremo de ocultar conflictos con grupos originarios bajo la tristemente célebre consigna “los formoseños somos derechos y humanos”.

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