Julio López
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Desde la lucha salarial hacia una salida popular
Por PRML - Sunday, Mar. 17, 2013 at 3:38 PM

La atmósfera política nacional está agitada y revuelta.

Desde la lucha salar...
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La lucha de los docentes de la mayoría del país en defensa de su salario abrió discusiones paritarias que prometen, a lo largo del año, calentar la disputa salarial con el gobierno y las patronales. El hecho que el 2013 sea un año electoral decisivo, virtualmente unas primarias para las presidenciales del 2015, agrega mayores ruidos a la escena.
Si el ‘congelamiento’ de precios es el reconocimiento explícito -por parte del gobierno nacional- de algo que los trabajadores conocen de sobra, una inflación mil veces negada pero que día tras día corroe el salario, no es menos cierto que la voluntad oficial al limitar e imponer topes a las discusiones paritarias es responsabilizar al salario por una inflación que sólo engorda los bolsillos del estado y de banqueros, multinacionales y monopolios.
El diputado nacional Lozano, en un reciente informe elaborado junto a colaboradores, al negar que la suba salarial incentive la inflación revela que “considerando las horas trabajadas y la riqueza producida en el 2012, cada hora de trabajo rindió por un valor de $71,50. Asimismo, cada trabajador percibió en promedio por su hora de trabajo, $20,80. La diferencia ($50,70) es el excedente apropiado en primera instancia por los empresarios. Traducido en términos de jornada laboral, de las 8 horas diarias de trabajo, la remuneración percibida por el trabajador, equivale a solo 2 horas 20 minutos. Esta medida general promedio de la economía argentina indica que existen sobradas condiciones para aumentar un 30% los salarios sin que sea necesario ningún traslado a precios. Un aumento de esa magnitud implicaría que el trabajador percibiría una relación equivalente a solo 3 horas, apenas 40 minutos más por día. El excedente empresarial implicaría la apropiación de 4 horas 50 minutos diarios de trabajo”.
“Este planteo que refleja el funcionamiento promedio de la economía argentina, resulta mucho más injusto al considerar la situación de las primeras 500 empresas del país. En ellas, la hora trabajada rinde $267,63 y el trabajador percibe solo $64,75. En términos de jornada laboral, de cada hora de trabajo, los trabajadores se apropian de 1 hora 50 minutos y los empresarios de 6 horas completas”.
Como se ve estos datos van a contramano de la Argentina de maravillas, de la ‘década ganada’, que Cristina Kirchner anunciara en su largo discurso al inaugurar las sesiones del Congreso. Parafraseando consignas ‘camporistas’… pero de los ´70: “contentos los monopolios, el pueblo a luchar”.
Indudablemente la economía dejó atrás los días de ‘abundancia’ para las arcas del estado. El modelo sojero, agroexportador, extractivista y en beneficio del gran capital privado parece haber llagado a su techo. Desapareció su cara ‘distribucionista’, de concesiones a los de abajo y aparece su rostro ajustador. De ahí los topes salariales, la dureza frente a los reclamos salariales de los estatales, las subas de tarifas e impuestos, el cepo cambiario, las insuficiencias presupuestarias en educación, salud y ahora la ‘preocupación’ por la inflación.
Y esto sucede cuando las exigencias políticas para el kirchnerismo van en aumento. Por eso la interna en la fuerza de gobierno se agudiza. Scioli acosado y abandonado a su suerte hace equilibrio para sostener sus aspiraciones, Massa escrachado ante las cámaras por la presidenta, gobernadores e intendentes sufren aprietes, más algunos funcionarios nerviosos que resbalan con sus declaraciones.
Las restricciones que impone la marcha de la economía a los deseos cristinistas los empujará hacia la sobreactuación política. Un anticipo de ello son los planes reformistas del poder judicial anunciados con generosidad. Tras diez años de coexistencia y manipulación de jueces y fiscales advierten hoy que son una pata de los intereses de las corporaciones económicas. Chocolate por la noticia. Seguramente es necesario depurar la justicia y ampliar los derechos del pueblo trabajador, pero cualquier cambio será siempre en el marco de un poder esencialmente al servicio de la protección de la propiedad privada y los derechos de los poderosos.
La iniciativa sería creíble si no fuera por los centenares de luchadores populares que desfilan por los tribunales perseguidos por defender sus derechos y acusados, entre otros, por el espionaje de las fuerzas de seguridad. Dentro de pocos días lo harán ante un Tribunal Criminal de la Ciudad de Bs. As. los delegados del Hospital Garrahan por su lucha del 2005.
Por eso tratándose éste de un año electoral, es previsible que la iniciativa política opere como taparrabos de una economía que no trae buenas noticias con sus signos de estancamiento, caída del empleo y persistente suba de precios.
Aunque no sólo la economía es fuente de complicaciones para el gobierno nacional.
En el conflicto docente de Buenos Aires, los esfuerzos de la conducción de Suteba por acorralar a Scioli, en sintonía con los planes kirchneristas para sacarlo de la carrera presidencial, no impidió que, como ya pasara con la Ctera de Yasky, salpicara también al miserable 22% ofrecido por el gobierno nacional.
En la ciudad de Junín, tras el asesinato de una joven trabajadora en un episodio de robo, en medio de los reclamos a las autoridades estalló una pueblada. Las denuncias del intendente responsabilizando a miembros de La Cámpora –ciertas o simples excusas- no evitan que las críticas alcancen al gobierno federal que días antes había recibido un pedido de ayuda del funcionario. Sin embargo, todos los niveles de gobierno comparten la responsabilidad por tratar un drama social como si fuera un problema de seguridad, y encima someterlo a intereses políticos oportunistas.
Más allá del exitismo oficial se desenmascara paso a paso una política que en los discursos promete inclusión social y progreso y en los hechos profundiza la desigualdad social, pone a la economía en manos de monopolios y multinacionales aventureros y rapaces y bastardea la soberanía y la independencia nacional.
En el plano social, basta ver el avance paulatino de la criminalización de la pobreza. Crece el número de gendarmes y cárceles. La tasa de encarcelamiento en prisiones sube drásticamente, siguiendo el modelo de un país como los EE.UU., vanguardia en el tratamiento punitivo de la pobreza en el mundo. Un verdadero drama social agravado por el deterioro de la educación y salud públicas y un déficit pavoroso de viviendas populares, convirtió a las periferias de las grandes ciudades –alcanzando incluso ya a pueblos de muchas provincias- en verdaderos guetos de marginalidad y desamparo. Aquí mueren los discursos de mano dura o liviandad de la justicia, a los que a veces recurren la presidenta o algunos de sus funcionarios.
Día a día crece el divorcio entre las preocupaciones y necesidades populares más inmediatas y los juegos con que el gobierno y la derecha en la oposición disputan el centro del escenario. Situación que se extiende a un Congreso igualmente estéril.
Así las cosas, es responsabilidad - y a la vez oportunidad - de las fuerzas populares y de izquierda ponerse a la cabeza de estas demandas económicas, democráticas y sociales y organizarlas con amplitud, flexibilidad y firmeza. Con eje en la lucha salarial, impedir que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo. Al mismo tiempo, combinar la unidad de acción con el impulso a un plan de lucha con paro activo y piquetero.
En este escenario, promover una corriente del combativismo y la izquierda que, eludiendo la trampa del mero electoralismo, rechace este parlamentarismo burgués bajo control de los monopolios y apueste a una alternativa verdaderamente popular, con eje en los trabajadores, dotada de un programa cierto de cambios apoyado en la vía de los Cordobazos. Una corriente que marche a contramano de quienes hacen del electoralismo una cuestión estratégica, sacan los pies de la lucha y convalidan una convocatoria que apuntala un régimen político sólo apto para encorsetar las demandas contra la desigualdad social, el atraso y la dependencia.
Desde nuestro partido, desde el marxismo leninismo, convocamos a los trabajadores y al pueblo a la lucha por una Argentina rebelde y popular y a construir la unidad del combativismo y la izquierda.

PRML

PARTIDO REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA

http://www.prmlargentina.org

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Organo de prensa del PRML
Por PRML - Sunday, Mar. 17, 2013 at 3:38 PM

Organo de prensa del...
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Muy bueno
Por Julio - Sunday, Mar. 17, 2013 at 10:37 PM

Muy buena la nota.

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