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Supuesta victima de hermanas Jara se contradijo sobre un arma
Por El comercial - Monday, Mar. 18, 2013 at 8:32 PM

Mercedes (Buenos Aires), 18 de marzo (Télam).- Juan Leguizamón, de 35 años, supuesta víctima de dos hermanas veinteañeras que son juzgadas por intento de homicidio, admitió tácitamente hoy que portaba un arma en el episodio en el que resultó apuñalado por las mujeres, quienes alegan a su vez que se defendían de un ataque de índole sexual.

En una declaración cargada de expresiones vagas y confusas, Leguizamón usó la frase "cuando me sacaron el arma" las chicas, pese a que previamente había dicho que eran ellas las que estaban armadas y le dispararon.
Leguizamón declaró hoy en segundo término en el juicio oral contra Ailén y Marina Jara, de 21 y 19 años respectivamente, que desde el mediodía se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 del Departamento Judicial de Mercedes, en la ciudad bonaerense homónima.
Previamente, había declarado Ailén, una de las imputadas, quien "acreditó su situación de indefensión durante los hechos en los que se la acusa de intento de homicidio", según interpretó su abogado, Isidro Encina.
La versión de Ailén es que en febrero de 2008, cuando iban por la calle San Juan Bautista, en la localidad bonaerense de Paso del Rey, Partido de Moreno, a pocas cuadras de su casa fueron atacadas por Leguizamón, presumen que con intención de violarlas.
Las chicas sostienen que el hombre tenía un arma de fuego y que efectuó un disparo para amedrentarlas e intentó repetirlo pero la bala no salió, y que entonces ambas actuaron en defensa propia.
Leguizamón, de contextura física exigua, no mayor que la de sus menudas contrincantes que rondan los 50 kilos de peso, quedó en cierto momento de bruces contra el piso y recibió heridas cortantes en la espalda, pero huyó y se refugió en una casa vecina.
El hombre sostuvo a su vez que las hermanas Jara le dispararon dos veces, que hubo otros dos disparos que no salieron, y que al caer al piso lo hirieron con un arma que supone era un cuchillo o navaja pero que no vio.
Leguizamón asegura que no estaba armado, y causó un murmullo de inquietud en la sala de audiencias al decir: "Si yo hubiese tenido un arma no me habrían dado tantas puñaladas".
Pero en otro segmento de su exposición, relatando el forcejeo, usó la expresión "cuando me sacaron el arma", que supuestamente nunca había tenido.
También llamó la atención que Leguizamón admitiera que tiene conocimientos sobre armas, aunque carece de permiso para portarlas o usarlas, y que admitiera que cumplió una condena de siete años por robo a mano armada.
Otra contradicción entre la imputada y la supuesta víctima, es que la primera negó haber tenido relación alguna con Leguizamón, mientras que éste sugirió una relación íntima y afirmó que las chicas lo habían ido a buscar a la casa cuando salía para el trabajo después de haber tenido un entredicho la noche anterior.
Sin embargo, el hombre no pudo aportar ningún detalle del cuerpo de las mujeres que demostrara un trato de ese tipo. Tampoco pudo mencionar un testigo de la supuesta relación salvo un nombre de pila.
El tribunal, integrado por Fernando Bustos Berrondo, Marco Barski y Graciela Larroque, tenía previsto escuchar también a once testigos, ocho por la defensa y tres por la fiscalía.
En la sala están los familiares de las imputadas y miembros de organizaciones contra la violencia de género, alarmadas por las características del caso, que incluso movilizaron a decenas de adherentes que manifiestan en las inmediaciones del tribunal en favor de la absolución de las chicas.
A poco de iniciarse el juicio Daniel Buzo, padrastro de las acusadas se retiró de la sala de audiencias. "No puedo escuchar al fiscal. Es indignante. Todo el mundo sabe lo que es esta persona (por Leguizamón)", dijo Buzo a Télam en las puertas del tribunal.
Añadió que quien él considera el verdadero agresor "vive armado, vende droga y tiene amenazado a prácticamente todo el barrio".
"Espero que este tribunal sea justo y se haga por fin justicia. No deseo cárcel para este hombre, pero sí que no moleste más a nadie", afirmó.
Las chicas están detenidas desde febrero de 2011 en la Cárcel 8 de Mujeres de la localidad bonaerense de Los Hornos. Durante los casi dos años de detención, Ailén presentó un agravamiento de una dolencia ginecológica, en tanto Marina intentó suicidarse, pese a lo cual, "nunca tuvo asistencia psicológica", según comentó su abogado. (Télam)
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