Julio López
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Cerca de 300 aborígenes serían reducidos a la esclavitud en la Patagonia
Por Fuente: El Intransigente - Wednesday, Mar. 27, 2013 at 11:58 AM

Luego de la desaparición del aborigen Daniel Solano se descubrió una gigantesca red de tráfico de personas en Río Negro

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SALTA.- Tras la investigación por desaparición del aborigen salteño, Daniel Solano, se descubrió una gigantesca red de tráfico de personas en la provincia de Río Negro. Hay más de 300 salteños que estarían siendo reducidos a la esclavitud. Según los investigadores habría 15 aborígenes de Salta desaparecidos.

El lunes pasado el Tribunal Superior de Justicia de Río Negro confirmó la detención y el procesamiento de cuatro policías, a los que se les suman los tres ya detenidos en la desaparición del aborigen salteño Daniel Solano en la localidad de Choele Choel. En total son trece uniformados procesados y 22 implicados.

En mayo del año pasado se apartó de su cargo a la Jueza Marisa Bosco, titular del juzgado Penal 30, de Choele Choel y se encuentra en un proceso de juicio político, por supuesto encubrimiento.

La causa de Solano conmueve hasta los cimientos a la provincia de Río Negro, ya que no sólo puso en el tapete el accionar de la policía, sino que dejó al descubierto una gigantesca operación de trata de personas, que desde 2009 estafó y explotó a no menos de 3.600 aborígenes salteños.

La desdichada historia del joven de 26 años comenzó 8 de octubre de 2011, cuando salió de Misión Cherenta, en Tartagal, para ir a trabajar en la cosecha de frutas en la Patagonia. Según la reconstrucción de la Justicia rionegrina, en octubre del 2011, dos “punteros” identificados como “Pachinda” y Domínguez, contactaron a Solano en Misión Cherenta, para ir a trabajar en la temporada de cosecha en Río Negro.

Solano y sus compañeros se subieron a un colectivo de la empresa “El Tucumanito” y viajaron más de 2.000 kilómetros hasta llegar a la localidad sureña de Lamarque, un pueblo de unos 10 mil habitantes, ubicado a 20 kilómetros de Choele Choel, en Río Negro.

Solano habría llegado para trabajar para Agro Cosecha S.R.L., una empresa tercerizada por Expofrut-Univeg S.A., uno de los jugadores fuertes en el negocio de exportación de fruta, motor económico de buena parte de Río Negro

El viernes 4 de noviembre de 2011, Daniel Solano cobró 800 pesos de los 1.500 que le debían. Compró un celular y habló con su padre Gualberto. Esa noche, junto a otros 20 compañeros de trabajo, fue de Lamarque a Choele y entró al boliche Macuba. Eran las 2:05, según sus compañeros, media hora más tarde personal policial lo sacó del lugar. Desde ese momento Daniel Solano permanece desaparecido.

“¿Por qué me pegan?, yo no hice nada”, fueron las últimas palabras de Daniel antes de desaparecer según los testigos que presenciaron su detención. “Él era un líder, para el lunes posterior a su desaparición estaba preparando un paro por las condiciones de trabajo y en disconformidad con los salarios. El jueves 3, desde la empresa le habían pedido que sea puntero o capataz, él se había negado y ahí es donde se planifica pegarle una paliza. Los autores intelectuales son los empresarios”, asegura Sergio Heredia, abogado de la familia Solano.

La familia, desde Tartagal, trató de averiguar su paradero y la única respuesta que obtuvo fue que se había ido a Neuquén y desde entonces se encuentra desaparecido. Ante la falta de respuestas, Gualberto Solano, padre de Daniel, convocó al abogado Sergio Heredia y juntos viajaron a Río Negro en busca del joven.

Poco después de llegar y tras escuchar decenas de testimonios, el 18 de enero del 2012, Heredia presenta una denuncia contra 34 personas, entre policías, empresarios y miembros del Poder Judicial. “Los autores materiales están detenidos y son policías, pero los autores ideológicos son sus patrones, los que lo contrataron. Tras meses de investigación descubrimos una estafa contra miles de trabajadores salteños por millones de pesos, que se hizo desde el 2009 hasta ahora”, explicó Sergio Heredia a .

“Daniel Solano, al igual que cientos de cosecheros, fueron contratados por la empresa multinacional Expofrut, que tras las denuncias y las investigaciones reconoció la estafa. Esta firma tercerizó la contratación de personal a la empresa cordobesa Agro Cosecha, que era la encargada de captarlos, explicó el abogado.

Esta empresa de Córdoba era la encargada de suministrar mano de obra a Expofrut, quien le pagaba mensualmente por los servicios y el sueldo de los trabajadores. Los directivos de Agro Cosecha, sólo les entregaba parte de su mensualidad, además de venderle ropa, a costos altísimos y cobrarle el pago del alquiler de las casas en donde vivían.

“El accionar de la banda se sospecha, que era protegida por un sector de la policía, la Jueza Marisa Bosco y funcionarios de la Secretaría de Trabajo de Río Negro. Los contratados no podían quejarse porque los golpeaban y los iban cambiando cada tres meses”, denunció públicamente Heredia y agregó que “el día de pago, Daniel se dio cuenta que le estaban debiendo dinero y se quejó, eso detonó su desaparición. Todo el encubrimiento que se montó después del crimen era para tapar esta asociación en donde están metidos policías, jueces, fiscales y empresarios. El cuñado de la jueza Bosco sería el gerente de la empresa Agro Cosecha”.

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