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“Los policías dijeron que mi hija se había matado y encima me pegaron”
Por Enrique Quarleri / Tiempo Argentino - Monday, Apr. 01, 2013 at 12:24 PM

30.03.2013 | La mamá de una joven qom de 14 años, que era víctima de abuso sexual y trata de personas, denuncia a la Bonaerense

“Los policías dijero...
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Nancy Fernández dice que a Micaela la asesinaron de un tiro en la cabeza el 17 de febrero en Tigre. Cuenta que cuando fue a hacer la denuncia, los agentes de la Comisaría 6a le dieron una golpiza. El principal sospechoso continúa en libertad.

India de mierda, negra de mierda. Acá las órdenes las doy yo y a Cenizo lo banco yo”, esas fueron las palabras que le dijo un jefe policial de la Comisaría 6a de El Talar de Pacheco a Nancy Fernández el 17 de febrero pasado, el día que su hija de 14 años, Micaela, murió según la policía de un tiro en la cabeza. Le dijeron que la menor se había suicidado, pero la mujer cree que fue asesinada por un narco conocido en Tigre como "Pato Cenizo", quien obligaba a la chica a prostituirse y contaría con complicidad policial.
"Los policías dijeron que se había matado. No me dejaron ver el cuerpo en ese momento y encima en la comisaría me pegaron", contó a Tiempo Argentino embargada de un profundo dolor Nancy, integrante de la comunidad Qom Yecthakay de Tigre, en su casa del barrio Las Tunas.
La mujer explicó que Micaela, hace un año aproximadamente, se fue de la casa en un acto de rebeldía. En ese tiempo fue que comenzó a frecuentar a Pato Cenizo, un hombre de 40 años, que estuvo preso varias veces por robo y narcotráfico y tendría familiares policías.
"Por esa época se me empezó a escapar. Se juntaba con chicas que se prostituían acá en Las Tunas. Estuvo viviendo un tiempo con un amigo mío, que la contenía, pero entonces lo conoció a Cenizo", relató la madre, que señaló que "él primero la trataba bien y después empezó a hacer que se prostituyera".
Al enterarse de que su hija estaba en manos de este hombre la mujer fue a hacer la denuncia a la policía: "No sabía que eran ellos (los policías) los que estaban abusando de mi hija y que había otras chicas desaparecidas".
La madre señaló como cómplices del sospechoso al subcomisario José Ríos, jefe del destacamento de Las Tunas, y al oficial principal Alejandro Sandoval, de la comisaría 6a, quien fue uno de los policías que la golpearon el día que murió Micaela.
La adolescente vivía un infierno y, cuando podía, escapaba de la casa de Cenizo e iba a lo de su madre, donde no quería quedarse por miedo a que le hicieran algo a su familia.
"Ella me dijo: 'Mami, me trajeron un montón de hombres, que me hicieron cosas que no te puedo decir. Me cortaron el pelo, me hicieron de todo'", contó con la voz quebrada y con lágrimas en sus ojos Nancy, al recordar esa charla con su hija, y agregó que "siempre que la agarraba la encerraba con hombres y la golpeaba… la cortaba".
Tras escuchar el suplicio que estaba viviendo la adolescente, el 30 de diciembre pasado la mujer se dirigió a la casa de Cenizo, ubicada en Paraguay al 2000 del barrio La Paloma, a decirle al abusador que le devuelva a su hija.
"Le grité que soltara a mi hija y él me agarró y me apuntó con un arma en la cabeza. Como no salió el tiro me pegó con la culata. Me dijo que me iba a prender fuego la casa si mi hija se alejaba de su casa. Cuando vino la policía, me llevaron detenida a mí", comentó indignada la madre de la víctima.
El día de la muerte de su hija, la llevaron a la comisaría para tomarle declaración y le dijeron que Micaela se había pegado un tiro en la cabeza. Cuando no le dejaron ver el cuerpo, increpó a los policías acusándolos de ser cómplices de Cenizo y fue brutalmente golpeada.
"Me llevaron a un lugar oscuro, donde me pegaron entre varios policías, y el jefe me dijo que 'si no decís nada y te callás la boca esto queda entre nosotros. A Cenizo lo voy a detener', pero le dije que no le creía", explicó Nancy.
Finalmente, el cuerpo le fue devuelto a la familia, sin que se le hiciera autopsia, para que fuera sepultado y la imagen los dejó helados: "La vimos toda golpeada, moreteada, cortada, tenía la boca hinchada. Nos dijeron que se había pegado un tiro en la cabeza, vimos que tenía sangre, pero no un orificio de bala", contó Eugenio Fernández, abuelo de la menor.
La familia hizo la denuncia ante la fiscalía de El Talar, a cargo de Diego Molina Pico, donde no los recibieron bien y no les dieron respuestas que los conformaran.
"Desde el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas se busca darles contención y ayuda legal a los familiares", explicó la directora de esa entidad, Gabriela Comuzio, quien se reunió con la madre de Micaela el miércoles último.
El hecho también fue denunciado ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y muchos vecinos del barrio Las Tunas y organizaciones sociales se acercaron a expresar su apoyo a la familia de la joven.
"Me hubiera gustado haber podido hacer algo por mi hija. No sabía que la policía estaba involucrada. Sé que hay muchas chicas en esa situación, pero la gente tiene miedo de denunciar. Les pido a las autoridades que Cenizo vaya preso y que hagan algo con la comisaría, porque ellos se creen dueños de nuestras vidas", concluyó Nancy. «

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