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El EO ante la represión y los desalojos en Icho Cruz
Por Encuentro de Organizaciones - Saturday, Apr. 20, 2013 at 12:35 PM

​Córdoba 21 de abril de 2013

A la sociedad civil de Córdoba, 
de Argentina, Nuestra América y más allás…
a los de abajo:

Estamos caminando. Hoy estamos caminando por una ruta de tierra que une Cuesta Blanca con Cabalango, en las Sierras Chicas cordobesas. Y vamos camino a una batalla más en unas sierras más: con nuestro caminar buscamos romper el cerco policial y mediático que está asfixiando a los compañeros y compañeras del Barrio Comechingones, quienes desde hace una semana están siendo reprimidos, amedrentados, amenazados, por las fuerzas policiales provinciales (caracterizadas por su brutalidad y autoritarismo, como toda policía bah, pero que en versión cordobesa tiene sus méritos particulares en cuanto a violación de derechos civiles refiere). Vamos cargados con algunos alimentos para ellos, porque por el cerco policial están pasando hambre ya que no los dejan salir hacia el pueblo a comprar alimentos, porque cuando intentan salir los detienen. Y cuando alguien quiere entrar, parece que también. Así que vamos caminando a romper ese inhumano cerco policial que pesa sobre nuestros vecinos y vecinas, nuestros compañeros y compañeras. Inhumano como todo cerco, y como todo “policial”. 

Y caminamos hacia allá ahora porque la situación es grave. La gente está encerrada, privada ilegítimamente de su libertad, diría un abogado. Y en el barrio hay mujeres embarazadas, y hay changuitos y chinitas que apenas si pasan el año de vida. Un barrio hermosísimo, lleno de verde, de tierra, de horizontes y quebradas, de chañares y espinillos, de gente amiga, sonriente y digna, muy digna. Tanto que el barrio es producto de una rebeldía, de una desobediencia. Es que Comechingones nace hace unos meses, cuando algunas personas dijeron que ya no, que ya basta de trabajar todo el día sólo para pagar alquiler en un cuartito oscuro y mal ventilado, que ya no más el no tener un hogar y dormir algún que otro día en la calle, que por qué, si hay tanta tierra, y tanto espacio, que por qué si hay tanto de todo, ellas tenían que conformarse con nada. Qué quién decidió esto, cuándo, en qué elección. Entonces supieron que en Solares de Ycho Cruz, había otro grupo de gente dignísima, unos cuatrocientos, que habían tomado tierras, construido una comunidad de trabajadores y trabajadoras. Y que ahí estaban organizados desde hace como diez años, que estaba la Cooperativa Solares de Icho Cruz, y que ahí andaban, buscándole la vuelta para vivir dignamente.

Así que con el conocimiento que los compañeros y compañeras de Solares les brindaron, con las herramientas que les compartieron, y con su solidaridad y acompañamiento, también en Cuesta Blanca se empezó a tomar posesión de terrenos que no eran de nadie, que estaban ahí vacíos. Terrenos que habían quedado de unas empresas sospechadas de lavado de dinero por el poder judicial del Estado (burgués), empresas que habían ido a la quiebra hace como 30 años. Y luego de tomarlas, empezaron a construir sus hogares, decidiendo antes: que sólo el 20% del terreno puede destinarse para construir, el 20% para cultivar la tierra y el otro 60% tiene que quedar como está, de monte autóctono. Eso es mucho territorio, porque si bien entre los terrenos que están dentro del perímetro se decidió no alambrar, cada uno de ellos es de grandes dimensiones, entre 900 y 2000 metros cuadrados cada unidad familiar. Los funcionarios del poder judicial y de los gobiernos, se sorprenden y les dicen que esa no es la medida del terreno social (de 12 x 8, creo). Es que al parecer los ricos tienen derecho a vivir en lugares tan grandes que siempre andan vacíos, pero los pobres debemos vivir todos amontonados en un terreno social. Esas extrañas “lógicas” del sistema capitalista, su Estado y sus funcionarios. En fin, los vecinos-compañeros aman ese lugar, y por eso deciden cuidar a la pacha. 

La cosa es que al parecer, eso de querer elegir vivir dignamente atenta contra los intereses de los de arriba. Y cuando a los de arriba se les toca un interés, se ponen nerviosos, se llenan de miedo, y entonces se violentan. Sobre todo si en esta provincia esos de arriba son los negocios inmobiliarios (desarrollistas les llaman ahora a esa mafia) o el agro-negocio, que al fin y al cabo, son casi casi los mismos. Y en esa zona, estos tipos ricos que son dueños de casi todo, habían decidido hacer un country para ricos. Con la mala suerte para ellos (esos ricos), que siendo dueños de casi todo, justo justito, no son dueños de estas tierras que ellos querían vender como si fueran de ellos. Son tan soberbios que creen que pueden ser dueños de la tierra, pero además son tan corruptos, que creen que pueden vender como si fueran dueños, las tierras que no están a sus nombres en ningún papel que le otorgue su propio Estado. 

En fin, para ir resumiendo, desde que los vecinos-compañeros decidieron legalmente (según las leyes del propio Estado burgués) que ellos iban a vivir ahí con sus familias, han debido enfrentar patotas armadas, persecuciones, detenciones, tiros, hostigamientos, amenazas, y desde hace una semana, un cerco policial conformado por personal de la zona, incluso traídos de Carlos Paz, más varios cuerpos de infantería, que armas en mano, han sitiado el lugar. Y las fiscalías de Carlos Paz, y los gobiernos, y la policía, están violando todos, pero todos los derechos más básicos de un Estado de Derecho (burgués), y están actuando sin orden judicial escrita y fundada, negándose a recibir denuncias (tanto en las comisarías como en las fiscalías). Digamos que están actuando igualito como en una dictadura, policial-empresarial-judicial, en este caso. La situación es gravísima. Y por eso es que vamos caminando pacíficamente a romper el cerco policial y de silencio. Llevamos algo de comida, y unas ollas para que podamos compartir una comida juntos. Sabemos que allá hay instrumentos musicales y abrazos compañeros, y unas rondas de mates calentitos. 

Y vamos para decirles que no están solos, que nos solidarizamos activamente, y que por más silencio que intenten los de arriba, somos muchos y muchas las de abajo que apoyamos y hacemos nuestra esa lucha de ellos y ellas, que es nuestra, porque acá en la ciudad, el martes nomás, también estuvimos resistiendo en El Bordo, una villa de barrio Alberdi, que los mismos intereses inmobiliarios, quisieron desalojar, pero lo resistimos. Y porque también fueron a amenazarnos a Sol Naciente, donde nuestros hijos tomaron tierras para dejar de vivir hacinados. Y hace unas semanas atrás también hicieron lo mismo los vecinos-compañeros de Ituzaingó IPV, allá al este de la ciudad. Sinceramente, medio que la nuestra es una solidaridad bastante interesada. Porque sabemos que si resiste Comechingones en Cuesta Blanca, nos fortalece acá, en nuestros barrios, tomas y villas. Entonces hoy caminamos llevando a cuestas esta solidaridad interesada, llena de interés de clase trabajadora y popular.

Porque creemos que la tierra es para quien trabaja o vive en ella, y no para hacer negocios. Porque no nos cabe ni medio el modo en que el mercado capitalista y su Estado dividen y reparten los bienes comunes y las riquezas. Porque amamos esta tierra a la cual pertenecemos (“ser dueños de la tierra” ¡que ocurrencia las de estos soberbios burgueses!). Porque estamos hartos de tanto atropello policial. Porque luchamos y vamos a seguir luchando por una Vida Digna. Porque vamos a pasar una hermosa jornada de resistencia en las sierras.

Por todo esto y muchísimo más, es que caminamos a romper el cerco, los cercos, todos los cercos. Como dijo el gran Deodoro Roca cuando la Reforma del ´18: que los corazones anden libres por las calles y las plazas.

¡Abajo los cercos!

Ya lo hemos dicho cuando la Marcha de la Digna Educación y cuando la columna de la Digna Resistencia el último 24 de marzo, y lo repetimos hoy para que les quede claro a los vecinos-compañeros, y también a los de arriba: NUESTRO CAMINO ES HASTA VENCER… por eso caminamos…

¡Unidos y Luchando Crece la Esperanza,
Unidas y Creando Poder Popular!

Compañero Juan por
Encuentro de Organizaciones
-Córdoba-

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