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Contra los ataques a medios comunitarios en Venezuela
Por RNMA - Wednesday, Apr. 24, 2013 at 10:15 AM

Comunicado de la RNMA y análisis de lo que ocurre en Venezuela hoy.

La Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) repudia enérgicamente los ataques y agresiones que sufrieron lxs colegas de medios comunitarios como LaraTVec, Radio Comunitaria Guachirongo en Dial, Radio Antena Libre y Radio Comunitaria Sanareña y las amenazas de otros como Ondas del Cercado y Crepuscular o Televisora Comunal de Barquisimeto.

Estos diferentes episodios son una muestra más de la violencia desatada por los sectores reaccionarios de la política venezolana que no han podido, dado el resultado electoral del pasado domingo 14 de abril, imponer su voluntad.

Además la violencia se hizo extensiva a toda aquella persona, organización social y/o comunicacional que no comulga con los sectores de la derecha representados a través de la candidatura de Henrique Capriles Radonski. Claro ejemplo de esto, fue también la violencia desatada días pasados frente a la cadena televisiva del Estado, Telesur en su sede caraqueña.
En los últimos días diferentes grupos partidarios del candidato presidencial Capriles han participado espontánea u organizadamente en manifestaciones, agresiones y hasta actos de inusitado carácter fascista que han dejado el terrible resultado de 7 personas muertas y centenares de heridxs.

Los hechos contra la prensa comunitaria en todo el territorio venezolano no pueden dejar de entenderse y repudiarse a partir de la violencia desatada en estos últimos días.


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Analisis de una semana agitada

por: CXL-RNMA

¿Qué pasó en Venezuela?

Difícil explicar los resultados electorales de la semana pasada; en todo caso hay que reconocer que nadie se esperaba este escenario y que éste no se debe a un único motivo sino a una multiplicidad de causas. Intentaremos identificar algunas de ellas, las más importantes al menos.

Lo primero a enumerar es la inmensa pérdida del mayor líder latinoamericano, y por qué no mundial, desde por lo menos la aparición de Fidel Castro y la muerte del Che Guevara.  Este suceso podía provocar dos cosas, o una mayor movilización del pueblo chavista o, todo lo contrario, la caída estrepitosa de las fuerzas revolucionarias. Todo indicaba que pasaría la primero, a juzgar por la expresión popular sumamente consiente luego del fallecimiento de Chavez.

Sin embargo, los números indican que, de las elecciones ganadas por Chávez en octubre pasado a las ganadas por Nicolás Maduro hace pocos días, hubo una disminución de más de seiscientos mil votos (8.191.132 en octubre contra 7.575.704 en abril). Esto podría deberse a la caída de electores, de casi 1 porciento entre los dos comicios. Pero si se observa que Capriles creció en setecientos mil  votos de octubre a abril, entonces habrá que entender que miles de personas pasaron de elegir a Hugo Chávez el año pasado a votar por Capriles recientemente (ver datos en www.cne.gob.ve).

¿Fraude?

La lógica indica que si uno hace trampa, intentará ganar contundentemente. A nadie se le ocurriría que, en un partido de truco, uno se cartease un 2 o un 3, pudiendo elegir los dos sietes, el ancho de basto o el de espada. Podríamos decir lo mismo respecto de esta elección. Sobre todo si tenemos en cuenta que las encuesta aseguraban una victoria de Maduro de entre 10 a 20 puntos por encima del candidato de la burguesía. Todas las empresas dedicadas al sondeo de opinión, tanto las de la derecha como las de la izquierda, daban ganador al ex canciller de Hugo Chávez (GIS XXI: Maduro 55,3%, Capriles 44,7%; Hinterlaces: Maduro 55%, Capriles 35%; Datanálisis: Maduro  49,2%, Capriles 34,8%; International ConsultingService (ICS): Maduro 58,2%, Capriles 40,5%; IVAD: Maduro 53,8%, Capriles 31,6%)

¿Por qué erraron tanto las encuestadoras? Imposible tener una respuesta certera cien por ciento. Pero, es evidente que la campaña electoral sirvió para que Capriles sumaran adeptos mientras que Maduro bajaba en apoyo.

Hay quienes dicen, dentro del oficialismo, aunque no dentro del gobierno, que en las elecciones sí hubo fraude, pero al revés. Es decir, que la oposición logró de alguna manera manejar los votos, ya sea informáticamente o por compra de los mismos, para que Capriles ganara y, por eso, están tan convencidos de que su candidato resultó vencedor. ¿Cuáles son los argumentos? Bueno, por empezar las encuestas enumeradas recién, más las masivas movilizaciones logradas por Maduro durante la campaña, visiblemente superiores a las de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), las diversas expresiones populares de apoyo para continuar con la revolución y el compromiso ferviente de cumplir con Chávez, quien pidió que eligieran a Maduro. Absolutamente todo parecía indicar el triunfo rotundo del candidato socialista.

Además, podemos señalar que, pocos minutos después de pasada la hora de cierre de los comicios se registraron varios hackeos contra páginas webs vinculadas al Consejo Nacional Electoral (CNE) y a integrantes del oficialismo. Sin embargo, el gobierno salió inmediatamente a decir que los datos electorales son manejados por una intranet y que cualquier ataque a internet no los afectaba.

Dos cosas quedan claras: si hubo fraude o modificación de votos, el Estado no lo va a admitir porque sería reconocer que el sistema electoral es vulnerable. Segundo, esta creencia suena a una justificación de los socialistas para evitar hacer una autocrítica.

No hace falta reproducir las centenares de voces mundiales que repitieron sin cesar que la metodología del CNE venezolano es inquebrantable y sumamente confiable. Sólo recordar que Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, dijo que en Venezuela funciona el mejor sistema electoral del mundo y, aunque se considere a Carter como uno de los presidentes norteamericanos más “democráticos”, lejos está de identificarse como socialista o afín al gobierno de esta nación sudamericana(ver http://www.youtube.com/watch?v=f3LRHKw2MTc).

Desafíos

Pasada la ola violenta de la derecha sobre el pueblo venezolano. Asesinadas al menos 8 personas vinculadas al chavismo. Ratificado Nicolás Maduro como Presidente de Venezuela. Expresado el apoyo de la UNASUR, MERCOSUR, ALBA y la siempre poco amistosa OEA. Superado, al menos hasta ahora, los intentos desestabilizadores seguramente financiados y auspiciados por el norte. Habrá que empezar a hacer una autocrítica, corregir lo que haya que cambiar y recuperar lo que se perdió.

Venezuela eligió ir hacia el socialismo por la vía democrática y pacífica. Eso garantiza respeto de otras naciones no tan afines, pero conlleva complicaciones. Jugar a la democracia representativa liberal, porque así nació este sistema instaurado en la mayoría de los países occidentales, significa poner en riesgo en cada elección lo conseguido hasta el momento. Y nunca estuvo más cerca de suceder eso como ahora. Además cada campaña supone un  gastadero de dinero que bien podría usarse para bienestar del pueblo.

Los retos que deberán enfrentar los bolivarianos son varios. Los principales son los históricos: inseguridad y eficiencia revolucionaria. Lo primero es indudable: decena de personas asesinadas cada semana significan uno de los niveles más altos de violencia en la región y ello se tendrá que resolver con políticas integrales y con el apoyo de toda la sociedad. Lo segundo refiere a terminar con la burocracia y la corrupción de los funcionarios socialistas, lo que seguramente planteará varias limpiezas ministeriales.

Otro de los desafíos, no menos importante, será el bienestar económico. El gobierno chavista ha entendido al socialismo bolivariano como una mezcla de Estado con empresas privadas, tendrá que analizar qué porcentaje le otorga a cada uno; sobre todo para los sectores fundamentales de la economía. También tendrá que solucionar lo que Chávez denominó “rentismo petrolero”; a nadie se le olvida que Venezuela depende casi exclusivamente de sus recursos en petróleo.  Además, según analistas, el pueblo de este país relaciona el socialismo con los valores morales y humanos, en tanto que su mirada económica se vincula más al capitalismo que a una opción revolucionaria. Es decir, sigue siendo visiblemente consumista.

Otro tema a tratar es el liderazgo colectivo. Con la pérdida del Comandante Supremo, como lo llaman en su tierra, surgirán nuevas figuras políticas dentro de las filas bolivarianas. El carisma, liderazgo y el carácter pedagogo de Hugo Chávez no imposibilitaron la presencia de otras figuras. Al ahora presidente Nicolás Maduro se le suma Diosdado Cabello, Elías Jaua, Tareck El Aissami y la diputada Blanca Eekhout, por nombrar algunos. Habrá que seguir por ese camino, acrecentando la unión pueblo, fuerzas armadas y funcionarios.

Esto último nos lleva al último punto que nombraremos en esta nota y es el Poder Popular. Logro y meta al mismo tiempo. Búsqueda incansable del pueblo venezolano, reflejado en las comunas y en los consejos comunales. Apoyado e incentivado por Chávez, Nicolás Maduro deberá fortalecerlo para que finalmente se logre el objetivo de la autogestión local.

Hasta aquí este análisis, seguramente faltaron elementos pero es un intento de vislumbrar lo que se viene. Más que nunca Venezuela necesita del apoyo latinoamericano, así como Latinoamérica requiere que la revolución bolivariana se consolide, afiance y crezca para poder seguir soñando en la Patria Grande.

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