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“Los derechos indígenas tienen que llegar a donde convivimos diariamente”
Por Agassaganup O Zobá - Saturday, May. 11, 2013 at 7:18 AM
agassaganup@gmail.com

En el partido de Almirante Brown, en el sur bonaerense, los representantes de las comunidades “normalizaron” el Consejo Indígena luego de una reunión con funcionarios del Gobierno local. Benito Espíndola, abogado miembro de ORCOPO, sostuvo que “las obligaciones en cuanto a los derechos de los pueblos indígenas no solamente son de Nación o Provincia, sino también de los Municipios” y que en Buenos Aires “se ha perdido una oportunidad histórica con la cuestión del relevamiento territorial, que casi fue inexistente”.

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Benito Espíndola, con poncho y gorro en el año nuevo de los pueblos indígenas en Punta Querandí. (Foto: Georgina García)

Espíndola contó en Agassaganup O Zobá (FM Fribuay) que el Consejo Indígena de Almirante Brown se empezó a organizar entre el año 2005 y el 2006: “se formó con cinco comunidades y una organización, actualmente hay más, la idea es incorporar todo esto”. “En el 2007 se abrió una participación directa dentro del Municipio con un Consejo de Coordinación dentro de la Secretaría de Derechos Humanos y de ahí en más se hicieron muchísimas actividades”,  agregó el miembro de la Organización de Comunidades de Pueblos Originarios (ORCOPO).

A pesar de ese avance, el proceso abierto a nivel local tuvo “muchos vaivenes”, dijo Benito, debido a diferencias políticas entre las comunidades y las organizaciones. “Esto que ha pasado a nivel nacional con los organismos de derechos humanos, movimientos sociales y sindicatos, que se han dividido, también ha calado en el movimiento indígena”, motivo por el cual “se retrocedió un poquito” en Brown.

De a poco, el Consejo Indígena va retomando su actividad: “Hace un par de semanas nos empezamos a juntar de nuevo, dejando de lado cualquier diferencia coyuntural, para poner en la agenda los puntos principales del derecho indígena”, manifestó Benito con alegría.

Como resultado de la reunión, mantenida los últimos días de abril, Benito Espíndola fue elegido coordinador “ad honorem” de esta nueva etapa, que es acompañada por la Secretaria de Derechos Humanos de Brown y el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas.

“Realmente parece que en esta gestión de (Guido) Carlotto hay voluntad política, lo que no ha ocurrido con la anterior secretaria de derechos humanos bonaerense, Sara (Dorotier de) Cobacho, cuando teníamos cientos de denuncias y nunca se movía nada”, expresó el abogado diaguita.

Con respecto a la conformación actual del área en comparación con años anteriores, el coordinador mencionó que se sumó una comunidad más y aseguró que hay otras que están en proceso de reconocimiento. En ese sentido, agregó que “existe expectativa con la posible creación de un registro provincial para iniciar las gestiones allí”.

UNA HERRAMIENTA DESAPROVECHADA

La ley nacional 21.160 sancionada en el año 2006, y luego prorrogada mediante la 26.554 (hasta el 23 de noviembre de 2013), declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas del país. Durante este plazo, deberían en teoría suspenderse los desalojos.

Si bien este recurso no fue correctamente implementado en casi ninguna región del país, Benito resalta que el relevamiento territorial en la provincia de Buenos Aires “es un desastre, es más que pobre, por eso nosotros estamos viendo los números ahí, los estamos cotejando con organismos aliados de derechos humanos. La verdad que es muy preocupante”.

“Creo que se ha perdido una oportunidad histórica con el relevamiento territorial, que se hizo en tres pueblos y la verdad que los informes que tenemos como definitivos son muy pobres. Casi fue inexistente, era fundamental aprovechar esta etapa de la ley”, agregó.

“Vamos a ver qué es lo que pasa con la finalización del plazo de vencimiento de la ley, en noviembre, porque todavía falta el relevamiento del pueblo mapuche y es una incertidumbre en la provincias que no se hizo, y que va a pasar con los que se hicieron, porque tampoco (hay) ninguna certeza de que se entreguen los títulos comunitarios. Esto lo estamos trabajando con la Comisión Provincial de la Memoria,  porque hicimos varias denuncias de esto y seguramente vamos a tener algún informe dentro de poco” repasó el abogado miembro de ORCOPO.

SITUACIÓN TERRITORIAL

Uno de los principales reclamos que sostienen los pueblos originarios desde siglos, tiene que ver con el acceso a la tierra. Esto se da tanto a nivel nacional como provincial y municipal, donde las y los hermanos llevan adelante largas e interminables luchas en búsqueda del reconocimiento sobre su territorio ancestral.

En el caso de Almirante Brown, la única comunidad que tiene su título comunitario es la guaraní Cacique Yumbai, del barrio Almafuerte, en Glew. Según contó Benito, entre el 2001 y el 2002, lograron frenar un intento de desalojo, entonces el Gobierno aportó la plata necesaria para efectivizar la compra de las tierras en litigio.

Con respecto a la situación del resto de las comunidades de este municipio, el abogado diaguita explicó que “la gran mayoría, no solamente en el área metropolitana sino también en muchas localidades y ciudades del interior del país, se asentaron y quedaron mezclados con otros integrantes no indígenas, quedó un mosaico, entonces para profundizar esos lazos, se solicitan espacios concretos, tierras aptas y suficientes para desarrollar todos los aspectos de la cultura y lo  que estimamos. Ese proceso también está en Brown pero va muy lento todavía”, aseguró Benito, expectante por todo lo que vendrá.

“NO TODAS SON MALAS NOTICIAS”

“Hay algunos aspectos que ya se pueden implementar como la educación intercultural bilingüe, atento a que hay muchas comunidades acá”, se entusiasma el abogado diaguita.  Eso aún no se da, pero “no son todas malas noticias”, dijo Benito, al subrayar que en el 2012 en Almirante Brown se incorporó la whipala en todas las escuelas del Municipio por una resolución del Consejo Escolar. “Va a ayudar a visibilizar mucho, nos permite tener otra mirada en los chicos, en las escuelas; aunque en realidad los docentes ya están muy sustanciados con esto, no fue casual la implementación de este símbolo”, evaluó el integrante de ORCOPO.

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