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¿Que es el Plan de Manejo de Islas?
Por Boletín Isleño - Sunday, May. 12, 2013 at 10:15 AM
boletinislenio@yahoo.com.ar Delta del paraná

El Plan de Manejo de Islas de Tigre es el resultado de una larga lucha de la comunidad isleña y de organizaciones ambientales. Al mismo tiempo, se aprobó una ordenanza que pone en riesgo las fuentes laborales de los trabajadores isleños

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¿USTED SABE DOÑA QUÉ ES EL PLAN DE MANEJO?

¿Qué es el Plan de Manejo? ¿De dónde viene? ¿Para qué sirve? ¿Cómo va a afectar en la vida cotidiana al vecino isleño?

Por Boletín Isleño

El mes pasado, el intendente de Tigre, Sergio Massa, presentó el Plan de Manejo de Islas. ¿Y qué catzo es esto?
El mentado Plan es una serie de ordenanzas –hasta ahora tres- que sirven para regular las cosas que se pueden hacer y las que no se pueden hacer en la Primera Sección.
Hace ya añares que grupos de isleños preocupados por el medio ambiente de las islas vienen estudiando el asunto; y junto con la Asamblea Delta y Río de la Plata, una prestigiosa organización que ya lleva varios años de trabajo, presentaron en 2010 un Proyecto de “Protección Socio Ambiental para el delta de Tigre” a través del concejal opositor Luis Cancelo. Esta propuesta, que contenía un conjunto de cosas que están casi todas incluidas en el flamante Plan de Manejo, fue sistemáticamente cajoneado por el oficialismo. Nunca fue tratado en el Concejo Deliberante. Pero no importa, porque como decía don Arturo Jauretche, "lo importante es que se haga, no importa quién, pero que se haga".
Aunque ya existían las leyes necesarias para cuidar el medio ambiente isleño de atrocidades como los barrios privados Isla del Este, Santa Mónica y el ya emblemático Colony Park -entre ellas la Ley Integral del Medio Ambiente 11.723, y la ordenanza municipal de 1988 que declaraba a las islas de Tigre como “Parque Ecológico”- éstas nunca fueron cumplidas, quizás porque a veces, billetera mata ley.
Estos barrios privados y cerrados son un desastre ambiental porque el Delta es lo que se llama un “Humedal”. Y tiene una clara función ecológica. Las islas son como un plato de sopa: altas en la costa y profundas en el centro. Cuando el río crece, éstas se inundan, y luego, despiden el agua muy de a poquito, filtrándola, purificándola (viejos isleños sabrán de la frescura transparente del chorrito que corre por alguna zanjita cuando empieza a bajar) y reteniendo en el pajonal del centro de isla nutrientes, carbono, atrapando contaminantes, etc. Además, este ecosistema es uno de los de mayor biodiversidad en el mundo. Millones de especies de insectos, animales, aves y plantas viven en él. Pues bien, estos barrios, llamados “emprendimientos” lo que hacían era rellenar este plato de sopa hasta una altura en la que el agua jamás volviera a entrar. Tan alto se iban que las casas se podían hacer sobre la tierra. Lo hicieron dragando ríos o cavando lagunas que llegaban tan profundo que atravesaban napas de agua dulce y salada, mezclándolas, y arruinando así invalorables reservas de líquido potable. Cabe anotar también, que en la tierra donde se hicieron estos emprendimientos, había unos animales bípedos llamados isleros, que fueron echados a patadas y sus casas destruidas.
El Plan de Manejo dice que todo esto ya no se puede hacer. No se podrá rellenar más a estas grandes alturas, no se podrá construir nada más allá de los cien metros de la costa para respetar y cuidar el centro de isla, no se podrán hacer puentes, túneles o transbordadores que unan el continente con la isla para circular en auto por el Delta (increíblemente estos proyectos existieron y hubo que patalear mucho para que fueran rechazados). La vida actual y futura del isleño se verá modificada para bien por esta valiosísima parte del Plan, ya que estos impedimentos hacen que los voraces inversores que querían cometer este tipo de trapisondas sean desalentados y se vayan a rapiñar a otra parte. Eso desinflará un poco los precios de los terrenos, altísimos en los últimos años por estas especulaciones inmobiliarias. Bien lo explicó el señor Massa en su discurso: compraban tierra a 2 dólares el metro, rellenaban la isla destruyendo todo, y luego la vendían a 70 dólares el metro.
Ahora bien, junto a esto se votó por abajo de las patas una Normativa de Construcción para el Delta que integra el Plan de Manejo, y que fue rechazada por un único concejal. Éstas son una serie de reglas de cómo tendrá que construirse en la isla de aquí en más. Ningún isleño conocedor del asunto fue consultado por los concejales para hacer esta ordenanza.
El Delta, como es una región rural y de una población en su mayoría de bajos o medianos recursos, con una cultura diferente a la cuidad, históricamente tiene una larga tradición de “autoconstrucción”. La gente, en general, se construye o amplía su rancho con sus propias manos, o contrata un carpintero o albañil que saben perfectamente realizar las típicas casitas isleñas o las pequeñas obritas clásicas de la isla.
Esta Normativa dice, entre otras cosas, que ahora va a ser necesario un arquitecto, empresa constructora, y técnicos de todo tipo para construir, medir terrenos, nivelarlos, –con los altísimos costos que tiene- los cuales, tras expropiarle sus tradicionales conocimientos, pasarán a ser los patrones del isleño, hombre libre que ahora, queda fuera de la ley haciendo el trabajo como lo venía haciendo.
Todas estas presentaciones de planos y permisos van acompañadas del oportuno “sellado”, que significarán grandes aumentos en los presupuestos para construir, lo que atentará contra el empleo de los constructores de la Primera Sección.
Podemos rescatar como positivo de esta Normativa, el hincapié que se hace en que sea necesario un adecuado tratamiento de las “aguas negras” en las viviendas, para que no vayan directamente hacia el río, implementando sencillos sistemas de escaso valor económico.
También dice que se “desalentará objetivamente la construcción húmeda”, que en cristiano quiere decir terminar con la albañilería en la isla. Esto ha preocupado a más de un paisano albañil, que mira hacia el palacio municipal como diciendo, “¿y ahora yo de qué me disfrazo?”
Otro punto raro es el que dice que quedarán prohibidas las “Pantallas Planas o Tablestacados Lisos de cemento y la utilización de Escombros o Placas Provenientes de Demoliciones” para proteger nuestras costas del turismo depredador que el Municipio fomenta. ¿Cómo habrá que cuidarlas? No lo sabemos.
Hay unos cuantos puntos más de esta Normativa que afectarán de manera negativa a la vida en la isla, como los que prohíben cortar algún árbol sin permiso, el extraño ítem que alienta el uso de “madera dura o semi dura del lugar”, cuando todos saben que nada de eso existe en la isla, permisos y habilitaciones para construir un muelle, etc.
No la molesto más doña con tanta data. Debemos celebrar que la lucha isleña por fin ha dado sus frutos y que se ven reflejados en la primera parte del Plan de Manejo. Porque el Delta es nuestro, y de los isleños que vendrán, y había que pensar en ellos para que pudieran disfrutarlo como lo hacemos nosotros. Pero debemos entender que en la isla no hay vida sin oportunidades concretas de trabajo, y vemos que la Normativa votada podría atentar contra el motor de la economía isleña de la Primera Sección, que son los cientos de carpinteros, albañiles, parquistas, zanjeadores, fleteros, que en conjunto son el rubro de la construcción.
Para otra guitarreada queda pensar porqué hubo que esperar tantos años y ver tanta destrucción para que gente de fuera de la isla nos votara este Plan, cuando hace tanto que los isleños sabíamos lo que había que hacer para cuidar nuestro lugar.












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