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Perú: Torre Tagle ¿secuestro de la política exterior?
Por herbert mujica rojas - Sunday, May. 12, 2013 at 7:30 PM
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El presidente Ollanta Humala debería tomar debida nota que su gobierno puede ser el adelantado y el símbolo de un magnífico tratamiento del contencioso marítimo a que Perú ha llevado a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya o el pararrayos de una torpe política forjada en el inmovilismo reprobable y hasta proditor desde hace dos años.

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Perú

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
13-5-2013

Torre Tagle: ¿secuestro de la política exterior?
http://www.voltairenet.org/article178473.html?var_mode=recalcul

Un muy discutible plan camina por los recovecos de Cancillería. Y la guillotina acaba de dar su primer cuchillazo siniestro decapitando al titular peruano en la representación permanente del Perú ante Naciones Unidas, NNUU, Enrique Román Morey, colocando en su reemplazo a un acólito o amigo cercano de los reales gobernantes, desde mucho tiempo atrás, en el ministerio de Relaciones Exteriores.

El presidente Ollanta Humala debería tomar debida nota que su gobierno puede ser el adelantado y el símbolo de un magnífico tratamiento del contencioso marítimo a que Perú ha llevado a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya o el pararrayos de una torpe política forjada en el inmovilismo reprobable y hasta proditor desde hace dos años.

En efecto, ya se vocea en Cancillería, si es que Chile acata pero no cumple o pone sus tradicionales reparos añejos (recuérdese el caso de Tacna y Arica que recién se resolvió el 3 de junio de 1929 con el Tratado y Protocolo Complementario de Lima, es decir 49 años después) y bajando sorprendentemente la escalera de la magnífica instancia de la CIJ, órgano judicial de NNUU, hacia el Consejo Permanente de la OEA en el marco de una reunión de consulta de cancilleres según el Pacto de Bogotá invocando el artículo 50. Es como si luego de jugar en las grandes ligas nos fuéramos, por estupidez propia, a segunda o tercera.

¿Tiene el mando efectivo de la política exterior el presidente Humala? Teóricamente su hombre operativo es el muy mediocre canciller Rafael Roncagliolo cuyas metidas de pata, torpeza congénita e incapacidad manifiesta para liderar el sector, se ha caracterizado por un patético inmovilismo, un amiguismo bien rentado hacia sus favoritos y una dependencia atroz hacia dos diplomáticos heredados, recomendados y inamovibles en Torre Tagle: Allan Wagner Tizón y José Antonio García Belaunde, ambos -y no es difícil suponerlo- incondicionales a rajatabla de Alan García. O, urticante pregunta: ¿el jefe de Estado Ollanta Humala no se apercibe del ajedrez cínico que impulsa García Pérez?

Recordemos sino que pocos meses atrás, el embajador Allan Wagner Tizón, en ceremonia pública en la escuela de gobernabilidad de la Universidad San Martín de Porras agradeció su designación como agente en La Haya al ex presidente Alan García Pérez lo que, según fuentes irrebatibles, causó la furia e indignación del jefe de Estado Humala. ¿Y porqué no lo envió a su casa? es la pregunta que todos se hacen. El pro-chilenismo de Wagner es monumental, recuérdese que en 1985, durante su primera cancillería y en el gobierno de Alan García, el señor de marras firmó un documento con su par chileno, Jaime del Valle Aliende, con el propósito de re-escribir una historia común en pro de la amistad y la unidad latinoamericana. ¿A qué país interesa borrar el paso de la pezuña bárbara y expoliadora de sus tropas de invasión entre 1881-83?

A Joselo García Belaunde, 5 años titular de Relaciones Exteriores del segundo gobierno de Alan García, corresponde el mandoble intelectual, reconocido en el imperio mundial del ridículo, de haber comparado el triángulo reclamado por Perú en La Haya a Chile, con una de sus chacras. Es de verse, la irrecusable potencia y cultura histórica de quien no puede diferenciar un teléfono celular con un mapache robusto. Y el gobierno del presidente Humala nombró a García Belaunde como co-agente.

Aparentemente y según todos los opinantes, Wagner y García Belaunde predominan con sus operadores en múltiples niveles en el manejo de Cancillería y el señor Roncagliolo es tan solo un eslabón de esa larga y tradicional cadena de mando que impone sus puntos de vista, casi nunca patrióticos, como vamos viendo y seguiremos constatando a continuación.

¡Como para no creerlo: Perú ha comprometido su respaldo a Chile para que ocupe un sitio no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas! Nadie ha osado explicar con razones valederas o férreamente lógicas de ¿por causa de qué, no habiendo ocurrido el veredicto en La Haya donde contendemos con Chile, Perú asegura un apoyo tan adelantado como controvertido?

Si Chile acatara pero no cumpliera dando sus acostumbradas largas a cualquier fallo que considerara no acorde con sus intereses, ¿ante qué entidad internacional Perú podría hacer sus reclamos?: en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en donde, además, está Inglaterra potencia a la que el irresponsable Roncagliolo, epígono de Unasur, impidió que entre nuestras aguas una fragata, perdiendo torpemente a un actor clave cuando nos toque golpear la puerta del Consejo de Seguridad. ¿Y qué país ya sabe que tiene el soporte de Perú con su voto?: Chile. En buen castellano, es casi un hecho que cualquier objeción peruana habría sido dinamitada desde hoy mismo por la extraña actitud adoptada en Torre Tagle.

¿Qué ocurriría si Perú trasladase sus eventuales protestas, en el marco del Pacto de Bogotá y dentro de los mecanismos previstos en la Organización de Estados Americanos?: pues ante el Consejo Permanente y conviene recordar que el Secretario General de la OEA, es José Miguel Insulza ciudadano chileno de notoria, clara y recusable vocación antiperuana desde muchos años atrás y, sobre llovido, mojado, su segundo es un peruano Hugo de Zela Martínez, fujimorista y parte de esa taifa de diplomáticos que alentó junto a Carlos Pareja -hoy nuestro embajador en Santiago de Chile- y al traidorzuelo Fabián Novak, los acuerdos complementarios con Chile en 1999.

Arriba y abajo, como se dice en hípica, Perú tendría cerradas las compuertas y clausuradas sus salidas honorables y honrosas en el contencioso con Chile. ¿Y a quién o a quiénes deberíamos semejante imbecilidad?: ¡Nada más y nada menos que a Roncagliolo, el operador y a su equipo de amigos rentados en Torre Tagle y a los mandamases de siempre, alanistas convictos y confesos: Alan Wagner Tizón y José García Belaunde que -¡tomen debida nota!- habiendo sido agente y coagente en La Haya, no solo NO son abogados sino que hasta carecen del mínimo indispensable de formación jurídica.

¡Más aún! El coordinador de Wagner y García Belande en el mismo asunto del contencioso en Torre Tagle, Gustavo Meza Cuadra, es una persona que jamás ha podido articular ningún ejercicio hermenéutico y, a pesar de ello, "manejó" con otros timoratos pseudo-abogados especialistas, la Memoria y al Réplica del Perú en La Haya. ¿Cómo pudieron enhebrar los razonamientos del derecho en el juicio en la CIJ? ¿No hay quién pueda transmitirle este cuadro horroroso al presidente Ollanta Humala Tasso? ¿O el mandatario sigue pensando en el brulote aquél de "silencio de estadistas"? ¿no ha reflexionado el jefe de Estado que es hora de tomar al toro por las astas y realmente dirigir la política exterior como fue parte del juramento constitucional?

El secuestro de la política exterior del Perú es un asunto que debe leerse no solo con preocupación sino con patriotismo militante y capaz de denunciar en resguardo de la cosa pública, interés inabdicable de 30 millones de peruanos, por toda la ciudadanía.

¿Qué sigue? El decapitamiento de otros embajadores, verbi gracia, Harold Forsyth en Washington, Gustavo Lembcke en Bogotá y muchos otros más. La siniestra idea es perpetuar, bajo el dudoso razonamiento que Roncagliolo es útil o imprescindible, lo mismo que Wagner y García Belaunde, por el tema de La Haya, en los pagos de Cancillería.

El presidente Humala debe aquilatar que aquello es un engaño y un fraude de los peores y contra el Perú.

Los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores tampoco deben dar oídos a esta necedad absolutamente traidora. Imposible olvidar que Wagner y García Belaunde y sumados a ellos Roncagliolo, cuasi bajaron del avión a los legisladores en su idea de ir a La Haya con el pretexto que tratándose de políticos, "podrían" alterar el proceso judicial en la CIJ. Lo trágico es que los legiferantes se tragaron el sapo indigesto y NO viajaron.

El presidente Humala debe estar seguro que ningún juez en La Haya emitirá un juicio de valor en la sentencia, en función de lo que acontezca en los frentes internos de Perú o Chile. Y, sobre todo, que NO debe hipotecarse el guión de nuestra política exterior a la actitud morbosa de un hombre con marcada carencia de ecuanimidad como el canciller Roncagliolo que a cualquier costo quiere quedarse en la Cancillería so pretexto del fallo de La Haya. Sin embargo él mismo cambia, traslada inconsistentemente a nuestros diplomáticos de embajadas claves para el momento actual y para los difíciles que se vienen después de la sentencia en La Haya.

Más de un testimonio ha ilustrado acerca de cómo Alan García Pérez anda diciendo en sus periplos pagados como conferencista de empresas chilenas, que es él y sólo él quien diseña, implementa y reivindica la política exterior del Perú. En puridad de verdad tiene a sus operadores, maneja comunicación directa con ellos y hasta hay un canciller que reconoce anuentemente todo lo que otros diseñan con tal que le dejen colocar a sus amigos con magníficas rentas que paga el pueblo peruano.

1879 que debiera cerrarse con honra e inteligencia en La Haya y ante el mundo y para clausura de una etapa aciaga, amenaza, merced a estos mediocres, en convertirse en una acusación directa contra el presidente Humala Tasso cuya culpa sería eterna y vergonzosa para él y su apellido y en lo que a los peruanos respecta sería abominablemente en perjuicio del destino histórico y continental del Perú.

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

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