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Sala Alberdi. Después de la represión, la rearticulación
Por reenvío anred - Tuesday, Jun. 04, 2013 at 8:05 AM

Laura y Federico son miembros de la comisión de prensa de la Asamblea del Acampe Cultural por la Sala Alberdi, y participan, además, en la Asamblea en Defensa de lo Público. En diálogo con ANRed, relataron cómo el proceso de articulación con otros espacios se fue fortaleciendo después de la represión y el desalojo del centro cultural. (Por ANRed) Por RedAcción - LP

La Asamblea en Defensa de lo Público surgió como una apuesta de articulación de espacios en conflicto por las políticas privatistas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Su origen se dió en el marco del acampe que se llevó adelante en la Plaza Seca del Centro Cultural San Martín durante el verano de este año, que tenía como antecedente la represión sufrida algunos meses antes en Parque Centenario, y culminó nuevamente con una cruda represión el 12 de marzo del corriente dejando como saldo heridos con balas de goma y plomo. Entre ellos, integrantes de medios alternativos como ANRed.

Después del desalojo, la represión y la judicialización de algunos de sus compañeros, Laura y Federico (cuyos apellidos resguardan por seguridad) reconstruyen cómo se desencadenaron los hechos, cómo sigue el conflicto, y cómo se rearticulan hoy en el marco de la política represiva del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires frente a la protesta social por el espacio público.

ANRed: ¿Cómo se da la seguidilla de acontecimientos que devino en la primera represión, el 12 marzo?

Laura: El martes 12 de marzo, el día de la primera represión, nosotros habíamos participado en la conferencia de prensa que se hizo a las 8 de la mañana, cuando levantamos el acampe. Decidimos levantar el acampe cuando entramos, o el Gobierno nos hizo entrar, en conflicto con los trabajadores del Centro Cultural, a los que el Gobierno no dejaba ir a trabajar con la excusa de que estábamos nosotros, cuando era todo lo contrario: la medida del acampe había sido en respuesta al cierre del Centro Cultural. Ese día habíamos levantado el acampe pero nos habíamos quedado ahí, por supuesto, en una especia de vigilia en la vereda. El Gobierno, en vez de responder a ese gesto que tuvimos, llenó la plaza de policías. No nos querían dejar pasar más y a las seis de la tarde todavía la infantería seguía llenando el lugar. Cuando se convoca bastante gente en apoyo…

Federico: Quinientas personas había.

L: Ahí, entramos de nuevo a la plaza.

ANRed: Había una promesa de una reunión con Hernán Lombardi, el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, ese mismo día.

F: De hecho, se llevó a cabo la reunión, casi en simultáneo con la represión. Fue la reunión en la cual más acuerdos se alcanzaron. Pero porque mintieron. Estaba la Defensoría del Pueblo y el ministro de Cultura, y en el medio empezaron a sonar los teléfonos y nos enteramos que estaban reprimiendo. Ahí, Laura y otro compañero se fueron. Quedamos tres y, a partir de ese momento, intentamos buscar una salida a la represión. Llegamos a un acuerdo que era que nos dieran explicaciones de qué había sucedido con la sala.

L: En ese sentido, fue la instancia de mayor acuerdo. Porque hasta entonces nunca nos habían dado la posibilidad de que nosotros, de alguna manera, siguiéramos gestionando esa sala. Y en esa reunión se habló de que nosotros constituyéramos tal figura legal, y que tal vez pudiésemos quedarnos en el espacio. Pero en el medio palo, palo, palo.

F: Al otro día se hizo una marcha, que tenía que terminar en una reunión. Una marcha a la que fueron…

L: Mil personas.

F: Era grande. No nos dieron la reunión, y nosotros ya no teníamos el acampe. Estábamos haciendo una vigilia en Corrientes y Paraná, y el 24 de marzo desarrollamos una acción con la idea de que los compañeros que aún se encontraban resistiendo dentro de la sala bajaran sin ser identificados, para que no los procesaran. En respuesta a esto a mitad de la tarde también nos reprimen.

L: A todo esto el Ministro de Cultura estaba de viaje, es decir que nunca dio la cara.

F: De hecho era 24 de marzo, había 50.000 personas en Plaza de Mayo y a lo largo de Av. De Mayo.

L: Nosotros ingenuamente creíamos que un 24 de marzo íbamos a poder llevar adelante la acción lo más pacíficamente posible, por el significado de la fecha.

ANRed: Y después de la última represión, el 24 de marzo, ¿cómo se articulan con la gente de CORREPI y de la RNMA, que había tenido dos miembros heridos con balas de plomo en la primera represión el 12 de marzo, para presentar la querella?

L: Empezamos a articular con ellos en el contexto de la comisión antirrepresiva que nosotros habíamos armado para abordar el tema de la judicialización y la denuncia de la represión, que había sido muy grave y que en los medios se había tocado de rebote, porque al día siguiente de la primera represión había asumido el Papa y realmente no había tenido repercusión. Y fue gravísima.

F: Hubo compañeros a los que los siguieron hasta la calle Córdoba.

L: Una persecución. Y nosotros nos organizamos para darle una continuidad a eso, y ahí es cuando, en el marco de esa comisión antirrepresiva, empezamos a articular con CORREPI (aunque con CORREPI teníamos relación desde la toma de la sala, es decir, mucho antes) y con la gente de la RNMA, que había sido herida.

ANRed: Y, en ese sentido, ¿cómo se plantearon la instancia judicial?

F: Hay dos ejes. Uno es la acción defensiva contra el Estado, contra la represión, las balas de plomo, etc. El otro es la acción ofensiva para defender a nuestros compañeros que están procesados. La que nosotros llevamos a cabo con CORREPI es más bien la acción ofensiva. Y lo que estamos haciendo a partir de eso es una campaña, que ahora está por salir, en el marco de la cual vamos a desarrollar un par de actividades el 24 de mayo, y el 1 y 2 de julio, entre las cuales va a haber reuniones en las que se van a convocar a todos los que hayan estado en las distintas instancias de represión que se vienen dando: El Borda, Parque Centenario y Sala Alberdi. La idea es contar las experiencias, revivir esa situación. Después se va a hacer otra charla, encarada en un marco más general: la Ley Antiterrorista, el Proyecto X y seguramente, también, todo esto que pasó con el caso del infiltrado de la Policía Federal en la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh.

L: Hicimos ya, casi inmediatamente después del 24 de marzo, algunas jornadas que fueron medio improvisadas, pero sintiendo la necesidad de estar en la calle y de decir: “Che, seguimos vivos, pasó esto”. Y ahora estamos tomándonos un poco más de tiempo para organizarlas con profundidad. Pero creo que la mayor tarea la están cumpliendo estos espacios de articulación, tanto la Asamblea en Defensa de lo Público como CORREPI y la RNMA. Porque el caso de la sala es un caso más, lamentablemente, entonces también esta necesidad de articular con otra gente para resistir la avanzada del Gobierno en un espacio X. Acá, primero fue el Parque Centenario, después fue Sala Alberdi, después El Borda. Y después va a ser el Parque Lezama o cualquier otro.

F: Todavía hay una gran distancia entre lo que es la organización de los trabajadores, (los que trabajan dentro del Estado) y todos estos espacios más de tipo asambleas barriales. O la gente que trabaja en El Borda pero no dentro del marco estatal, sino en proyectos dentro del hospital.

ANRed: En cuanto a esas diferencias, por ejemplo en su caso, respecto a la intervención que organizó la Asociación Argentina de Actores el 9 de mayo en la puerta del Teatro San Martín, convocando a trabajadores de la cultura y público en general, en contra de la política cultural del Gobierno de la Ciudad y la privatización encubierta del Teatro, ¿cómo se da la relación con ellos?

F: Siempre tuvimos buena relación con la AAA. No hay una articulación a nivel organizativo pero sí un vínculo más bien fraternal, en el sentido de que cada vez que los llamábamos para que vinieran a participar de las actividades tuvieron buena predisposición. Pepe Israel, sobre todo, siempre estuvo muy presente. O Alejandra Darín, que es la presidenta del sindicato.

ANRed: ¿Y con los trabajadores con los que mencionaste anteriormente que en su momento habían entrado en conflicto?

F: Una cosa son los trabajadores del Teatro San Martín y otra los trabajadores del Centro Cultural. El Centro Cultural pertenece a SUTECBA: burocracia. No son parte de un sindicato de actores, es otra historia. Muchas veces la gente confunde: si es un Centro Cultural, o es todo un teatro. No se dan cuenta que detrás hay un Centro Cultural que es casi más grande que el teatro y que es autónomo de éste; son dos entidades distintas. La dirección gremial es distinta.

ANRed: Pero este proceso, el vaciamiento también se extiende al teatro. Hoy en día se calcula que por lo menos la mitad de las obras son de producción internacional. Similar a lo que sucedía en el Teatro Colón.

F: Si, está empezando en el teatro. Las relaciones políticas se dan de manera distinta, pero sí. Lo mismo que con el Festival Polo Circo, que organiza el Gobierno de la Ciudad. Traen empresas extranjeras, empresas como grupo de gente. Les pagan el pasaje, ellos muestran la obra y se van. Es toda una relación entre el Estado y los extranjeros, y el dinero que se invierte en esto de por medio.

L: De parte del gobierno también se alquila a amigos el espacio, de hecho ya se han hecho varias fiestas privadas en el teatro, como el cumpleaños de 15 de la hija de un funcionario.

F: Son los amigos del Bellas Artes, como Blaquier y otras personas del entorno. Si ves los nombres, son los mismos que hacen las fiestas en el Teatro San Martín. La oligarquía.

Redireccionando las fuerzas

Luciana y Federico comentaron a ANRed que ya se perdió completamente el diálogo con el gobierno de la ciudad. Aunque aún sigue en pie el juicio que se inició en el 2007, no tienen ningún tipo de expectativa de que se recupere el espacio por vías judiciales. Para ellos, lo ideal sería obtener eventualmente un nuevo espacio físico para llevar adelante de manera independiente y nuclear actividades. Por otro lado, los miembros de la Asamblea del Acampe por la Sala Alberdi que fueron acusados de “usurpación del espacio” por vías judiciales, el día de la declaración en la fiscalía contaron lo que fue su participación en el espacio como asambleístas, tratando de que el aparato judicial comprenda que su caso se enmarca en un proceso de protesta social, por lo que no pueden ser imputados.

ANRed: Ya había habido previamente intentos de apertura de causas por usurpación, que no se pudieron sostener.

F: Es que fueron como tres, cuatro causas, que a lo largo de los dos años y medio el Gobierno fue intentando generar. Pero nunca pudieron identificar a nadie.

ANRed: Más recientemente, se repite este accionar represivo en el Hospital Borda, nuevamente en el marco de la disputa por los espacios públicos y el intento del Gobierno de la Ciudad de desintegrar los focos de resistencia al proceso privatizador ¿cómo fue la articulación con la gente de ese espacio, habiendo experimentado ustedes un antecedente similar?

L: Con el Borda empezamos en el marco de la Asamblea en Defensa de lo Público a articular y a conocernos en profundidad, porque de hecho es un espacio que en serio lleva a hermanarse con las luchas de otros compañeros. A partir de que se había generado este espacio común, y nos relacionábamos más con la gente del Borda, el día de la represión ni siquiera tuvimos que levantar el teléfono para convocarnos entre nosotros. Yo llegué y éramos como 25 compañeros de la Sala Alberdi que estábamos ahí. Estaba la policía y ya habían reprimido, y era lo mismo que nos había sucedido a nosotros. A partir de eso, algunos empezamos a participar en la huerta del Borda, que estaba un poco abandonada, y seguimos en contacto constante.

ANRed: ¿Pudieron asesorarlos de alguna manera en la situación que en ese momento estaban viviendo ellos?

L: Sí, participamos y ayudamos. Pero lo que queda en evidencia siempre en estas circunstancias es que no estamos preparados para enfrentar a la policía. El tema de la autodefensa es algo que nunca se termina de profundizar, y nos encuentran desorganizados en ese sentido. Porque nosotros a partir del antecedente de la sala estamos acostumbrados a encapucharnos, o generar una especie de barrera defensiva a modo de barricada, que es lo que hicimos en el Borda. Y esto impacta y genera rechazo. No se termina de saldar ese debate en el espacio de organización, y es importante porque se generan quiebres en el momento por esa razón. Genera rechazo, pero si no se pasa por esa experiencia no se comprende. Por ejemplo, el tema de la capucha cumple la función de resguardar la identidad. No quiero que cualquier medio me escrache a mí haciendo nada, porque no sé qué recorte le va a dar a eso que está sucediendo. Son cuestiones básicas de resguardar la identidad. Porque estamos poniendo el cuerpo.Volviendo al Borda, estamos ahí participando en la huerta, al tanto de lo que sucede en las asambleas, comunicándonos.

ANRed: Compartiendo el espacio de la Asamblea en Defensa de lo Público desde antes de la represión con la gente del Borda, ¿se veían venir, a partir de lo que fue el pacto entre el Pro y el bloque kirchnerista en noviembre del año pasado, que el conflicto llegara a estas instancias?

L: No, no se esperaba. Además, el tema del Borda fue al día siguiente de los 22 cortes simultáneos. ¿Y 10 horas después hay un avance sobre el espacio?

Nosotros teníamos los ojos puestos sobre Parque Lezama y nos agarran por el costado. Pero en la adversidad uno se despierta más. Y para mí lo que está pasando en Parque Lezama, mismo lo del Borda, es muy valorable. Éramos muchas personas ahí. Pero finalmente sucedió igual, voló el lugar y no se está construyendo. Nosotros intentamos poner un amparo. Nos despertamos un poquito más cada vez, y nos podemos adelantar a algunas jugadas. Como está pasando en Parque Lezama que, aunque no confío en la palabra del Director del Espacio Público, tuvo que poner la cara y decir: “No les vamos a poner las rejas”.

ANRed: ¿Y con las asambleas que se dan en el interior por estas cuestiones, ya sea en repudio a las grandes compañías extractoras, la luchas de campesinos o pueblos originarios, entre otras, han podido relacionarse?

L: En este momento no se está abordando con profundidad, pero por lo menos desde la Sala Alberdi tuvimos un pre contacto con este tipo de luchas, porque participábamos de lo que fue el acampe de los Qom acá, y la Asamblea en contra de la megaminería también se reunió en la sala. Estamos en contacto también con la Asamblea de la Semilla, que tiene que ver con el conflicto con Monsanto. Tal vez no hay una coordinación tan concreta en actividades comunes, pero sí está el vínculo.

ANRed: Y cada una de esas asambleas hacia adentro debe tener una dinámica particular. En ese sentido, ¿las líneas de acción, métodos de lucha y visiones van por el mismo camino o se divisan algunas diferencias?

L: Sí. No se está pudiendo abordar todo porque sería muy complejo, pero sí se le da apoyo a los compañeros, nos conocemos, sabemos que cuando hay conflicto ellos están y nosotros para ellos. Yo valoro mucho esas cosas, que en el acampe se vieron claramente. Todo el tiempo aparecían compañeros dispuestos a participar, dar una mano. Ver claramente cómo funcionaban en el lugar de maneras diferentes los medios hegemónicos de comunicación y la presencia de los medios alternativos, cómo cubrían, vernos como compañeros todos juntos. Las dinámicas diferentes se dan, pero también hay una base común que se está solidificando.

ANRed: ¿Cuáles son las líneas claras que ves? Lo que no y lo que sí en esas decisiones hacia el interior de las asambleas.

L: Los pilares, que en la Sala Alberdi eran la construcción horizontal y que el horizonte sea la autogestión, son comunes en todos, creo. Veo la falencia de no discutir el tema de la autodefensa. Eso a nivel de las organizaciones lo veo en todas, incluso nosotros. Y es necesario porque se viene más crudo el avance de la policía y no sabemos qué hacer: hasta donde avanzar o cómo defendernos.

La lucha continúa y los espacios de confluencia se van fortaleciendo. Las Jornadas contra la represión y la criminalización de la protesta social prontas a realizarse son un punto de llegada y una instancia de partida en vistas a seguir abriendo el debate y articulando con otros espacios, entendiendo que no son hechos aislados sino cada uno otro eslabón de una cadena de decisiones políticas que van en el mismo sentido. Ese esfuerzo por desarticular y avanzar de parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se responde con organización y convicción.

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