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El Día del Periodista: en lucha, en la calle. Basta de precarizar a los trabajadores
Por Darío Aranda - Saturday, Jun. 08, 2013 at 11:26 AM

El Día del Periodist...
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El Día del Periodista: en lucha, en la calle. Basta de precarizar a los trabajadores
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Crónica de la marcha (del muro de Diego Papipo Igal)

Llegaba tarde y tenía ese estado de ánimo del apurado, q sólo quiere llegar. Imaginaba una marcha como las anteriores, pero nada extraordinario. Asomé la cabeza en Diagonal y tuve la primera sospecha de q la cosa era distinta. O tal vez era ilusión. Creía ver un embotellamiento sobre la 9 de julio hacia Córdoba y desde Corrientes al bajo, un caos q puede ser típico alrededor del Obelisco.
Sospeché, dudé, me ilusioné, volví a desconfiar, pero al doblar la esquina llegó la segunda alegría y la confirmación: mis compañeros y compañeras ya habían cortado el tránsito frente al 445 de Carlos Pellegrini, sede de una de las cámaras patronales. Discursos duros y cánticos irónicos, sobraban reencuentros y alegría y convencimiento y mucha fuerza y energía para seguir en la pelea xq la demostración era más q contundente y superaba todas las expectativas. "Ni en mis fantasías más alocadas imaginé q podía ser testigo de esto", me comentó el pelado De la Fuente, con muchas décadas en el gremio.
Y dps, ya no hubo nada ni nadie q nos parara. Invadimos todos los carriles de la avenida Corrientes y lentamente bajamos hacia el Luna Park. Papelitos q caían de los balcones, aplausos, más cánticos, mientras pasaban las calles y la avenida Alem donde el tránsito se detuvo ante nosotros con puteadas y bocinazos. Doblamos en Bouchard y llegamos a La Nación.

No había nada planeado, pero la manifestación dobló como venía y se metió en el coqueto hall de vidrio templado y columnas de acero inoxidable. Primero entró uno, dps otro y la horda se hizo iracunda y como no había nada q nos parara irrumpimos en la recepción para gritar "te queres matar, te queres matar, Escribano, te querés matar". Más cánticos, algún salto ornamental sobre el molinete, bombos, cánticos. Hasta que salimos y seguimos la marcha a Atlántida por Alem. En la curva de la Casa Rosada eran 200 metros de manifestación, q fue hasta Venezuela y luego por Azopardo y cantó contra los mexicanos y Vigil y siguió y se detuvo en La Prensa y pidió libertad sindical y siguió hasta Ambito Financiero. Y hubiésemos seguido por todas las redacciones. Primó el cansancio o la cordura de guardar municiones para seguir la pelea, pero nos desconcentramos sonriendo y cantando y puteando, siempre con alegría y satisfacción, con la certeza de vivir algo histórico y la esperanza de refundar un gremio. ¡Salud!

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