Julio López
está desaparecido
hace 6427 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Campaña Nacional: "26 de junio – Día de la Juventud Militante”
Por reenvío red eco alternativo - Wednesday, Jun. 19, 2013 at 8:37 AM

A pocos días de cumplirse 11 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, el Frente Popular Darío Santillán impulsa esta campaña con el objetivo de homenajear a todos “los jóvenes que dieron su vida y dejaron su ejemplo, por los miles de jóvenes que hoy caminan y luchan por un cambio desde abajo, por una sociedad sin opresión”. Es por este que nombrarán este 26 de junio como “Día de la juventud militante”. Adhesiones a: adhesiones26dejunio@gmail.com

Reproducimos a continuación el comunicado enviado:
“En lo más profundo de la noche del neoliberalismo empieza a gestarse la resistencia a un proyecto de país para pocos. Pero también, renace la lucha, la militancia ante un pueblo cada vez, más hambreado. Cientos de jóvenes siguiendo el ejemplo de los 30.000 desaparecidos empiezan a organizar su bronca. La crisis económica había pegado muy duro a los jóvenes, muchos sin oportunidades de conseguir laburo comienzan a acercarse a los movimientos de trabajadores desocupados; otros organizan centros de estudiantes para luchar contra los avances de las leyes neoliberales de educación. Darío y Maxi fueron parte de esa juventud que no soportó quedarse en su casa viendo cómo destruían al país y decidieron salir a luchar. Al calor de la lucha forjaron valores militantes como la solidaridad, el ejemplo que los acompañarían hasta su último momento.
El 26 de junio de 2002 salieron miles de trabajadores desocupados a luchar por trabajo. El gobierno de Duhalde para tratar de ponerle fin al conflicto social respondió con una masacre. La policía desató una represión sangrienta con armas cargadas con balas de plomo. Primero la policía le disparó a Maxi. En medio de las corridas Darío, tratando de organizar para que todxs lxs compañerxs volvieran a sus barrios zafando de la represión, pasa por la estación y ve a Maxi herido.
Por más que no lo conocía decidió entrar a socorrerlo. En ese momento entraron a la estación la gendarmería y un grupo de policías al mando del comisario Fanchiotti disparando al aire. Darío quedó por unos minutos sosteniendo la mano de Maxi intentando reanimar a su compañero. En el momento que se levantó para correr le dispararon por la espalda. Darío encuentra la muerte a los tempranos 21 años por dar hasta su vida por otro compañero. Este es el ejemplo de militancia que reivindicamos, la que todos los días pone el cuerpo.
Este 26 de junio en el día de la juventud militante retomamos el ejemplo de Darío y Maxi, pero también el de Luciano Arruga, Mariano Ferreyra, Paulina Lebbos, Kiki Lezcano, Diego Nuñez, las hermanas Jara, de Jere, Mono y Patom, de los 30000 desaparecidos. Todos pibes y pibas que por salir a lucharla terminaron presos o muertos. Porque para los poderosos, la policía, los medios de comunicación; no hay peor crimen que ser joven, pobre y rebelde. De salir a luchar para cambiar la sociedad en la que vivimos, de no conformarnos.
Estamos convencidos que la mejor manera de homenajear a los pibes es multiplicar su ejemplo y continuar su lucha. Ellos viven en los que se organizan en los barrios, en los que luchan por la educación, en los precarizados que exigen mejores condiciones de trabajo, en los pueblos originarios que luchan por sus tierras. Por eso, el 26 de junio: el día de la juventud militante, es una invitación a que seamos cada vez más los que, como decía el Che, nos indignemos ante cualquier injusticia, los que nos organizamos y luchamos. Porque mientras nosotros sigamos luchando ellos van a estar más presentes que nunca”.

agrega un comentario


Carta de Alberto y Leo Santillán: A 11 años
Por reenvío red eco alternativo - Wednesday, Jun. 19, 2013 at 8:45 AM

Alberto y Leonardo Santillán, padre y hermano de Darío, en la proximidad de un nuevo aniversario de la Masacre de Avellaneda que se llevó la vida de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán y dejó un saldo de más de 30 heridos, denunciamos que a 11 años la impunidad sigue vigente.

Si bien en su momento y a través de la lucha conseguimos que los autores materiales, los que apretaron el gatillo cobardemente contra manifestantes desarmados, madres con hijos, jóvenes, contra Maxi, los que fusilaron por la espalda a Darío, fueran condenados -aunque gozan de grandes privilegios- el poder político continúa impune, amparado por acuerdos oscuros y complicidades perversas. A 11 años ni Duhalde, ni Fepile Solá, ni Juan José Álvarez, ni Alfredo Atanasof, ni Jorge Matzkin, ni Luis Genoud, ni Oscar Rodríguez, ni Jorge Vanossi, ni Aníbal Fernández, ni el difunto Carlos Soria, entre otros; fueron investigados por aquella Masacre, a pesar no sólo de las sobradas pruebas de la existencia de un plan represivo con reuniones previas, directivas y complicidades necesarias, una autoría ideológica y responsabilidad política del asesinato de Darío y Maxi; sino también de las reiteradas promesas vertidas por los sucesivos gobiernos, y la del mismo gobierno kirchnerista que hoy ya cumple más de diez años en el poder y que prometió, allá por el año 2003, “investigar hasta las últimas consecuencias”. Es éste gobierno quien, en su doble discurso, se presenta como garante de los Derechos Humanos mientras mantiene a Aníbal Fernández como senador nacional y vocero de las políticas de gobierno, el que en su momento apañara a Soria permitiéndole llegar a ser gobernador de la provincia de Rio Negro en representación del Frente para la Victoria, el que permitiera que Juan José Álvarez fuera por dos períodos consecutivos diputado nacional en alianza con el kirchnerismo, y el que nombrara a Oscar Rodríguez como consejero en la embajada argentina en Uruguay. Es el mismo gobierno que nunca abrió los archivos de la SIDE y que, ante la no investigación de aquella Masacre, termina siendo cómplice del silencio y la impunidad.

En nuestro largo camino nos queda la sensación de que una parte de nuestras vidas se desangró junto a Darío y a Maxi aquel 26 de Junio de 2002. Pero, a la vez, hemos aprendido que la lucha que impulsamos, como familiares y amigos, como compañeros, es también la lucha que Darío parió hasta el último momento de su vida y el ejemplo a seguir que nos dejó. Por eso seguimos peleando por justicia, contra la impunidad y por la memoria y a la vez levantamos con orgullo la bandera de Darío y su ejemplo de lucha, de amor y de entrega.

Pero hemos aprendido en todos estos años que la lucha contra la impunidad no se expresa sólo en buscar justicia por lo que paso aquel 26. Sabemos que luchar por Justicia es pelear por que en este país no mueran más pibes por el gatillo fácil, porque la redes de corrupción, trata y narcotráfico no se lleven la vida de nuestros hijos e hijas, por que no queden impunes las muertes de las jornadas del 19 y 20, por que el “Nunca Más” se haga cuerpo y aparezcan Luciano Arruga y Julio López, por que se respete la vida de nuestros pueblos originarios. Darío sentenciaba ya por aquellos años, frente al asesinato de Javier Barrionuevo en el año 2002, “¿Cuántas muertes más quieren?”. Por eso es que nuestro compromiso, como familiares sigue siendo el luchar por los Derechos Humanos de ayer y de hoy, contra la impunidad en todas sus formas. No elegimos este lugar, pero asumimos la responsabilidad que nos toca, por Darío, por Maxi, por un presente y un futuro con Justicia, con igualdad y dignidad.

Sentimos también que este camino, estas banderas, estas enseñanzas, no las aprendimos solos. Esa lucha que parió Darío también dio nacimiento a miles de Daríos, a miles de hombres y mujeres jóvenes que hoy se entregan como él lo hizo, que se organizan porque sienten en lo más profundo, como él solía decir parafraseando al Che, cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Esa entrega, ese acto de amor, es el que nos renueva día a día y que nos inyecta la vida necesaria para seguir adelante.

Nos enorgullece, ya a 11 años, seguir sintiendo a Dari en el caminar cotidiano, junto a los compañeros que caminaron con él, en los pasos embarrados que miles de jóvenes continúan y prolongan, en la miradas risueñas de doñas rebeldes y apasionadas. Seguimos viendo a Darío en la bloquera de Lanús, en la toma de La Fe, que hoy ya es barrio, en cada taller, comedor, asamblea. En ese abrigo y ese fuego que seguimos encontrando, a pesar de tiempos mejores o peores, en el Frente Popular Darío Santillán, en esos sueños que se organizan y que nos hacen creer que a pesar de todo, se puede seguir luchando con alegría, se puede creer que la lucha no es en vano, se puede construir poder popular. Allí es donde sentimos que cobra fuerza ese ¡Presente! que gritamos y seguiremos gritando hasta el fin de nuestros días.

Nosotros estamos acá porque entendemos que es en donde se hacen cuerpo y se refleja lo que Darío hacia y quería. “Nuestra revolución es subterránea”, nos decía. Hoy -como siempre-, como nos enseñó, creemos que es tiempo de la unidad y el compromiso sincero de todos aquellos que quieren y pelean por otra sociedad, otro mundo que pueda albergar a un nuevo hombre y una nueva mujer. A pesar de los desencuentros, los desvíos, que a veces vapulean nuestro horizonte. Nosotros seguiremos luchando desde aquí, desde nuestro corazón de padre, de hermano, de sobrino, de amigo, de compañero, y junto a los que hoy siguen sus pasos, hasta el fin de nuestros días, y hasta que el último de los sueños por los que Darío, Maxi y muchos más cayeron, se hagan realidad.

A 11 años Seguimos luchando y exigiendo Justicia
Por lo que Darío y Maxi nos enseñaron
Porque su ejemplo se multiplica
Por sus compañeros que son nuestros compañeros, nuestros hermanos y nuestros hijos
Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, ¡Presentes! Ahora, ¡y Siempre!

agrega un comentario