Julio López
está desaparecido
hace 6401 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

La modernidad y la 'libertad' alimentaria capitalista
Por (reenvio) Varios autores - Sunday, Jun. 23, 2013 at 4:41 PM

“La actual alimentación está centrada en el azúcar y en la carne roja (preponderante de vacuno y cerdo). Esto es la estructura básica del Sistema de Alimentación Industrial Capitalista, que hace que se encuentre cada vez presa de su horizonte, a donde ya no distingue frutas, legumbres, cereales, leguminosas, proteínas, minerales, vitaminas y carbohidratos.

El despliegue energético corporal correspondiente al modulo de producción inmediata, su objetivo psicológico es un hiperactivismo generalizado. El modo de vida productivista, consumista y urgentista se ha amarrado al estilo de vida de consumo de azúcar refinado. Alimentando la dinámica agitada de la modernidad.

Su función secreta es el desarrollo capital de las ramas industriales. Generando un sinnúmero de enfermedades que requieren de medicamentos terapias; lo cual permite realizar grandes negocios.

LAS TRES FUNCIONES DEL AZÚCAR Y EL SOMETIMIENTO ALIMENTARIO BAJO EL CAPITAL

En síntesis, el azúcar refinado cumple con tres funciones metabólicas decisivas que le confiesen un lugar en el Sistema de Alimentación Industrial Capitalista.

En primer lugar sus carbohidratos simples son fuente rápida de energía, el daño a la salud al servicio de la explotación en el ámbito de la producción.

Segundo lugar como potente saborizante dulce, cumple su función clave en el consumismo exacerbado.

Tercer lugar la utilización del azúcar refinado como conservador de otros alimentos clave pero las funciones de acopio y conservación. Son punto de apoyo tanto la circulación en los mercados de alimentos como la acumulación y monopolización económica.

LA EXPERIENCIA DESCENTRADA DEL SUJETO

La peculiaridad del Sistema de Alimentación Industrial se redobla a una anarquía y en lugar de someter al sujeto humano en términos químicos y fisiológicos, aparenta liberarlo dada la multiplicidad de opciones y goces que le ofrecen pero, así, someterlo.

El consumidor capitalista vive la experiencia básica de la enajenación como “una enajenación buena” vivible, aceptable, gozable e incluso anhelable gracias a la alternancia de euforia y depresión. Una transformación aceptada de rebeldía a conformismo a partir de desencadenamientos fisiológicos y psicológicos provocado por los alimentos.

Esta mercancía vuelve adicta al azúcar, una droga legal simulando un resultado positivo. Pero los problemas inician desde la cavidad bucal, propiciando caries e infecciones recurrentes en boca y garganta y problemas más fuertes como la diabetes que se ha convertido en una pandemia mundial.

La peligrosidad de la azúcar blanca ha sido denunciada con frecuencia. El libro “Todo lo que usted siempre quiso saber de la nutrición y no se atrevía a preguntar” de David Reuben o Sugar Blues de William Dafty.

La azúcar es una autentica droga que produce adicción y causa graves daños a la salud. Es responsable de enfermedades como diabetes y cáncer pero empresas que la venden insisten que no lo es.

El sabor dulce de la azúcar hace difícil que aceptemos su carácter nocivo. De hecho, deseamos que no lo sea. Sólo es posible vencer los hábitos si se modifica el consumo de la gente de algo placentero, deseable a necesario por un equilibrio fisiológico.

EL AZÚCAR

Los alimentos centrales en la dieta habitual serán entonces aquellos que proveen al cuerpo humano de energía para trabajar y que contienen carbohidratos (frutas, tubérculos y cereales) y al romper la molécula se libera energía.

Veamos como describe el Dr. Reuben el metabolismo de la perversa azúcar;

La sucrosa o azúcar blanca o refinada es una combinación de azucares simples, la glucosa y la fructuosa. La enzima sucrasa descompone rápidamente la sucrosa en glucosa y el exceso se almacena en el hígado la glucosa es como la gasolina del cuerpo hace funcionar los movimientos físicos, la digestión, los latidos del corazón y hasta el acto de pensar. La concentración promedio es de 100 miligramos de glucosa por cada 100 mililitros de sangre. Si la concentración de azúcar sobrepasa este nivel el páncreas libera insulina para neutralizar la glucosa y bajar el nivel de sangre. Si la glucosa baja mucho el hígado, donde almacena glucosa, libera una sustancia llamada glucógeno.

El rápido desdoblamiento del azúcar refinado obliga al organismo a realizar un esfuerzo repetido que distorsiona el funcionamiento pancreático y propicia la diabetes o bien el hiperinsulinismo.

La azúcar refinada no es alimento es una sustancia química pura…, más pura que la cocaína (la fórmula química de la azúcar es C12 H22 O11, y la de la cocaína es C17 H21 NO4… la única diferencia es el átomo de nitrógeno).. el azúcar no tiene vitaminas, ni minerales, ni enzimas, ni proteínas, ni grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana. Ese polvo blanco cristalino ha ocasionado más sufrimiento y muertes en la raza humana que el polvo blanco llamado cocaína.”

Fragmentos del Libro “los Peligros de comer en el capitalismo”, Coordinador; Jorge Veraza, Colaboradores; Ricardo Aldana, Karina Atayde, Andrés Barreda, Silvia Espinosa, Rolando Espinosa, Gonzalo Flores, Fabiola Laura, Juan Vicente Martínez, David Moreno y Mónica Vázquez. Editorial; Itaca, Año; 2007

agrega un comentario