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Una reliquia aborigen de 1885 volverá a su casa en Canadá
Por Terra -
Sunday, Jun. 23, 2013 at 10:42 PM
Una campana empleada como trofeo de guerra durante una sangrienta lucha por la autodeterminación al oeste canadiense regresará a la pequeña ciudad de Saskatchewan, donde se aplastó un levantamiento aborigen en 1885, dijo un líder indígena.
La campana de Batoche, plateada y de nueve kilos, ha estado guardada en una localización secreta desde 1991 cuando fue robada de la sala de la legión de algunos de los soldados que sofocaron la rebelión.
Los soldados canadienses se habían llevado la campana a Ontario procedente de la pequeña ciudad de Batoche después de derrotar la insurrección de los Métis, un grupo de nativos canadienses y europeos que actualmente cuenta con unas 400.000 personas.
La Unión Nacional Métisse Saint-Joseph du Manitoba, una organización cultural de 126 años, dijo que había convencido al guardián sin identificar de la campana para que la descubriera el 20 de julio en una misa en la iglesia de San Antonio de Padua, de la que se extrajo.
"La campana es algo sagrado", dijo Guy Savoie, el Métis más antiguo y miembro de la organización que negoció el regreso de la campana. "Arrancada de la torre del campanario y puesta en la legión como trofeo de guerra, es realmente un sacrilegio ya que la gente está preocupada".
La campana data de uno de los periodos más violentos en la historia de Canadá, cuando los aborígenes del oeste comenzaron la agitación por su autodeterminación poco después de que se fundara Canadá en 1867.
Sin embargo, se colgó en la parroquia católica en Batoche durante menos de un año antes de que el líder de los Métis, Louis Riel, eligiera la ciudad como sede de su última batalla contra las fuerzas canadienses durante la rebelión del noroeste en 1885 y los soldados victoriosos se la llevaran con ellos a Ontario.
Riel fue un agitador que, 20 años antes, desempeñó un papel en la fundación de la provincia de Manitoba. Fue ejecutado por traición en noviembre de 1885.
Las reiteradas súplicas de los líderes Métis para el regreso de la campana han sido rechazadas hasta que unos ladrones armados irrumpieron en la sala de la legión en 1991 y huyeron con ella. La campana no se ha visto en público desde entonces.
Las negociaciones previas entre otro grupo Métis y los titulares de la campana se rompieron por el precio, pero Savoie dijo que su organización apelaba al orgullo de los Métis y rechazó ofrecer ningún pago.
/Por Peter N Henderson/
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