Julio López
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Golpe de estado en Egipto: destituyeron a Mursi
Por Fuente: El Ciudadano - Wednesday, Jul. 03, 2013 at 5:11 PM

3 jul, 2013 | Las Fuerzas Armadas anunciaron la suspensión de la Constitución, el reemplazo del presidente Mohamed Mursi por el presidente de la Corte Suprema y la posterior celebración de elecciones. Hay festejos en las plazas de las grandes ciudades.

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El comandante de las Fuerzas Armadas de Egipto anunció hoy la suspensión de la Constitución, el reemplazo del presidente Mohamed Mursi por el presidente de la Corte Suprema y la posterior celebración de elecciones.

El general Abdel Fatah Al Sisi dijo en un mensaje televisado que Mursi rechazó el diálogo con la oposición que pedían las Fuerzas Armadas y que su discurso de anoche en el que se negó a renunciar no estuvo “a la altura de las expectativas del pueblo”.

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Cúpula militar egipcia depuso a presidente Mohamed Mursi
Por Fuente: teleSUR - Wednesday, Jul. 03, 2013 at 5:12 PM

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Miércoles 3 de Julio de 2013, 02:42 pm

El Ejército egipcio cumplió este miércoles su ultimátum y anunció que Mohamed Mursi ya no es su presidente. Tras meses de intensas manifestaciones, las Fuerzas armadas manifestaron que Mursi sería reemplazado por un representante del Tribunal Constitucional. teleSUR

De acuerdo con representantes del gobierno egipcio, los militares estaban llevando adelante un movimiento para derrocar al presidente Mohamed Mursi, quien ha sido removido.

Los militares egipcios depusieron este miércoles de sus funciones al presidente Mohamed Mursi, disolvieron el Parlamento y anularon la Constitución, de acuerdo a los últimos reportes de los medios de comunicación locales.

La cadena de noticias Russia Today (RT) indicó que el presidente egipcio expresó en su página de la red social Facebook que “no va a aceptar esta deposición humillante”.

El enviado especial de teleSUR a Egipto, Pablo Osoria, informó que “hasta los momentos hay mucha tensión en las afueras de El Cairo. Casi un millón de personas en la plaza Tahrir manifiestan con fuegos artificiales, mientras que los edificios y galpones están totalmente abarrotados”.

Osoria añadió que “existe un clima de mucha tensión en el que se pudieran ver enfrentamientos violentos entre los que están a favor de la salida de Mursi y los que están en contra”.

El periodista agregó que “el país se encuentra en una de sus divisiones sociales más profundas, porque por un lado están los partidos islamistas y por otro los laicos y liberales y dentro de los mismos partidos de izquierda hay divisiones”.

Detalló también que “el apoyo a Mursi ha disminuido, muchos de los que votaron por él le retiraron su confianza. Esperaban un verdadero cambio y ha sucedido todo lo contrario. Ha aumentado el desempleo, la tasa de analfabetismo”.

El consejero de seguridad nacional del presidente egipcio Mohamed Mursi denunció más temprano que estaba en marcha un golpe de Estado militar y advirtió que éste no puede triunfar contra la voluntad popular si no es con un considerable baño de sangre.

Una fuente de seguridad del país detalló que Mursi, y otros dirigentes islamistas tendrían prohibido salir de Egipto, al tiempo que funcionarios aeroportuarios confirmaron que habían recibido órdenes de impedir que estos dirigentes, incluyendo a Mursi, al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y al número dos del partido, Jairat al Shater, abandonen Egipto.

Medios egipcios reportaron que el líder opositor Mohamed ElBaradei, el patriarca copto Tawadros II y el gran imán Ahmed al Tayeb de Al Azhar, principal autoridad sunita de Egipto, anunciarán una "hoja de ruta" que prevé una "corta" transición antes de que se realicen elecciones,

El ultimátum de las Fuerzas Armadas egipcias a Mursi, exigiéndole que tomara en cuenta las "reivindicaciones del pueblo", sin lo cual los militares impondrían su propia "hoja de ruta", expiró este miércoles.

Según la prensa, este proyecto prevé nombrar un consejo presidencial de tres personas, dirigido por el presidente de la Alta Corte Constitucional, y suspender la Constitución por un plazo máximo de un año.

Para presionar al presidente egipcio, el Ejército ocupó este miércoles el edificio de la televisión estatal en El Cairo (capital) y desplegó sus unidades por otras calles de la capital, incluidos los alrededores de las embajadas y de la Plaza Tahrir.

Medios de comunicación locales informaron que los empleados de la estatal fueron obligados a abandonar el edificio, lo que interrumpió su emisión en directo.

Los manifestantes que van congregándose en la plaza de Tahrir, corean lemas como “La gente y la Policía van de la mano”. Otros manifestantes que se encuentran frente a El-Quba, uno de los edificios presidenciales ubicado al norte de El Cairo, exigen: “Al-Sisi, ven. Mohamed Mursi no es mi presidente.”

Al menos 23 personas murieron durante la noche del martes a miércoles cuando sujetos no identificados atacaron una manifestación de partidarios del presidente egipcio, Mohamed Mursi, en la Universidad de El Cairo.

En total, 47 personas murieron en actos de violencia ocurridos al margen de las manifestaciones que sacudieron al país la semana pasada.

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Cúpula militar egipcia depuso a presidente Mohamed Mursi
Por Fuente: teleSUR - Wednesday, Jul. 03, 2013 at 5:13 PM

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La plaza Tahrir de El Cairo estalló en celebraciones tras el anuncio de la destitución de Mursi. (Foto: teleSUR)

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El fracaso de un invento gatopardista
Por Por Marcelo Cantelmi - Clarín - Wednesday, Jul. 03, 2013 at 5:33 PM

03/07/13

Lo que estamos viendo en Egipto es el fracaso en su peor versión, con un grave riesgo de retroceso, del proyecto gatopardista que siguió a la caída de la dictadura. La de Muhamed Mursi ha sido la más ambiciosa construcción de una continuidad con rostro democrático para mantener a cubierto los intereses que rigieron ese país durante más de medio siglo de despotismo. Esa arquitectura fue la de un hiperpresidencialismo absolutista, que se imaginó más allá de la justicia para poner un límite que aplaste las movilizaciones callejeras y transfiera al conjunto de la población el enorme costo de la crisis económica nacional. Esa era su principal misión pero es el territorio donde más ha fracasado y la razón por la cual sus socios militares le retiraron la mano. Mursi, al prometer anoche que no renunciará para defender a la revolución, arrinconó como golpistas a los millones de egipcios que le demandan que se vaya, precisamente, para defender ese enorme proyecto republicano.

Hay un persistente equívoco sobre el quién es quién de estos jugadores. Los Hermanos Musulmanes que sostienen a Mursi fueron no enemigos sino socios en las sombras de la dictadura a la que defendieron en el inicio de las movilizaciones de 2011. Esta cofradía oportunista, aliada de Occidente y que profesa un islamismo moderado y pragmático, cruzó de vereda cuando la descomposición del régimen hizo inevitable su caída tras 18 días de protestas.

Los Hermanos fueron la carta de los militares para canalizar la furia popular hacia un callejón previsible y evitar que la revolución se creyera su propio poder y arrasara con un complejo tejido de intereses. Las FF.AA. egipcias son mucho más que uniformados y cuarteles. Integran el establishment con propiedades en bancos, agencias de viajes o fábricas que explican cerca de 40% del PBI nacional. Esa riqueza convive en un país fracturado con la mitad de sus 80 millones de habitantes en la pobreza, 13% de desempleo y escasez de combustible y alimentos. Mursi usa la religión para disciplinar a esas masas miserables e intentar evitar lo que ahora está ocurriendo pero sólo ha agravado la irritación. La inequidad distributiva fue la base de la rebelión que acabó con la dictadura al punto que el éxito de aquel alzamiento histórico se debió al impacto de las huelgas que paralizaron el país. Mursi, un ex ingeniero de la Nasa donde participó en el diseño del Space Shuttle, ganó fácilmente las elecciones pero amplió las desigualdades y enarboló un discurso populista contra las protestas y las huelgas. Si los militares regresan al poder, será para garantizar el éxito de la represión justo donde Mursi ha fracasado. Es un desarrollo improbable. La alternativa quizá sea la construcción de un gobierno de transición, esta vez laico que se apropie de esas demandas para otra vez intentar cambiar algo para que nada cambie. Pero eso sólo acabará por repetir la historia de estas horas.

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