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Vergüenza diplomática
Por José Gregorio González Márquez - Thursday, Jul. 04, 2013 at 3:28 PM

El secuestro diplomático que vivió Evo Morales y su comitiva en territorio europeo, demuestra la miseria humana de la que se jactan sus gobernantes

. Presionados por el imperio, los cancerberos de la Europa derechista violaron todas las convenciones internacionales en materia de derechos humanos. Puede considerarse esta actuación como una agresión a Bolivia y a Latinoamérica.
Francia, Italia, Portugal y España asumieron una actitud fascista e innoble pues viola los acuerdos diplomáticos que rigen las relaciones entre estados, intentaron amedrentar al compañero presidente Evo Morales. Poner en peligro la vida de Morales y su tripulación no sólo es un acto criminal sino un atentado contra la autodeterminación de los pueblos, contra la paz del continente.
Los gobiernos El secuestro diplomático que vivió Evo Morales y su comitiva en territorio europeo, demuestra la miseria humana de la que se jactan sus gobernantes europeos deshonran la diplomacia internacional. No es un secreto que sus ambiciones se mueven al compás de las directrices norteamericanas. Fracasados como políticos, insignificantes economistas, les siguen el juego a los perros de la guerra para usufructuar el dinero público aún a costa de las necesidades de sus ciudadanos. Justifican sus actos en nombre de la libertad y la democracia.
Resulta extremadamente grave lo sucedido en Europa. Sentar un precedente de este tipo, acarreará consecuencias que cambiarán las reglas que rigen la diplomacia. El irrespeto al derecho internacional no puede ser tolerado porque a la larga puede convertirse en una práctica convencional. EEUU y la Unión Europea se consideran dueños del mundo y con la potestad de atropellar y asaltar a los demás pueblos; no terminan de entender que el colonialismo es sólo un referente histórico y que la mayoría de las naciones latinoamericanas construyen un sistema de gobierno para la protección de las libertades individuales y colectivas.
Exigimos respeto. No podemos permitir más intromisiones ni intervenciones en la política regional. Esperamos que los pueblos del mundo y las Organizaciones Internacionales repudien categóricamente este lamentable incidente.

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