Sergio Massa no es nada “nuevo”

El intendente de Tigre lanzó la campaña con un acto. “Llegó la esperanza, un tipo común que soñó algo grande”, decía el locutor. Como cualquier político patronal en tiempo electoral, para capturar votos a cualquier costo, el hombre hasta reivindicó a Perón. Pero Massa no es nada nuevo. Viene de la Ucedé de Alsogaray, fue menemista, duhaldista y jefe de gabinete de Cristina. ¡Qué casualidad! En su “trayectoria” esto no fue mencionado en el acto. El propio Massa se encargó de aclarar el aquelarre de su lista. Dijo: hay “peronistas, duhaldistas, radicales, ex lilitos, empresarios y representantes de cuatro centrales sindicales”. ¡Están todos juntos! Integrantes de los partidos políticos que vinieron gobernando hasta ahora con pobreza y entrega, como Felipe Solá; patrones (el ex titular de la UIA, De Mendiguren) y burócratas sindicales (como Luis Barrionuevo, quien dijo “Massa es una de las grandes posibilidades de futuro que tiene la Argentina”).

Massa sigue teniendo su corazoncito kirchnerista. Dijo que va a defender la asignación por hijo y la “inclusión jubilatoria”. Lo que no dijo es que la asignación es de una miseria espantosa -ya comida por la inflación- y la mayoría de los jubilados cobra la mínima, 2.150 pesos, cuando la canasta familiar está cerca de 8.000. El voto a Massa es para que sigan los ingresos de pobreza.

Dijo estar contra el impuesto al salario, igual que el gobernador de Córdoba, De la Sota. ¿Pero ahora se acordaron? ¿Qué hicieron estos años para impedirlo? ¿Por qué no obligaron a las patronales de Córdoba o de Tigre a devolver ese robo a los trabajadores? ¿Por qué no le cobraron un impuesto a los bancos y multinacionales para que el estado le deje de meter la mano en el bolsillo a docentes, profesionales de la salud y trabajadores estatales, entre otros? Esto prueba su falacia.

Y propuso “un acuerdo social entre el mundo de la empresa, los trabajadores y el estado”. Más o menos como ahora, donde el gobierno y los empresarios trabajan a brazo partido por acuerdos salariales por debajo de la inflación real.

Nada dijo de aumentar los salarios; de implementar el 82% móvil; de recuperar los trenes, el petróleo o el gas; de priorizar la deuda con nuestro pueblo en vez de la deuda externa con los usureros internacionales. Tampoco dijo nada ante los muertos por las inundaciones o las masacres ferroviarias. Porque lejos de ser un “tipo común”, es un político patronal igual que cualquier otro.

Basta mirar qué pasa en Tigre. “¿Vos sabías que para ir al hospital de Tigre tenés que llevar las gasas o no hay traumatólogos? ¿Y que los barrios populares se inundan por la masiva construcción de barrios cerrados?”, sostiene nuestra compañera Silvia Fernández, docente del distrito y candidata a senadora por el FIT.

Amigo lector, sepa que si quiere votar contra el gobierno, y vota a Massa, está votando más de lo mismo. Las variantes del PJ no van más. Para cambiar en serio, hay que votar por la izquierda. El FRENTE DE IZQUIERDA es una alternativa sin patrones, sin políticos que ya gobernaron y sin dirigentes sindicales traidores.

¡Cambie con el FIT!.

(*)Juan Carlos Giordano es candidato a Diputado Nacional por Izquierda Socialista en el FRENTE DE IZQUIERDA