Julio López
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Fascistas llaman al abandono de la violencia racial
Por Antifascista - Monday, Aug. 12, 2013 at 9:37 PM

Fascistas declarados emiten un llamamiento a los grupos violentos de skin-heads para que abandonen la violencia racial. Asombroso e inédito. Dicen basarse en Nietzsche y Heidegger. El autor es posiblemente el filósofo catalán Jaume Farrerons.

Nos dirigimos a todos aquéllos que se tengan a sí mismos por "fascistas", especialmente los denominados skin-heads y sus correspondientes sitios de internet, a fin de transmitirles el siguiente

LLAMAMIENTO FASCISTA PARA EL INMEDIATO ABANDONO DE LA VIOLENCIA RACIAL.

Este es un llamamiento fascista a abandonar la violencia y toda variante de ideología racista entendida como superioridad de una raza o nación sobre otra o como derecho al exterminio físico u ofensa individual y colectiva del signo que fuere a cualesquiera personas, grupos, minorías, etnias o naciones supuestamente inferiores.

La violencia racial es aquéllo que el sistema oligárquico necesita y espera de nosotros para legitimar el imaginario antifascista. !No representemos el papel que la propaganda nos asigna! Quien persista en ello colabora con el enemigo y es objetivamente, lo sepa o no, un traidor a la causa nacional-revolucionaria.

El fascismo se construirá con la sola autoridad de la palabra que pronuncie la verdad.

La verdad, por definición, es de antemano para todos, sin exclusiones. El cobarde se aparta motu proprio de la verdad: la oculta incluso conscientemente por temor a la dolorosa experiencia de la finitud. De ahí que nosotros no tengamos que reservar esa verdad, la espantosa y terrible verdad de la existencia, a saber, la muerte, a minorías o élites de escogidos. La propia verdad selecciona a "los mejores" y establece las jerarquías. Será cada cual, bajo su propia responsabilidad inalienable, el que en el fondo se elija a sí mismo para la verdad y se convierta en héroe por su fidelidad al ser. O en villano por el envenenamiento y falsificación de la vida que la negación de la nada ha comportado siempre.

Sea lo que fuere que hagamos, incluido el recurso a la legítima defensa, los llamados "fascistas" seremos perseguidos, encarcelados y hasta asesinados a manos del hombre-masa. Pero algunos insisten, pese a la evidencia, en facilitarle las cosas al dispositivo de represión.

Los "fascistas", como "fascistas", sólo podemos emitir pacíficamente nuestro mensaje, sin escamotear el término "fascismo", antes bien arrostrándolo con valentía como signo constituyente de una comunidad espiritual trágico-heroica.

Contra el "neofascismo" político

Al mismo tiempo y con enérgica resolución, tenemos políticamente que rechazar la mera reconstrucción mimética "neofascista" de los regímenes reaccionarios del pasado nombrados por aquel vocablo maldito.

El fascismo no es un cartel electoral, sino una seña de identidad ética y un proceso de conversión espiritual que debe preceder a todo proyecto político nacional-revolucionario, oponiéndolo a la extrema-derecha (católica, lunática o evoliana). El fascismo es "de izquierdas". La izquierda nacional representa su lugar natural en política.

"Fascistas" son sólo, en primer lugar, los millones de víctimas, así acusadas y estigmatizadas, de los genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad perpetrados por las potencias oligárquicas capitalistas y sus aliados comunistas a lo largo del siglo XX.

"Fascistas" siguen siendo únicamente los valores de los dos grandes pensadores del siglo, los filósofos Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger.

"Fascistas" fueron, a lo sumo, en su tiempo, el programa político del partido fascista de 13 de mayo de 1919 y las ideologías del nacionalismo revolucionario anteriores a la derechización y cristianización del Ventennio. La República de Salò llega tarde y ayuna de credibilidad.

Sólo este "fascismo" aceptamos como propio. El resto debe ser asumido en forma de carga y objeto de autocrítica permanente a causa de las graves equivocaciones cometidas, las cuales persisten actualmente bajo el difuso rótulo de "extrema derecha". Pero el fascismo sigue vivo porque, a pesar de la derrota, nunca fue objeto de una crítica seria ni espiritualmente superado por sus enemigos, quienes se negaron a otorgarle carta de naturaleza filosófica. Craso error.



La oligarquía y la multitud

El fascismo recibe los estigmas diabólicos antes de que puedan atribuírsele los peores crímenes de la historia humana.

Es el homo sapiens, el "último hombre" (Nietzsche) en cuanto tal el que, cuando habla de "fascismo", olfatea el advenimiento de los mortales y el fin del "hombre" como mera especie animal o zoológica degenerada que insulta a la vida por haberla negado.

La "muerte del hombre" (Foucault): no se trata de una desaparición física, mucho menos del exterminio de una raza concreta o de la humanidad en su conjunto, nada tiene que ver esta "mutación" con el darwinismo o la genética (aunque determinará a la postre el destino de la ciencia toda), sino con la derrota espiritual, política e histórica (por este orden) de los humanes y del humanismo como tal. Nuestro enemigo es la encarnación máxima de aquella degeneración, a saber: las actuales élites socioeconómicas, culturales y políticas oligárquicas.

La masa apátrida, y el hombre-masa consumista en cuanto tal, configuran el correlato social subordinado del estamento oligárquico dentro de un sistema total de poder estructuralmente cerrado a la verdad.

Es el mundo-Matrix, la pantalla total (Baudrillard).

"Fascista" será la etiqueta que reciban todos aquellos que van a ser sometidos a brutal explotación o liquidación física en caso de resistencia u oposición nacional: los pueblos del mundo en general y de Europa en particular.

Los mortales, frente a la oligarquía sionista, surgirán de entre los pueblos como naciones y frente las masas como aquellos que proclaman la verdad del ser y existen en tanto que encarnación viviente e institucionalizada de dicha verdad originaria, el "ser para la muerte" (Sein zum Tode) de Heidegger o el Übermensch (ultrahombre) de Nietzsche. Tal verdad ordena la abolición pura y simple de la "sociedad de consumo" y, por ende, forja con su acero la espada espiritual que hará añicos, de un golpe, la envoltura cristalina de la burbuja informativo-financiera heredera de la metafísica.

Las naciones y el ente

El Dasein, el ente por antonomasia (el existente o ser ahí de la verdad) no es ningún individuo que se proclame "superior": únicamente la comunidad nacional consciente de sí misma y expresamente empuñada por todos y cada uno de sus miembros en la lucha y el sacrificio contra la opresión oligárquica, puede erigirse en "entidad de la verdad" con iguales derechos que el resto de las naciones sujetas actualmente a esclavitud por el Nuevo Orden Mundial racista de Israel/EE.UU.

La comunidad nacional es pueblo autoconsciente, antítesis de la multitud.

La entidad mienta dicha institucionalización histórica de la verdad.

Lejos de todo lo expuesto está la idolatría entorno a las etnias biológicas y cualquier tipo de violencia racial entre naciones, pueblos o grupos tribales. Las naciones como tales son hermanas. El fascismo en tanto que afirmación del nacionalismo genuino (socialismo nacional) para todas las patrias no puede rechazar de antemano ninguna nación. De manera que el verdadero nacionalista, a saber, aquél que proclame el nacionalismo en tales términos como principio antitético a la globalización liberal y capitalista cosmopolita, será acusado tarde o temprano de "fascista". El fascismo comporta la apostasía del dios y el "pueblo de dios" judaicos al que las naciones permanecen sometidas. El NR debe asumir la acusación de "fascista" en silencio, sin negarla, como piedra de toque de su autenticidad revolucionaria, si realmente pretende enfrentarse a la oligarquía mundial y ser apoyado, a la larga, por el resto de los nacionalistas de todas las naciones, sin excepción.

La lucha es palabra y comienza con un rechazo de las cadenas axiológicas invisceradas en la jerga oligárquica, e incluso ya en el lenguaje común, como simples y al parecer insignificantes connotaciones peyorativas. "Fascismo=mal absoluto", así habla el monstruo sionista. Quien no asuma, de forma arrogante, la imputación de "fascista" en tanto que desafío radical a los asesinos que nos gobiernan, permanece en el interior del código simbólico, el lenguaje, los valores y de la ideología oligárquica, que es esencialmente "antifascista" a la par que genocida.



La fuerza de la verdad

!!!Rompamos la jaula de cristal!!! El poder no es más que una inmensa telaraña informativa podrida de mentiras y presta ya a hacerse trizas.

La libertad comienza en la palabra. Recordar los millones de víctimas asesinadas bajo la imputación de "fascistas", acusar a su vez a los antifascistas en cuanto tales y cortar de un tajo la reproducción de la jerigonza sistémico-oligárquica que legitima la existencia del Estado de Israel (racista, supremacista, colonialista, imperialista) y su brazo armado, los Estados Unidos de América, constituye el primer paso insoslayable hacia un mundo realmente nuevo.

Por tanto, nosotros sólo pronunciaremos la palabra y si con ella no basta para hacer estallar la "sociedad comercial" de los humanes, la mendaz society, en mil pedazos, para que resurjan las Volksgemeinschaften, las comunidades nacionales finitas allí donde todavía existan, entonces es que la verdad permanece inarticulada y la gente seguirá viviendo como robots programados por la televisión y los periódicos aun en medio de la más abyecta pobreza mental. Ahora bien, si, por el contrario, es menester ignorar todas estas "cuestiones últimas" en nombre del pragmatismo, la administración y el "buen gobierno" del hormiguero humano, el "sentido común" seguirá creyendo a pies juntillas la mentira de la política liberal y el bienestar consumista a pesar del patente colapso de la economía.

Ninguna violencia añadirá al fracaso de la palabra poética, en tales circunstancias, más que deshonor y vergüenza.

Esta auténtica conversión ética a la veracidad es el requisito previo, la conditio sine qua non, necesaria aunque no suficiente, para empezar siquiera a musitar un tímido discurso sobre cuestiones económicas, biológicas, étnicas, raciales, nacionales y genéticas -científicas en general- sin hundirnos en la barbarie tecnológica. La ciencia es una estructura (Gestell) del ente como lugar de la verdad. Cualquier mero "uso" de la ciencia al servicio de los humanes, mucho más de aquellos que se consideren a sí mismos integrantes de razas superiores o pueblos elegidos, no puede provocar otra cosa que el desastre. Ya lo ha hecho y no nos referimos sólo ni, singularmente, al tendencioso relato oficial de "Auschwitz". Nuestra realidad cotidiana es prueba suficiente del "crimen global" que se está perpetrando con los pueblos, las culturas, la naturaleza, la memoria histórica, el saber...

Este colosal proceso histórico de destrucción comienza en la Antigüedad con la negación de la verdad, es decir, la huida (platonismo) ante la experiencia trágico-heroica del ser, y la posterior institucionalización social masiva de la mentira (judeo-cristianismo). La impostura metafísica conviértese, durante la Modernidad, en amenaza de dimensiones planetarias a manos de aquellos que sirven al Yahvé secularizado, a saber, el capital. El presunto ente omnipotente que debe salvarnos de muerte y edificar un paraíso de felicidad en la tierra no es más que un déspota asesino dispuesto a aniquilar a todos aquellos que no se le sometan. El Dios monoteísta, la resurrección de Cristo (la inmortalidad) y la narración de "el Holocausto" son hitos de un mismo proyecto milenario y coherente de subversión de la realidad. El fraude consciente es el arma de la oligarquía y movilizará a masas idiotizadas contra quienesquiera que rechacen el imaginario utópico-profético, estigmatizándolos como "fascistas" y legitimando incluso el genocidio a tales efectos.

Ante todo, y repetiremos esto mil veces si necesario fuere, la verdad de la existencia tiene que imperar frente a la mera información. Pero la fundamentación racional de la verdad es requisito para la fundación de la entidad como lugar institucional de los valores. Un nacionalismo revolucionario incapaz de responder a la pregunta por excelencia, a saber, al sentido de la vida, no puede reclamar el sacrificio esencial a sus militantes ni, por lo tanto, combatir siquiera de forma mínimamente eficaz el inmenso poder de la oligarquía.

La victoria material tiene que ir precedida de una victoria espiritual: la muerte de Yahvé (el dios cristiano) en nuestras almas. La derrota de Europa empezó por el espíritu (Platón) y debe ser enmendada en el espíritu antes de transformarse en acción política.

La verdad es el evento (Ereignis). Atenas versus Jerusalén.

Todo lo demás se dará por añadidura.

Quien quiera oír, oiga.

ENSPO
La Marca Hispánica, 6 de agosto de 2013

http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2010/01/la-doble-muerte-de-martin-heidegger.html

http://elpais.com/diario/1976/05/30/cultura/202255202_850215.html

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Enlace directo a la entrada del Llamamiento Fascista
Por Rosa Luxemburg - Monday, Aug. 12, 2013 at 9:40 PM

No se olviden que a la entrada se accede directamente por aquí y hay propaganda fascista.

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un avanze
Por Morenista - Monday, Aug. 12, 2013 at 9:51 PM

Ahora se podrían sumar al MST.

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no le creo tanto...
Por Wotan - Monday, Aug. 12, 2013 at 10:48 PM

tendrian que dejar de colgarse de Nietzsche o de usarlo, porque malinterpretan o distorsionan sus ideas(el ubermensch) y el propio Nietzsche se opondria al fascismo igual que al comunismo y a cualquier regiemn totalitario que busca someter al hombre y sus libertades.

Nietzsche abogaba porque el hombre rompiera las cadenas que lo tenian atado a las reglas judeo-cristianas de la epoca medieval, que el hombre sea libre y superara toda barrera moral y cualquier condicionante,asi es cuando llega a convertirse en el "ubermensch".
el fascismo es todo lo contrario a eso igual que el nacionalsocialismo donde tiene muchos preceptos y codigos morales y forja el sometimiento dle individuo frente al Estado.

este tipo solo usa a nietszche para darle un toque poetico,si habal de la libertad es para victimizar al fascismo es sensacionalismo con toque persecutorio.

nunca vi que Mussolini en su gobierno liberara al individuo, hizo todo lo contrario.

por otra parte no hay unna unica "verdad" que la mantienen oculta los del Pentagono e Israel con 4 llaves en la caja de Pandora.

y hacer un llamamiento a los mongoloides cabezas de pija de los boneheads para que cesen la RAHOWA(guerra racial santa) es pedirle manzanas al naranjo.

es como si Salman Rushdie hiciera un llamamiento a los de Al Qaeda a que dejen de cometer atentados.

a los skinheads,nazis y no nazis aun antifas hay que llevarlos en barco y tirarlos al mediterraneo y que se ahoguen o se los coman los peces y los tiburones.
y se acaba el terrorismo urbano neonazi en las calles de España y toda Europa.

y el sionismo va a tener que buscarse algun enemigo nuevo. la izquierda o los comunistas tal vez.

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Informate, pelotudo
Por Mario E. Firmenich (se pronuncia Firmenij) - Tuesday, Aug. 13, 2013 at 9:17 PM

Al Quaeda no existe.
Es una pantalla cazabobos del Partido Republicano gringo.

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informate vos
Por Wotan - Wednesday, Aug. 14, 2013 at 11:18 AM

¿estas seguro? Al-Qaeda sí existio, es un ared o franquicia de varios grupos terroristas islamicos regionales que operaban bajo una central.
fue un instrumento de la cia que uso para convertirlo en un "cuco" y justificar las invasiones imperialistas en esa region.

solo trace una comparacion.
hacer un llamado a sectores ultras reaccionarios es como echar gasolina a una fogata.

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